El Grupo Iberoamericano de Editores (GIE), el cual está conformado por las cámaras de libro y asociaciones editoriales de 21 países, formuló la iniciativa llamada Declaración de Barcelona.
España – Son diversos los factores que afectan directamente la industria editorial, entre los más notables se pueden enunciar: la falta de difusión a la lectura, las nuevas herramientas digitales y los aranceles elevados. Este último aspecto es factor clave para que se eleve el precio al público de los libros. Los impuestos, como en el caso de México el IVA, inflan considerablemente el costo de los ejemplares impresos.
Por tal motivo, el Grupo Iberoamericano de Editores (GIE), el cual está conformado por las cámaras de libro y asociaciones editoriales de 21 países, formuló la iniciativa llamada Declaración de Barcelona. El documento busca eliminar las trabas que tiene el libro en la región iberoamericana como los aranceles, los trámites aduaneros, fiscales y administrativos.
El GIE busca elevar la iniciativa a la próxima Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización de Estados Americanos, la cual se celebrará el próximo 12 de octubre en el marco del Día de la Hispanidad. Esta propuesta va más allá del tema mercantil, pues se busca que exista una verdadera libertad de expresión, ya que países miembros de la organización como Venezuela y Cuba aún tienen un imperante dominio sobre las publicaciones.
El español es un idioma que casi mil millones de personas hablan alrededor del mundo, por tal motivo, el documento pide tomar medidas en un periodo no mayor a dos años para convertir a Iberoamérica en una región de lectores, así como el fomento y la protección de la propiedad intelectual.
Daniel Fernández, vocal de la GIE afirmó: “No se trata de regular contenidos, pero tampoco de mantener los límites a la libertad de expresión; quizá ya no hay censura oficial en el continente, pero está claro que hay países en los que se mantiene cierta vigilancia sobre los libros”. A su vez, Algunos expertos cifraban ayer, extraoficialmente, entre un 5 y un 10% el incremento de la facturación del libro en castellano que implicaría la aplicación de la Declaración de Barcelona. La industria editorial de España sería la más beneficiada.
Formidable solicitud !!!