Lula da Silva y sus 40 minutos como jefe de Gabinete

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Dilma Rousseff designó a Lula da Silva como jefe de Gabinete, sin embargo, un juez anuló de forma cautelar el nombramiento del expresidente brasileño.

El expresidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva fue designado como jefe de Gabinete de la presidenta Dilma Rousseff en medio de una ceremonia con ambiente de mitin político que atribuía a “golpistas” las denuncias de corrupción que desestabilizan al gobierno brasileño.

Dicha designación ya se esperaba debido a la filtración de una llamada telefónica en la que Rousseff le anunciaba a Lula que se disponía a enviarle el decreto de su nombramiento para que pueda “usarlo en caso de necesidad”.

Dicha frase alimentó la sospecha de que el nombramiento de Lula era una maniobra para dotar de fueros especiales al ex jefe de Estado, permitiéndolo escapar de la justicia ordinaria y en especial a un eventual pedido de detención en su contra.

Sin embargo, a 40 minutos de su designación, la justicia federal de Brasilia anuló el nombramiento del expresidente como jefe de Gabinete.

El juez de primera instancia, Itagiba Catta Preta Neto, anunció la anulación de manera cautelar del nombramiento.

Afirmó que la asunción y el ejercicio de la función por parte de Da Silva “puede significar una intervención indebida y odiosa” en la actividad policial del Ministerio Público y el Poder Judicial, y aseguró que existen “indicios de que (el exmandatario) cometió crimen de responsabilidad” por su intento de obstruir a la justicia.

A la par, el Supremo Tribunal Federal (SFT) recibió una petición de medida cautelar del partido opositor Solidaridad contra la designación de Lula.

El Antecedente

Lula Da Silva, acusado de recibir mordidas de constructoras implicadas en el caso Petrobras mediante donaciones al Instituto Lula, fue conducido forzosamente a declarar ante la policía federal el pasado 4 de marzo.

Es sospechoso de participar en el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, el caso Petrobras, en el que altos cargos políticos, ejecutivos de constructoras y directivos de Petrobras se repartieron durante años un tres por ciento de los beneficios obtenidos con el amaño de contratos de concesión pública.

El caso de corrupción hundió a Petrobras en 2015 y contribuyó para que el país cerrara el ejercicio con 3.8 por ciento de recesión, peor cifra en los últimos 25 años.

La justicia tiene en la mira un triplex en la playa de Guarujá y una casa de campo en Atibaia, que están a nombre de terceros. El expresidente niega haber cometido delitos y ser propietario de los inmuebles mencionados.

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