La inteligencia artificial parece ser el principal enemigo para los humanos en cuanto a su poder para desplazarnos de nuestras fuentes de empleos, pero a pesar de que esta puede ser una herramienta tecnológica que aporte mayor productividad a las empresas, no podrán operar sin una mente humana detrás de ellos, ya sea para su creación o su mantenimiento.
Ciudad de México.- En el entorno laboral se ha creado toda una tendencia que afirma que la inteligencia artificial es la villana de la historia, ya que desplazará de sus fuentes de empleos a millones de trabajadores en todo el mundo y no habrá poder que la detenga en su camino hacia controlar todos los procesos de producción de las industrias.
Pero más allá de que evidentemente los robots han incursionado en todas las áreas productivas, su efecto no ha sido tan devastador ni los será en los próximos años, a pesar de que la consultora McKinsey & Company considera que en México, “la automatización modificaría alrededor de 25.5 millones de empleos existentes, lo cual representa un 52 % del total de oficios”.
Y si bien algunos expertos ya pronostican que algunas profesiones del área financiera, leyes, medicina y otros oficios como operadores de máquinas, obreros y hasta conductores de autos, pueden verse directamente afectados por la incursión de la inteligencia emocional, existen formas de sortear esto.
Tal como dice el sitio Entrepreneur, “la transición de este modelo viejo al nuevo es lo suficientemente prolongada como para hacer posible una evolución”, es decir, buscar nuevos conocimientos y habilidades profesionales que sean complemento para la inteligencia artificial.
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Prepararse y estar más capacitados cada día
Ya sea en la parte técnica, que se refiere a la creación, operación y mantenimiento de estas máquinas, o en áreas en donde la inteligencia artificial sea una herramienta para poder realizar las actividades de los profesionistas, el trabajo será conjunto entre humanos y máquinas.
Así como sucede en una operación, en donde el doctor es y seguirá siendo el encargado de ordenar a las computadoras lo que tienen que hacer.
En otras palabras, la inteligencia artificial fue creada por mentes humanas brillantes y aunque a simple vista parezca algo imposible, también tienen limitantes y no pueden operar sin la guía de las personas, aunque al final sean ellas las que realicen las actividades rutinarias, pesadas o aburridas de ciertos trabajos.
Por eso lo mejor es no temer a una invasión de la inteligencia artificial y que nos conviertan en sus “esclavos”, como sucede en las películas futuristas, sino prepararse y estar en constante capacitación y evolución de conocimientos para que las máquinas nos sigan obedeciendo y dependan de nosotros para realizar los encargos que se le encomienden.
Y esto aplica hasta en los empleos más básicos, ya que habrá obreros que sin tener una carrera universitaria se pueden volver expertos en sus áreas y obtener conocimientos invaluables que les permita mantener su empleo o buscar uno nuevo, a pesar de la llegada de la inteligencia artificial.
