El ritmo con el que llevamos la vida actualmente produce que la mayoría del tiempo estemos con algún nivel de preocupación, insatisfacción, malestar o enojo. Esto puede ser provocado por múltiples motivos pero una forma de enfrentar esto es con una receta muy simple: apaga el celular, besa a alguien y agradece, con esto reduces el estrés.
Ciudad de México.- Desconéctate y apaga el celular por periodos de tiempo en donde no te preocupes por revisar las notificaciones, lo mails, contestar los mensaje de WhatsApp o darle “like” a lo que dicen en redes sociales.
¿Qué todo eso es muy importante? Prueba alguna vez hacer esto y verás que el mundo sigue girando, que en tu trabajo no ocurrió nada extraordinario y por el contrario, tu nivel de preocupación seguramente se reducirá.
Besar a alguien puede ser el sueño de toda persona, ha sido el arma secreta para revivir personas en los cuentos infantiles y ahora en la actualidad, es una herramienta muy útil para mejorar el estado emocional de las personas.
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De acuerdo a Andréa Demirjian, autora del libro Besos: Todo lo que usted siempre quiso saber acerca de uno de los placeres más dulces de la vida, asegura que la sola acción de besar “te relajará, restablecerá y revitalizará los químicos del cerebro que te hacen sentir bien, ya que comienzan a propagarse: la serotonina, dopamina, oxitocina”, sustancias químicas que tiene que ver con las emociones positivas y la sensación de satisfacción.
Y si además de esto mantienes una postura de agradecimiento ante la vida, las cosas pueden mejorar aún más, ya que hay estudios científicos que demuestran que una visión positiva de la vida es clave para superar los momentos de tensión.
Tal como lo señala en sitio Entrepreneur, “una investigación de los psicólogos Robert Emmons y Michael McCullough dice que la gente agradecida reporta niveles más altos de emociones positivas, satisfacción por la vida, vitalidad, optimismo y niveles más bajos de depresión y estrés”.
Así es desde que salio el teléfono celular los jóvenes y niños ya no juegan con juguetes como lo hacíamos la gente de 40 años o mayores ya todos están metidos en el Internet, en las redes sociales sacándose selfies, etc perdiendo la comunicación hasta en la propia familia, bueno a la hora de comer la mayoría tiene el teléfono a la mano para ver en que momento suena y contestarlo si no es que no dejan de estar chateando o revisando el estado en que se encuentran los amigos.