Las violencias de tipo familiar, económica, psicológica y sexual se fueron al alza en muchas de las mujeres de distintas partes de la República Mexicana durante el 2020. La pandemia de COVID-19 visibilizó una crisis que siempre ha existido y que el confinamiento llenó de fuerza: la de género.
Y es que con instituciones gubernamentales débiles y agresores desde el hogar, miles de niñas y mujeres quedaron desamparadas. Los aumentos en feminicidios, desapariciones, violaciones y agresiones de pareja van mucha más allá de lo que medios de comunicación e Internet pintan. ¡Hay muchas regiones del país que siguen silenciadas!
Durante el Foro “Radiografía de la violencia contra las mujeres en México” se dieron a conocer los resultados de la campaña “Distancia segura y sin violencias por una nueva normalidad sin violencias”. Es decir, un movimiento organizado por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) y la Red Nacional de Refugios (RNR).
La campaña se realizó entre los meses de septiembre del 2020 y febrero del 2021. Su principal objetivo consistió en contribuir a que las niñas, mujeres o familiares de desapariciones y feminicidios tengan un mayor acceso a la justicia si son víctimas de cualquier tipo de violencia.
Así fue como la jornada de este 1 de marzo, diversas colaboradoras del proyecto contaron los resultados de su experiencia en algunas regiones del país. Por medio del foro transmitido en Facebook, dejaron plasmadas muchas de las bases que el Gobierno Federal debe tomar para empezar a actuar.
En el encuentro virtual, Paula Sánchez Mejorada Ibarra, co-directora de Católicas por el Derecho a Decidir, explicó que con la campaña “Distancia segura y sin violencias por una nueva normalidad sin violencias” se logró brindar 530 asesorías a mujeres de 22 estados de la República. La beneficiadas registraron entre 1 y 76 años, con lo que quedó comprobado que la agresión no discrimina edades. Pero, vayamos por partes.
Desapariciones de adolescentes al alza
Alejandra Cartagena del Comité de América Latina y del Caribe para la defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM) y quien estuvo a cargo de la zona occidente del país, identificó un aumento de la desaparición de mujeres adolescentes entre 15 y 19 años. Asimismo, fue testigo de un aumento considerable de las violencias digitales y sexuales.
No obstante a lo anterior, lo que descubrió Cartagena es que la mayor parte de las víctimas desconocían sobre el seguimiento de sus denuncias. Incluso, advirtió que muchas de ellas no cuentan ni con las mínimas condiciones para ser atendidas.
De acuerdo con la representante de la CLADEM, los hallazgos de la campaña servirán para que las autoridades reconozcan los Derechos Humanos de las mujeres víctimas de violencias en México.
Crecen violencias familiares, sexuales y desapariciones
Violeta Sabás del Observatorio de Violencia Sexual y de Género en Aguascalientes, descubrió un aumento de las violencias familiares, sexuales y de desapariciones a lo largo de la pandemia de COVID-19. Desde su experiencia, las mujeres recurrieron con mayor incidencia a métodos para pedir ayuda tales como las líneas del 911.
En otra dirección, Sabás apuntó que muchas mujeres sufren de desinformación sobre el avance de sus investigaciones. Explicó que los centro de justicia registran una sobresaturación de casos que perjudica directamente al avance de las indagatorias.
Chiapas: un estado acostumbrado a la crisis
Para Martha Figueroa Mier de Mujeres Libres COHEM, Chiapas es una entidad que ya está acostumbrada a las crisis. No obstante, comentó que la pandemia del virus SARS-CoV-2 evidenció las grandes desigualdades sociales y económicas.
Figueroa Mier explicó que a lo largo de campaña, descubrió un incremento de la violencia doméstica. Como parte de ello, habló de que los agresores aprovecharon el contexto para separar a los hijos de sus madres.
Asimismo, comentó que aumentó la desaparición de niñas y jóvenes para trata de blancas. Incluso, advirtió que cuando se lograba localizar a las menores, algunas de ellas preferían no volver a sus casas.
Por si fuera poco, la representante de Mier de Mujeres Libres COHEM señaló que la carava migrante acrecentó la violencia en el sur. De dicha forma, expuso que las mujeres migrantes eran detenidas aún con documentación o que los conflictos armados también estuvieron presentes en algunas regiones de Chiapas.
2020: uno de los años más violentos para niñas y mujeres
Daniela de la Red Nacional de Refugios expresó que el 2020 ha sido uno de los años más violentos para las niñas y mujeres del país. En su organización incrementaron hasta en un 39 por ciento las solicitudes de apoyo.
Otro de los datos alarmantes de la Red consistió en que 4 de cada 100 mujeres denunciaron intento de feminicidio. Asimismo, Daniela expuso que el 75 por ciento de las víctimas han sido agredidas por su pareja o expareja.
Lo peor de todo es que ante datos tan crudos, la RNR descubrió grandes niveles de impunidas. Esto, sobre todo porque las instituciones criminalizan a las víctimas y además hacen caso omiso a las acusaciones previas de cada agresor.
Finalmente, el proyectos “Distancia segura y sin violencias por una nueva normalidad sin violencias” es una prueba más de que la COVID-19 encrudeció la violencia contra las niñas y mujeres. Lo ideal sería que este tipo de campañas rebasen las barreras de una enfermedad desigual y tenga efecto en todos los grupos sociales de México, especialmente el de las autoridades.