La nueva y la vieja normalidad: ¿Riqueza y miseria?

Lectura: 4 minutos

Joan Rega.

Ante la posible evolución aparentemente favorable del control de la pandemia del Covid-19, mucho se ha hablado de un pronto regreso a la “normalidad”. Sean ciertas o no las expectativas optimistas sobre la pandemia, en algún momento buena parte del mundo habrá de regresar a la denominada normalidad. Y ésta, la normalidad, será esencial y socialmente diferente o relativamente igual a la vivida hasta antes del inicio de la pandemia, según sea el caso de cada región o país.

Así, mucho se ha dicho y promocionado que se tendrá una “nueva normalidad” como resultado de haberse rebasado el efecto negativo del Covid-19 y que ello será producto del cambio social que deliberadamente se tendrá, así como relativamente de las lecciones obtenidas en la esfera de la producción y el empleo. Ello sin duda se experimentará en muchos países, especialmente en aquellos denominados como desarrollados y en otros como Rusia y China y del sudeste asiático. 

De esta forma, el cuidado personal, familiar y colectivo será, tal como relativamente ya lo es, de una clara manifestación de nueva normalidad. De igual manera, el llamado “home office” se constituirá en la forma de trabajo de buena parte de los servicios, igual que las compras en línea, hasta de los alimentos. Asimismo, los servicios educativos y de diagnóstico de la salud se proveerán en demanda a distancia, como se pensó e inició desde la década de 1990 en muchos países. El uso de materiales para la construcción, el mobiliario y la vestimenta marcarán la nueva normalidad, amén que la aplicación cotidiana de desinfectantes, antivirales será una nueva factura del gasto personal, familiar y colectivo.

normalidad economica
Ilustración: Rolando Pinillos.

Hechos sociales y demandas que habrán de crear nuevos tipos de servicios y producción, con su correlativa generación de empleo, así como de demandas intermedias de insumos y de materias primas. Así, veremos surgir una nueva estructura económica, al menos en el peso de sus componentes y en la que la orientación del gasto y apoyo de los gobiernos jugarán un papel relevante. Esto será factible en las sociedades ricas y en donde el Estado cumple con su obligación subsidiaria de proteger la vida, la salud y la seguridad de los ciudadanos.

Sin embargo, en contraste, es previsible que en muchos casos el futuro inmediato y mediato que se vivirá será simple y llanamente el regreso a la normalidad. Sin mayor expectativa positiva en el futuro cercano. Expectativa lógica en los países pobres y en aquellos en donde los ciudadanos han sido cosificados, más allá de los derechos que el Estado debería proteger y cumplir.

En países emergentes, y especialmente en los llamados en desarrollo y pobres, se habrá de regresar a una normalidad no tan vieja, pero lacerante por razones seculares de rezagos y por resistencia al cambio y la transformación. Tal será el caso de México, en donde en plena pandemia la sociedad ha experimentado pública y privadamente las resistencias al cambio y a la urgencia, especialmente del Estado y de quienes detentan el gobierno. Como una normalidad socialmente adversa que se ha agudizado en los últimos años. 

En nuestro país, la pandemia y sus efectos han puesto en evidencia no únicamente los rezagos en la protección de la vida, la aplicación de la justicia, la atención de la salud y, en general, la baja respuesta pública a las demandas sociales. También han puesto de manifiesto la indiferencia gubernamental a la crisis de producción y el empleo que enfrenta dramáticamente el país, que han acrecentado los niveles de pobreza y de miseria. Y más claramente, la falta de transparencia de la acción gubernamental y el manejo discrecional de los recursos públicos para atender las prioridades unipersonales sobre las urgencias ciudadanas.

normalidad pandemia
Ilustración: Kipu Visual.

Todo ello se suma a la resignación de los ciudadanos que desde los años 80 han vivido su empobrecimiento y falta de oportunidades de progreso y bienestar, y que los ha llevado a una clara resignación y una permanente búsqueda de milagros gubernamentales. Bien dijo en su momento un panegirista del actual régimen, “lo más grave de la pobreza es que ésta conduce a la resignación social. A lo que se podría agregar que la pobreza y la miseria llevan también a inmovilidad personal y colectiva deliberada, y que en contraste impele a la violencia.  

Más grave aún, la pobreza y la miseria han conducido a cerrar el círculo vicioso y perverso de la exclusión social, la ignorancia y la desatención personal, con un catálogo de valores en donde la acción gubernamental social ha perpetuado la miseria, como ya se sabía desde hace más de diez años que sucedería. Y hoy actúa alentando la violencia organizada, sabiendo como ya se evidencia la violencia y el hartazgo social. 

Más de treinta años dándole vuelta a la noria, habiendo desperdiciado miles de millones de dólares y haciendo cada vez más dependientes a los pobres y miserables de los paliativos gubernamentales. México en los últimos 20 años forjó un mayor número de grandes millonarios, aún sobre países como Francia, Inglaterra, Italia, entre otros más, para sólo dar un ejemplo. Frente a la riqueza general de los países ricos, México presumió con sus grandes barones del dinero y la corrupción el deleznable resultado final de tanta miseria. Hoy como resultado del efecto económico del Covid-19 y relativamente por la misma acción gubernamental en la materia, Coneval estima que la “Población con ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos” llegará en 2020, en el mejor de los casos, a 70 millones de personas, en tanto en 2018 era de 61 millones.

Ésta es la realidad nacional que se soslaya y que, sin duda, servirá en 2021 para el ofrecimiento electoral, de tirios y troyanos, de un nuevo milagro para los pobres. Ya habrá tiempo una vez más para recontar la necia realidad.


También te puede interesar: Pandemia y propuestas legislativas: realidades presupuestales.

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x