Acuerdos históricos

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Resultan verdaderamente sorprendentes y, por qué no decirlo, históricas las declaraciones del subsecretario de Comercio Exterior, Juan Carlos Baker, que señala: El equipo negociador de México hizo lo que nadie ha hecho nunca en la historia del comercio internacional, que es negociar de manera simultánea con Europa (el TLCUEM), así como con Estados Unidos y con los países de Asia Pacífico, Japón, naturalmente, el CPTPP (Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico) en paralelo, había veces que el equipo se iba a Washington y el equipo que se desocupaba los primeros días se iba a Bruselas, y algunos que se habían ido a Bruselas regresaban a Washington.

También es importante decir que es un hecho histórico que, a la fecha, hayan negociado TLCs con 54 países y 33 APPRIS, pero lo es aún más los resultados obtenidos de la “implementación” de dichos acuerdos en su devenir histórico, para utilizar la palabra que tanto le ha gustado al subsecretario Baker y que, al parecer, se convertirá en emblemática de lo que ha pasado en este sexenio y en los dos que le precedieron.

En realidad, los resultados de esos TLCs para México sí que resultan históricos ya que, si en el año 1993 teníamos déficit con 29 de esos países por -11,894 millones de dólares, en el 2017 lo tuvimos con 36 por -54,701 millones de dólares, mientras que para el periodo 1993/2017 fue con 40 países por -784,630 millones.

Anexo 1: TLC’s 2017-1993 con TPP Descendente agregados

En el mismo periodo, en el que prácticamente ha estado en vigor la mayor parte de los TLCs firmados por México y los 33 APPRIS que, de acuerdo con nuestros teóricos del comercio exterior, iban a generar enorme riqueza y bienestar para todos los mexicanos, en la realidad se han registrado regresiones que resultan verdaderamente lamentables pues caímos como economía mundial del 9º al 15º lugar y nuestra participación en la generación de riqueza mundial descendió de 1.98% a 1.45%, en tanto que nuestro PIB per cápita lo hizo de la 41ª a la 71ª posición, debiendo señalar que, si en el año 2014 nuestro PIB per cápita alcanzó su máximo nivel histórico con 10,846 dólares, en el año 2017 se redujo a sólo 9,249 dólares, de tal manera que, en este año, ya ocupamos el último lugar entre los países de la OCDE.

Anexo 2: Comparación OCDE 2017

Por lo que se refiere al valor agregado nacional en la exportación mexicana, en el año de 1993 fue de 59% y para al 2017 ya sólo fue de 39%, por lo que también caímos como país exportador de valor agregado del 18º al 30º lugar, además de que el número de empresas exportadoras mexicanas disminuyó en 2,478 unidades al pasar de 37,745 a sólo 35,277.

En materia de IED, en el año 1994, en que también alcanzamos nuestro máximo nivel histórico de captación de flujos de IED con 4.31%, llegamos a ocupar el 4º lugar como destino mundial preferido, sin embargo, para el año 2016, nuestra participación se redujo a sólo 1.53% y nuestra ubicación como destino descendió hasta el 14º lugar. Conviene señalar que en el cuadro anexo se puede ver la evolución de los flujos de IED, mismos que cíclicamente presentan incremento al principio de cada sexenio debido a que, al igual que todos los mexicanos, los inversionistas extranjeros muestran más confianza en nuestro país y en los nuevos funcionarios, pero, conforme avanza el periodo sexenal, la triste realidad se impone.

Anexo 3: IED Posición de México 2016-1994

Habría que agregar que estas regresiones históricas de nuestras variables económicas son resultado de la carencia de una estrategia integral que permita aprovechar las numerosas oportunidades que ofrece el mercado internacional ya que, en nuestro país, se adoptó un liberalismo dogmático basado en el axioma de la mejor política industrial es la que no existe y, por tanto, no ha habido políticas realistas en materia de competitividad, de fomento, de comercio exterior ni de IED.

La misma calificación que otorga el Foro Económico Mundial (WEF), nos habla del problema fundamental de México, pues, si en el año 1999 nos ubicaba en el 34º lugar de competitividad mundial, para el 2017 nos situó en el 51º, señalando que la calidad de las instituciones públicas mexicanas es pésima y que es el origen del problema, ya que en el periodo 2001/2017 cayeron -67 puntos al pasar del 56º al 123º lugar; la confianza en las autoridades cayó -33 puntos al pasar del 94º al 127º; en tanto, la tramitología cayó hasta el 120º lugar.

Sin duda, estos son datos históricos, más lo serían si resultara que, aunque fuera al final del sexenio, los teóricos y funcionarios reconocieran que, a pesar del esfuerzo realizado por todas las fuerzas políticas del país y del empresariado para apoyar la aprobación de las tan ansiadas Reformas Estructurales, poco o nada se hizo en materia de políticas públicas para implementarlas adecuadamente, motivo por el cual nuestro marco sistémico y la competitividad del país no han mejorado y permanecen en una situación deplorable.

Hay que señalar que otro elemento importante en el proceso de deterioro de nuestro país, la rampante corrupción y, además, que corrupción también es otorgar y aceptar una función sin que se cuente con los elementos mínimos para cumplir adecuadamente con la actividad que se encomienda. A continuación, se presenta un cuadro que gráficamente muestra que un país como Ruanda ha podido avanzar en la materia, mientras que México, en el periodo 2005/2016, cayó un total de 58 puntos.

Índice Mundial de Corrupción

datos
Fuente: Organización para la Transparencia Internacional.

Sin duda, una vez que entre en vigor el CPTPP -que nuestros teóricos insistieron en negociar, firmar y ratificar- la situación del país empeorará pues, necesariamente, la tendencia será que se incremente el déficit que tenemos con esos países, debido a la poca competitividad de nuestro marco sistémico, lo que ha provocado enorme debilidad en la planta productiva nacional y una, cada día más, reducida oferta mexicana, porque se ha propiciado un sistema muy simplista de comercio exterior, basado en la importación creciente de insumos y la reexportación con reducido y decreciente valor agregado, es decir, han convertido a nuestro país en un maquilador básico.

El paquete que la nueva administración heredará es muy difícil y tendrá que trabajar mucho para recomponer una situación verdaderamente deteriorada.

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Javier Matus

Muy buen artículo, muy claro y contundente. Ojalá se difunda mucho.
¿Has publicado alguna evaluación del TLCAN?
¿Dónde la puedo conseguir?

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