Arturo Macías

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Arturo Macías llegó al patio de cuadrillas muy temprano a la Plaza México alrededor de 25 minutos antes de que iniciara el festejo 13 de la temporada grande 2013-2014 celebrado el 12 de enero,  en su semblante denotaba alegría, afable con quienes le deseaban suerte, tomándose fotos con quién se lo solicitó, pero me imagino que la presión le bullía en su cuerpo y mente,  al saber que hacía tiempo que no lograba un triunfo rotundo en el coso capitalino. Arturo pudo darse cuenta en el transcurrir de los primeros dos toros de La Punta, que les tocaron a Fabián Barba y a El Capea, que la sosería y la nobleza extrema eran las características de los antaño codiciosos punteños y ahora con predominio light, en su comportamiento.

A Barba tibiamente le aplaudió el conclave capitalino y a Pedro de plano lo rechazaron y reclamaron como si él fuera culpable de la manifiesta mansedumbre de los toros. Así las cosas Arturo se propuso poner el extra y torear en dónde cruje la seda. En su primero hubo una bellísima media y a continuación un remate con el capote en una mano en el que todavía no me explico, por dónde dio salida a la cansina embestida del burel. Con las gaoneras se untó de toro y luego con la muleta, teniendo entre otros en el callejón a Jorge Gutiérrez de testigo, se dio por encimarse, para lograr algunos muletazos en los que a punto estuvo de ser cogido por lo cerca y lo mucho que se atravesó, para conseguir emocionar a la parroquia, que reconoció su gran esfuerzo.

Pero, ese pero del que penden los toreros, fue que falló en el primer intento de la suerte suprema y quedó la mesa puesta para su segundo turno, en el que se olía que Macías desesperado por triunfar en grande, iba a salir a triunfar. También lo intentaron y tal vez si se les puede reclamar algo (sin aparentar querer despeinarse Barba y Capea) pero la suerte no les sonrió y ya solo quedaba en los turnos regulares, el sexto de la tarde para Arturo.

En el sexto no hubo pero, el toro de La Punta embistió con nobleza y con mayor continuidad que sus hermanos light, para propiciar una faena de lucimiento de quién supo extraer lo bueno del astado. En lugar de invadir su terreno, Arturo con gran madurez fue provocando las embestidas de un toro que tuvo un punto de buen recorrido, para al final acabar rajándose, pero que permitió una faena de temple de Arturo quién remató con una estocada entera, para que las lágrimas surcaran sus ojos hasta no verse con las dos orejas en la mano.

Para muchos, una era más que suficiente, pero para otros tantos no, que al final fueron los que impusieron su voluntad al juez Jorge Ramos, quién tardó eternidades para otorgar la segunda oreja y el pasaporte para salir en hombros al hidrocálido.

Arturo da un toque de atención para seguir en el carro de los triunfadores y ser tomado en cuenta en el futuro cercano. Lo merecen su voluntad y conocimiento.

Así las cosas la temporada grande toma un aire de renovación y será la semana que sigue, el domingo 19 de enero de 2014, cuando Juan Pablo Sánchez, Arturo Saldívar y Diego Silveti lidiarán un encierro de La Joya propiedad de Pepe Dorantes y con encaste Parladé a quienes les tocará el turno en esta etapa de la temporada grande 2013-2014, que concluirá el 23 de febrero con la inclusión en el cartel del mejor rejoneador del mundo, Pablo Hermoso de Mendoza. Allá nos vemos.

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