¿Cuál es el circo que debiéramos prohibir?

Lectura: 2 minutos

Cuando los políticos no saben qué hacer, se ponen a inventar cuestiones sobre qué legislar, para intentar justificar su ineptitud. De pronto la vida humana pareciera que no vale nada cuando en campaña prometen que de ganar, se propondrá como iniciativa al ordenamiento legal la pena de muerte a secuestradores, inclusive, aún y cuando se sabe que tenemos un sistema de justicia con muchas inconsistencias e imperfecciones, y que derivado de ello se podría castigar a muchos inocentes, sin haber contado con pruebas plenas que demostraran tal acusación.

Pues ahora ese partido legisló sobre la prohibición del uso de animales en los circos, sin tomar en cuenta que más allá de una tradición y de proveer a la ciudadanía de diversión, esparcimiento y cultura, está también quitándole la posibilidad a esos animales de que sean bien alimentados y además muchos de ellos, dejen de tener actividades que casi siempre disfrutan. Cuando me refiero a cultura, pienso en que los niños son capaces de conocer animales exóticos, pero además pueden darse cuenta que los animales cuando son bien tratados pueden hacer cosas maravillosas.

Lo que los circos invierten en el cuidado de los animales es desconocido para los políticos. No se dan cuenta de que los animales descuidados no son atractivos para el público; todos ellos son bien alimentados y los empresarios circenses cuentan con veterinarios especializados, pero además estos animales, como tigres o leones, no podrían ser reinsertados en sus hábitats originales en virtud de que por generaciones han nacido en los propios circos.

Políticos como estos, cuya ignorancia y prepotencia son evidentes, estarán en contra del que por excelencia se ha catalogado como el deporte nacional, es decir, la charrería, ya no se diga la fiesta brava y, seguramente, hasta con hipódromos, zoológicos y los acuarios.

Más aún, dejará en el desempleo a familias enteras y en general a mucha gente que por generaciones ha vivido del circo. Me parece que lo verdaderamente importante es no permitir el maltrato de los animales; el circo es algo muy distinto al maltrato animal, no son sinónimos, ni esto último consecuencia del primero. Si hay maltrato animal, pues denunciarlo y que las autoridades apliquen las sanciones debidas. Sólo es cuestión de aplicar la ley ya existente.

Pocos saben, por ejemplo, que en el caso de los toros, estos animales no son domesticables; las vacas de lidia no se ordeñan y que los becerritos embisten; los gallos de palenque sólo sirven para pelear. Si se prohibieran los toros y los gallos se terminaría con esas determinadas especies. Todas estas cosas debiera saberlas un partido que se dice ecologista y dejar de lado los populismos apoyados en la ignorancia de las mayorías. No es posible que un partido, el cual tiene como fundamental naturaleza la protección a la vida, por un lado insista en algo que la legislación ya prevé como lo es el castigo al maltrato de los animales y por otro lado haya propuesto la pena de muerte, sí a delincuentes de uno de los delitos más lamentables, como es en el caso del secuestro.

Una población bien informada hace una ciudadanía fortalecida ante el abuso de los políticos; ese partido no tiene idea de lo que es la sustentabilidad y no ha defendido causas que realmente ayuden a la ecología, lo que hace es ayudar a sus propias economías y para ello cualquier manera de oportunismo es la ocasión de generar una dizque utilidad política.

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x