Ayer 8 de marzo se festejó en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. En varios países salieron las mujeres a las calles a manifestar sus descontentos y, en muchos casos, a exigir no sean violentados sus derechos. En nuestro país no fue la excepción, sin embargo, se presentó dentro de un clima enrarecido con el Ejecutivo federal, ya que son muchas las voces que piden se llegue al fondo en el caso de la candidatura del Sr. Salgado Macedonio acusado, por al menos, de tres mujeres de supuesta violación sexual y que sus demandas no han sido escuchadas por el mismo, sino que utiliza dichos que en nada calman los ánimos, sino que los exacerban, sin tomar en cuenta que la mayoría de la población del país es del sexo femenino. Pero después de darse cuenta de que tal vez no fue la forma más atinada de respuesta, con un posible costo electoral, les pidió que salieran a manifestarse, pero que no pintaran ni dañaran los monumentos, haciéndolo de forma pacífica.
¿Pero qué es realmente lo que las mujeres están solicitando a la sociedad entera?, independientemente del trato igualitario, que paren las agresiones, tanto físicas como verbales, que dejen de haber feminicidios y los ya cometidos, que se encuentre y sancione, que se castigue a los responsables, sin importar de quién se trate, ¿acaso eso es mucho pedir?, ¿está justificado seguir viviendo en una época machista en donde se le mira a la mujer como personas de segunda mano?, ¿acaso no es reprobable el hecho de que alguien que nació del vientre de una mujer, ataque, golpee, maltrate o llegue a asesinar a una mujer?, incluso a agredir a su propia madre; esto desde luego que es intolerable e injustificable aquí.
El mundo ya cambió, ahora son las mujeres quienes son las responsables de llevar las riendas de los países más avanzados; de las empresas más importantes; que hay escritoras, locutoras, conductoras de radio y televisión, deportistas destacadas, intelectuales y líderes de opinión, y ¿qué me dicen de las mujeres madres solteras que sacan abantes al o los hijos?, ¿de las amas de casa en las que recae la educación de los hijos y que por tal excelente labor, no cobran ningún salario? Es más, en la presente Legislatura, la Cámara de Diputados está prácticamente representada en su mitad por diputadas, luego entonces, ¿realmente es necesario que sean ellas mismas quienes salgan, se manifiesten y pidan lo que por derecho constitucional les corresponde? Desde luego que no, es inadmisible.
Considero que la época del macho mexicano ha pasado a la historia o está por hacerlo, pese a que muchos no lo acepten y traten de demostrar su hombría por medio de la fuerza, ya que intelectualmente no lo lograrían hacer y, abusando de la misma, golpean y maltratan sin importar el ejemplo que dan a los hijos –por ello se dice que el hijo de un golpeador, golpeador será–. Esperemos que cada día sea mucho menor y por fin se logre erradicar dicha conducta de la sociedad. Por ello son las demandas de las mujeres, para ser oídas, escuchadas, tomadas en cuenta y lo más importante, se concreten en soluciones palpables.
Este movimiento, en especial en nuestro país, tiene tanta relevancia que me gustaría que no fuera a ser caldo de cultivo de algunos oportunistas para restarle importancia al mismo, colando en las filas a provocadoras, anarquistas, que definitivamente opacaran el mismo, causando daños, saqueos, etc. Como sociedad y mexicanos que somos, apoyemos y defendamos la importancia que tienen los derechos de las mujeres, dar valor a las exigencias naturales de ellas no es un privilegio, es hacer cumplir nuestra carta magna y respetar las garantías individuales de todas y todos. Es lo que debe de ser y ojalá se logre a corto plazo, cumpliéndose éstas a la brevedad posible, por lo tanto, apoyémoslas siempre que podamos, que son nuestras compañeras, amigas, confidentes y tal vez lo más importante, nuestras compañeras de viaje y de vida.
Debemos honrar tanto a las pioneras como a las que han seguido en la lucha cambiando las reglas del juego cada día y han abierto con esto, un camino pleno para las futuras generaciones.
Por eso, el Día Internacional de la Mujer, debería de ser todos los días.
Pero como siempre, ustedes tienen la última palabra.
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Muchas Felicidades Ignacio Ricardi, es un artículo, en donde se habla de algo muy importante La Verdard, sigue así, saludos!!