Por estas fechas estaremos cumpliendo, o por cumplir, cinco meses del inicio de lo que se convirtió rápidamente en una pandemia, la COVID-19; enfermedad causada por una nueva, o cuando menos hasta entonces desconocida de coronavirus, el SARS-CoV-2. Los resultados de la COVID-19 han resultado catastróficos, no sólo por haberse presentado muchos casos, sino porque han sucedido muchas muertes como consecuencia; además que en los intentos para detener su expansión han acaecido muchos fenómenos sociales, económicos e incluso políticos. Los intentos de contención han sido muy diversos a lo largo del mundo.
En China al surgir la enfermedad se tomaron medidas que finalmente resultaron exitosas, aunque posteriormente fueron calificadas en otras partes del mundo como extremas e incluso atentatorias contra los Derechos Humanos. Se aisló plenamente a la región y su población fue recluida en su domicilio de manera absoluta; se tomaron medidas extraordinarias para la atención de los enfermos y para este momento, en estos cinco meses, el número de casos nuevos ha disminuido muchísimo frente a los primeros días, y hace varios días que no hay fallecimientos como consecuencia de COVID-19.
La epidemia, para entonces ya considerada pandemia, se extendió muy rápido, prácticamente simultánea, a otros países asiáticos y a Europa. Por razones epidemiológicas no muy claras, Italia fue inicialmente el país más afectado, aunque Corea del Sur y Japón tuvieron casos también al mismo tiempo. Poco después, los habitantes de Estados Unidos se vieron afectados y, poco más tarde surgieron los primeros casos en México. Las respuestas ante los avances de la enfermedad han sido muy diversos; tanto en la intensidad de las medidas, como en la temporalidad para establecerlas.
Prácticamente en todos los países se tuvieron que tomar medidas extraordinarias para poder brindar atención a los enfermos, dado el gran número de casos y que muchos de los enfermos requieren asistencia respiratoria mecánica. Se presentó la realidad de un déficit enorme de recursos humanos y materiales para su atención, en la mayoría de los países este déficit fue siendo saldado con la puesta en marcha de instalaciones hospitalarias, algunas veces con la construcción rapidísima de hospitales, la adquisición y manufactura extraordinarias, de equipos de ventilación mecánica y seguramente la habilitación de recursos humanos; los resultados han sido diversos.
Las medidas tomadas en China parecen haber sido efectivas. En un país tan poblado el crecimiento de la infección por SARS-CoV-2 se detuvo, y pasado el tiempo podemos observar que el número de individuos infectados y de los pacientes que fallecieron fueron relativamente pocos; especialmente, reitero, si se toma en cuenta el número de habitantes. Visto retrospectivamente, las medidas resultaron oportunas y eficientes, sin dejar de tomar en cuenta las críticas a su severidad. De ahí, la entonces epidemia, saltó a Corea del Sur, Japón, Irán, y muy poco tiempo después a Europa, inicialmente a Italia. En Corea del Sur y Japón se desarrollaron medidas que dieron resultados y el número de casos y la mortalidad no resultaron tan desastrosos, al pasar los días, entre otros éxitos, fue resaltado el de la oportunidad de las medidas de aislamiento. Se enfatizó también el número de pruebas de diagnóstico que se realizaron y con sus resultados la posibilidad de aislamiento de pacientes sin síntomas (portadores) o con una enfermedad de curso benigno. Del curso de la pandemia en Irán no tenemos muchas noticias.
Hago hincapié en que muy poco tiempo después de iniciada la infección por el nuevo coronavirus, se desarrolló una prueba diagnóstica que se hace con la técnica de PCR que demuestra la presencia del SARS-CoV-2, y se hace con una muestra de secreciones nasales y faríngeas, la cual ha resultado con una sensibilidad y especificidad muy buenas, lo que la hace un auxiliar muy valioso desde el punto de vista clínico y epidemiológico. La prueba de la respuesta inmunológica a la infección se realiza en suero y determina la respuesta aguda a la infección y la presencia de posible inmunidad ante nuevas exposiciones.
En Italia y en España la respuesta ha sido juzgada como tardía y el número de casos está resultando mucho mayor, lo mismo que la letalidad; de igual forma hubo que buscar aislamiento de la población con un confinamiento obligado, que ahora está a punto de ser relajado. Su sistema sanitario fue rebasado de manera considerable y tuvieron que tomarse muchas medidas extraordinarias, que incluyeron la construcción y habilitación de muchos hospitales, con habilitación de unidades de terapia intensiva, contratación extraordinaria de personal, entre otras, con resultados menos buenos que los obtenidos por los coreanos y japoneses. Asimismo, las tan temidas y comentadas consecuencias económicas y sociales de cualquier manera han sucedido y al parecer continuarán, cualquiera que sea el curso de la pandemia. En España han tenido, además, enormes consecuencias políticas que ponen en peligro la continuidad de su gobierno.
Se han presentado algunos ejemplos, destacables, en la respuesta gubernamental ante la pandemia de COVID-19. Portugal es uno de ellos, curiosamente ahí la población se recluyó antes de que se lo pidieran sus gobernantes, se realizaron muchas pruebas de PCR, se pudo responder adecuadamente a la demanda hospitalaria y los resultados fueron mejores a pesar de estar enclavados en la pandemia. Me parece a mí que el liderazgo del jefe de gobierno resultó vital. Si bien las características de Islandia y Nueva Zelanda son muy particulares, son islas y con población reducida, los resultados han sido notables, hoy no tienen ningún paciente internado y hace muchos días que no tienen fallecimientos; aquí seguramente la capacidad de los gobernantes y liderazgo resultó fundamental y que, por cierto, ambas son mujeres, lo mismo que en Alemania en donde los resultados han sido menos malos que en sus vecinos europeos.
Presento a ustedes estadísticas tomadas de una página, que si bien es fundamentalmente económica, actualiza sus datos diariamente –lo que muestro son del 26 de mayo–, y pueden resultar cuando menos discutibles; todas provienen de una sola fuente –Expansión / Datosmaro.com–. Los datos del uso de la aplicación de pruebas PCR para diagnóstico son de la OCDE y de fines de abril, no hay más recientes.
Creo que el caso en México tiene características singulares. Creo que no se ha logrado transmitir una conciencia de la gravedad del problema. Hay núcleos de población que aún afirman que la pandemia no existe, que es un invento con fines políticos y sociales, esto ha hecho que una buena parte de la población no se haya confinado, además de la que no lo ha podido hacer por razones económicas. No parece haber abonado el mensaje oficial, el presidente nunca ha aparecido con cubrebocas, tampoco lo ha hecho nunca el presidente norteamericano.
Debo hacer notar el muy bajo número de pruebas diagnósticas realizadas, ocupamos el último lugar entre los miembros de la OCDE, esto me parece muy extraño, toda vez que el líder sanitario, el Dr. López-Gatell, está formado en un centro en donde la búsqueda del diagnóstico etiológico, a través de pruebas bioquímicas, microbiológicas, serológicas, microscópicas y de imagen, entre otros, es fundamental; una conducta, prácticamente una doctrina, desde el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y de la Nutrición.
No se ha conseguido demostrar la eficiencia, la efectividad, la eficacia, de ninguno de los medicamentos que desataron optimismo inicialmente, algunos de estos han sido incluso proscritos. La verdadera esperanza está fincada en una vacuna, barata y eficiente que pueda desarrollarse pronto; hay varios prospectos en marcha, algunos ya en fase II de experimentación y con promesas de que podría estar lista en septiembre u octubre.
Debemos esperar con serenidad.
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Desafortunadamente las vacunas que están tratando de hacer apresuradamente haciendo si sale en 6 meses no se sabrá si es efectiva o no quizá será como vacuna de la influenza que de todas maneras te das y gentes se mueren hacen millones de dólares o billones nos ven la cara pero muchas gentes mueren porque no da ninguna inmunidad. sofia
Muy buen compendio sobre el desarrollo que ha tenido la Covid 19 en los últimos 5 meses en el mundo. Hay mucho esceptisismo sobre el logro de la vacuna y sus efectos sobre la población. Esa va a ser otra etapa muy importante cuando se empiece aplicar, estaremos en otra fase de la pandemia, no se sabe si en mejores condiciones.
Es triste y desalentador saber, que la gente sigue pensando que la pandemia es mentira, creo que también es debido a las autoridades que no utilizan las medidas, y eso ha generado confusión en la población.