Ellos se ríen de mí porque soy diferente.
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.
El 2020 fue un mal año para el comercio exterior de México debido a que la Exportación Total registró un decremento de -9.42%, porque sus dos componentes, la Exportación Petrolera y la Exportación No Petrolera, tuvieron decrementos de -32.99 y -8.01%.
En el caso de la Exportación Petrolera, la Exportación de Petróleo Crudo tuvo un descenso de -35.20%, en tanto que la Otra Exportación Petrolera lo fue de -18.44%.
Por lo que se refiere a la Exportación No Petrolera, dos de sus componentes, la Exportación Agropecuaria y la Exportación Extractiva presentaron símbolos positivos, pues su crecimiento fue de 3.19% y 19.68%, en tanto que la Exportación de Manufacturas decreció en -8.93%.
La Importación Total también decreció en -15.84%, debido a que los dos grandes rubros: la Importación Petrolera Total y la Importación No Petrolera Total decrecieron -33.47% y -13.8%, respectivamente.
Por lo que se refiere al destino de las importaciones, los tres rubros también registraron decrementos, ya que la Importación de Bienes de Consumo Final decreció -26.2%, y sus dos componentes, la Importación de Bienes de Consumo Petrolero lo hizo en -36.81%, en tanto que la Importación de Bienes de Consumo No Petrolero fue de -21.3%.
En el caso de la Importación Intermedia Total, el decremento fue -13.91% debido a que la Importación Intermedia Petrolera decreció -30.49%, en tanto que la Importación Intermedia No Petrolera lo hizo en -12.38%.
Finalmente, hay que señalar que la Importación de Bienes de Capital tuvo un decremento de -16.87%.
Como consecuencia de la evolución de las variables de exportación e importación, en el año 2019 y 2020, se han registrado importantes superávits en nuestra balanza comercial, mismos que ascendieron a 5,820 y 34,476 millones USD, respectivamente.
Comentarios
La debilidad que registró la Exportación Total de México, en el año 2019, con un decremento de 10,544 millones USD, se acentuó en el 2020 debido a la pandemia generalizada en todo el mundo y la disminución de las exportaciones se triplicó alcanzando una cifra de -43,446 millones USD, ya que la Exportación Petrolera disminuyó -8,572 millones USD, en tanto Exportación No Petrolera lo hizo en -34,874 millones USD.
Conviene señalar que, dentro de la Exportación No Petrolera, los rubros de la Exportación Agropecuaria y la Extractiva se incrementaron en 577 y 1,218 millones USD, mientras que la Exportación de Manufacturas tuvo un fuerte descenso con -36,669 millones USD.
En el 2019, la Importación Total registró un decremento de -8,982 millones USD y, en 2020, la Importación Total se redujo -72,101 millones USD porque todos sus componentes mostraron importantes decrementos.
Así, los dos grandes rubros: la Importación Petrolera Total decreció -15,799 millones USD y la Importación No Petrolera lo hizo en -56,302 millones USD.
La Importación de Bienes de Consumo Final disminuyó -16,028 millones USD, y la Importación de Bienes de Consumo Petrolera lo hizo en -6,685 millones USD, en tanto que la Importación de Bienes de Consumo No Petrolera cayó -9.342 millones USD.
Por lo que se refiere a la Importación Intermedia Total, el decremento fue de -49,023 millones USD; la Importación Intermedia Petrolera lo hizo en -9,113 millones USD; y la Intermedia No Petrolera alcanzó la cifra de -39,910 millones USD.
Finalmente, la Importación de Bienes de Capital se redujo en -7,050 millones USD.
Apuntes finales
El comercio internacional fue una de las víctimas de la pandemia sufrida en 2020. De acuerdo con los datos de la OMC, se estima un decremento de 9.2% que afectó a todos los países de la comunidad internacional.
En el caso de México, la ralentización que mostró nuestra exportación, en el año 2019, se ha visto agravada por la debilidad de la demanda internacional en 2020 de tal manera que su decremento fue de 9.42%, porcentaje ligeramente superior a la cifra registrada en el decremento del comercio mundial.
Para México, este decremento fue el segundo más importante del período 1993-2020 que, en valor, alcanzó la cifra de -43,446 millones USD, sólo superado por el año 2009, con 21.16% equivalente a -61,639 millones USD.
Es importante señalar que el sector más afectado en ambos años fue la manufactura. Esto porque en 2020 el descenso fue de -36,669 y, en el 2009, de -41,184 millones USD.
La contrapartida de este significativo decremento de la exportación es más negativa, ya que lo constituye la Importación Intermedia Total con -49,023 millones USD, cuyo descenso es un termómetro de la importante reducción de la actividad productiva en nuestro país, debido a la fuerte dependencia de la planta industrial en la importación de insumos, y como consecuencia de que la estrategia diseñada por nuestros funcionarios se ha basado en un esquema muy simplista e irresponsable de importar para reexportar con reducido valor agregado, convirtiendo a nuestro país en un maquilador básico, con características de ensamblador.
Esta situación se ha visto agravada por el fuerte decremento de la Importación de Bienes de Capital que fue -7,050 millones, lo que significa que hay poca confianza para invertir debido a las perspectivas poco halagüeñas de nuestra economía.
En este sentido, el hecho de que en los dos años más recientes se haya registrado un superávit creciente en nuestra balanza comercial, desgraciadamente no es algo muy satisfactorio y menos halagüeño, pues no es originado por un crecimiento sano de nuestras exportaciones, sino por un decremento muy importante de un elemento que mantiene a la planta productiva nacional en operación. Es decir, la Importación Intermedia correspondiente a insumos que se requieren para fabricar bienes de consumo para el mercado doméstico y para el de exportación, debido a que muchos de esos bienes no pueden ser producidos competitivamente en nuestro territorio, como resultado del marco sistémico tan deficiente que padecemos crecientemente.
Hoy, más que nunca, en los 28 años más recientes es necesario definir una estrategia para reanimar nuestro comercio exterior a fin de contrarrestar los efectos de la pandemia que tanto nos ha afectado, pero, sobre todo, para evitar la simulación que caracterizó a la promoción del comercio exterior durante la vigencia del TLCAN, y así lograr un desarrollo sano del comercio exterior mexicano en el marco del T-MEC, con la finalidad de estar en condiciones de aprovechar la reestructuración que está sufriendo el comercio internacional.
Conviene señalar que, durante el período de vigencia del TLCAN, vivíamos en una zona de confort; éste era un acuerdo muy amigable, distinto al del T-MEC, en que las condiciones son más demandantes y estrictas, por lo que será más difícil cumplir con las condiciones impuestas en la renegociación del Tratado, principalmente en relación con las provisiones laborales y el valor de contenido nacional.
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