No lo podemos saber, para hablar con objetividad siempre es mejor haciendo retrospectiva; pero por lo que observamos no parece ser así, tampoco parece que nos acerquemos al punto más alto de la pandemia por Covid y, por tanto, estar tan sólo en el inicio de la frecuencia de casos nuevos y fallecimientos. En los últimos días se ha incrementado el número de casos que en semanas anteriores, también han acontecido más fallecimientos. En los últimos dos días más de 1,400, y lo peor es que nuevamente la letalidad se acerca al 10%, se había conseguido disminuir a más o menos 8.5%, pero nuevamente estamos en las cifras de letalidad de los primeros días.
Diariamente las autoridades federales y de la Ciudad de México nos muestran un baile de cifras para decirnos que los hospitales tienen aún sitio para atender a los enfermos, es cierto que han improvisado camas y hospitales completos para atender a los enfermos, pero los pacientes tienen que hacer un gran esfuerzo para ser atendidos, muchos centros de atención están rebasados y desde luego no pueden brindar la mejor atención. Hace unos días se dijo que se pondría en marcha un programa de atención domiciliaria, pero no tenemos mayores noticias de su desarrollo, desde luego que sería una opción, pero requiere de personal de enfermería y médico entrenado, entusiasmado, que crea que la atención domiciliaria es una posibilidad en la atención de algunos pacientes con Covid. Es una posibilidad menos onerosa pero insisto que requeriría de un programa muy bien diseñado y personal capacitado y comprometido.
Lo que nos muestran las imágenes de los centros de abastecimiento y venta de oxígeno en tanques son tres cosas evidentes: una, que hay muchos enfermos con hipoxemia, probablemente con insuficiencia respiratoria grave, que están en su casa atendiéndose por su cuenta; dos, que quizás no tengan ayuda de los servicios médicos públicos; y tres, que los esfuerzos gubernamentales no han podido ayudar a satisfacer la demanda de O2, que seguramente, y en la mayoría de los casos, es justificada; ahora un oxímetro y el análisis de los datos clínicos justifican la indicación de oxigenoterapia. Muchos pacientes cursando solos y por su cuenta una enfermedad muy grave.
Es cierto que muchos países cursan en la actualidad con lo que ellos mismos han dado en llamar una tercera ola, es decir, que después de periodos de descenso en la frecuencia y en la incidencia, éstas se vuelven a elevar; en México esto no ha sucedido así, hemos tenido unas estadísticas con cifras elevadas, sostenidas a lo largo de estos diez meses. A posteriori encontraremos una explicación para ello, que ahora no la tenemos, lo mismo sucederá con la explicación para la letalidad.
Ante esta situación, dos circunstancias han venido a agravar la pandemia por SARS-CoV-2; la primera es la enfermedad que nuestro señor presidente sufre y la segunda el contexto en el que la vacunación se está desarrollando. El equipo de Salud que rodea al primer mandatario falló al cuidarlo y el domingo 24 de enero se anunció que estaba enfermo y la prueba PCR para SARS-CoV-2 resultó positivo. Una serie de errores se sumaron, cuando menos en la primera fase de su padecimiento, teniendo ya molestias se trasladó a Monterrey, donde tuvo reuniones con diversos grupos, desde luego siempre sin cubrebocas; el domingo a media mañana tomó un avión de San Luis Potosí a la Ciudad de México, y por la tarde se anunció el resultado de la prueba; nadie le dijo que había que interrumpir las actividades, que sería conveniente viajar en un transporte gubernamental para evitar la posibilidad de contagio a un numeroso grupo de ciudadanos, y si alguien se lo comentó, el presidente no atendió las recomendaciones.
En todo el mundo los procesos de vacunación han tenido contratiempos, fundamentalmente debidos a las dificultades de fabricación y distribución de los biológicos por Pfizer, la cual es la única que al momento se está aplicando; Astra Zeneca no ha logrado iniciar el reparto de su vacuna. A México, en diversas entregas, han llegado unas 500 mil dosis de la vacuna de Pfizer que sirven para inmunizar a unos 250 mil mexicanos, lo que ha hecho que sólo hayan bastado para aplicarla a los equipos humanos del Sector Salud, quizá de manera incompleta. Con explicaciones sucintas se aplicó a los maestros de Campeche, en tanto las campañas de vacunación marchan adecuadamente en otros lugares, en Israel es notable el porcentaje de ciudadanos que han sido inmunizados; menos, pero la camapaña ha cubierto prometedoramente a los británicos, y en Estados Unidos se ha echado mano de diversos recursos y sistemas, vacunando diariamente a varios cientos de miles de americanos. Ante esto, los equipos de la SSA y de la Cancillería están a la búsqueda de vacunas producidas por diferentes laboratorios en otros países, se ha hablado que se aplicará la vacuna rusa Sputnik de la que en la literatura científica no se han publicado los resultados de la fase 3; pareciera que porque todavía no ha culminado.
Creo que el equipo de salud que rodea al presidente López Obrador ha fallado notablemente en la gestión de la pandemia. En cuanto a su padecimiento esperamos que curse satisfactoriamente y supere el Covid pronto; esperamos que a pesar que López-Gatell es quien difunde la evolución del señor presidente no sea él quien lo atiende. Por algunas fotografías de prensa y unos trascendidos nos hemos enterado de que David Kershenobich y miembros de su grupo son los que lo están atendiendo, lo cual brinda una enorme tranquilidad, porque a nadie, ni a los seguidores de la 4T ni a sus críticos, conviene que el curso de su Covid sea desafortunado; tendría consecuencias enormes y quizá desastrosas si no es así, desde luego deseo que la evolución sea rápida y satisfactoria y que no le acarreé secuelas.
¿Por qué digo que los directivos gubernamentales del Sector Salud han fallado en la gestión de la pandemia? Porque no lograron convencer a López Obrador que usara y apoyara el uso de cubrebocas, incluso López-Gatell hizo en varias ocasiones malabarismos con la información científica, que justificaba y recomendaba su uso, para decir que no era contundente y que incluso no era recomendable portarlo para la transmisión del SARS-CoV-2. Ahora, el mismo funcionario intenta justificar la aplicación de la vacuna Sputnik aunque no conocemos los resultados que tiene en la inmunización a los que han sido vacunados, e incluso desconocemos si la fase 3 ha culminado.
Desconozco si este manejo sesgado del conocimiento y poco ético de la información sea hecho por López-Gatell por convicción propia y con ella aconseje y dirija las políticas de salud, o si sus dichos sean resultado de indicaciones superiores. No ha sido sólo la Subsecreatría de Prevención la que ha fallado, el señor secretario ha tenido una participación discreta y opaca, dejando todo –o casi todo– en manos de otros, la salida de la Dra. Asa Cristina Laurell no ha sido cubierta, por lo que las funciones de esa área de la Secretaría están descabezadas; son, por cierto, entre otras, las de atención de la salud.
El papel del Consejo de Salubridad podría haber sido fundamental en la pandemia, es un órgano independiente que puede reunir diversos recursos para conjuntar opiniones, recomendaciones para haber hecho frente a la pandemia. El Dr. Santos después de su fallida intención de establecer una norma ética no ha vuelto a aparecer. Creo que la actuación de la Cancillería tampoco ha sido plenamente satisfactoria al haber expresado ante la llegada de las primeras dosis de la vacuna, “Misión cumplida”, lo que ahora resulta fatuo; la SSA tiene departamentos de adquisiciones y de relaciones internacionales que en el proceso actual han sido desplazadas. Todo esto, que ha sido destacado como innovación, no ha dado los resultados.
Creo que el actual equipo directivo sanitario debe dimitir y ser substituido por un grupo de probada capacidad, al que desde luego se le haga caso.
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Indudablemente sigue manifestándose una negligencia e irresponsabilidad total del Sr. Presidente ante la situación de esta pandemia, así como la de su equipo de salud. Ante esta situación lamentablemente seguirá aumentando el porcentaje de letalidad. Con él tema de vacunas crece la incertidumbre ya que se habla de la inseguridad en su eficiencia dependiendo del origen de estas y en la falta de suministro. Se habla de que estamos fuera del COVAX , según la ONU por falta de presupuesto . Se dice que debemos esperar a que el Sr. Carlos Slim proporcione la de Astra Zeneca, que dé cierto hay en esto? Seguiremos con todas las dudas.
Lo que estás diciendo , no entre líneas es que todo ha sido manejado pésimamente y estoy de acuerdo, además con muchas mentiras. Lo peor es que yo no veo un capitán que saque adelante este barco. El nivel de desinformación e incertidumbre es enorme, de verdad no sabemos qué hacer. Me encanta que un doctor tan preparado como tu emitas estos análisis tan claros ( aunque desalentadores) pero tenemos que dimensionar lo que estamos viviendo. Gracias Manolo, seguimos en contacto
Lamentable la situación ante una pandemia tan compleja
Doctor Ramiro como siempre sus artículos resultan de gran interés, y en éste último es la opinión de usted, como
médico especialista.
La situación hospitalaria ha dejado mucho que desear a nivel mundial, ya que se descuidó a éste sector, claro que hay países que se encontraban en una mejor situación.En lo que se refiere a México, su problema principal fue el abandono que por décadas se tuvo en todo este sector.
Afortunadamente el presidente López Obrador va evolucionando bien, que no es el único mandatario que se ha enfrentando a éste terrible mal.
Por supuesto que las críticas al Sector Salud y al gobierno federal son dignas de tomarse en cuenta, y las opiniones, propuestas y estudios de especialistas, se deben hacer llegar a las autoridades correspondientes para mitigar esta terrible pandemia, un ejemplo es el estudio de los ex secretarios de Salud de nuestro país, debieron informar a todos los países su plan para acabar con la pandemia en ocho semanas.
En este momento se necesita unión, no demeritar absolutamente todo lo hecho por el gobierno federal.
Estoy completamente de acuerdo contigo. Es muy triste ver qué nuestras autoridades no respetan las medidas preventivas que pregonan.
La infección por SARS-CoV-2 es una patología en desarrollo, es decir aun no se sabe completamente sobre su fisiopatología, aunque hay mas conocimiento que al inicio de la pandemia, así mismo hay lagunas en su tratamiento para control de la hiper-inflamación y sobre todo no hay al momento un tratamiento que se considere de aplicación generalizada específico.
Las autoridades de salud han sido superadas, debido al mal manejo desde su inicio de la pandemia.
Al inicio de la misma en México, ya se tenía conocimiento de las estrategias utilizadas por otros países, las que fueron útiles y las que fracasaron, es decir no aprendimos de experiencias previas ajenas, lo observado en países como Italia y España que desarrollaron estrategias fallidas, aunque después corrigieron, sin embargo, no se tomaron en cuenta las estrategias de contención exitosas como las aplicadas en países asiáticos.
Prácticas de bajo costo como el uso obligatorios del cubrebocas, fue puesto en dudad por las autoridades federales. Dr. Hugo López Gatel puso en duda la efectividad del cubrebocas cuando era una clara estrategia para contener la transmisión por gota. Nuestro presidente se presentaba en eventos públicos sin portarlo, y en un país como el nuestro con más de 60 millones de pobres según Ceneval en año 2018, la mayoría de ellos con escasa educación en salud y una sociedad poco solidaria, la cual recibía el mensaje del presidente (no era necesario el uso del cubrebocas), no respetándose la sana distancia y por supuesto con un aseo de manos deficiente.
Por lo tanto, en este país lo que estamos viviendo como se menciona en el escrito, es una secuencia de la estrategia fallida en la contención de la patología, y es triste observar como la gente se amotina para obtener oxigeno en los centros de abastecimiento por que la capacidad hospitalaria ha sido superada, ahora los muertos también se presentan en su domicilios extendiendo la cadena de transmisión ya que la mayoría de las familias no cuentan con una habitación para aislamiento exclusivo de familiares enfermos, incrementando la mortalidad, desestimando la atención oportuna de los pacientes los cuales llegan en estado muy grave a las unidades hospitalarias.
En México no se puede hablar de oleadas ya que nunca ha disminuido y siempre se ha observado un incremento en el numero de casos en la estadística oficial, en la cual Arturo Erdely ha mostrado las debilidades de las cifras federales. Mostrando que solo son apenas la punta de iceberg, subestimando la magnitud real de la pandemia.
La OMS a través de su Director General Tedros Adhanom, dirigió un mensaje en el que señalo categóricamente realizar prueba, pruebas y más pruebas, llamado poco atendido, somos de los países con menor número de pruebas, para diciembre se habían realizado 27.2 pruebas/1000 habitantes contrastando con otros países como Brasil (134.1) pruebas y no se diga con Dinamarca (1782) pruebas, dejando sin oportunidad de realizar un seguimiento de contactos y el aislamiento oportunos que disminuyeran la transmisión comunitaria, por consecuencia desconocer un numero mar cercano a la realidad, y disminuir la cifra de fallecimientos.
Por lo que coincido con lo escrito, señalando que el manejo de la pandemia fue y es negligente, continua sin corregir el rumbo que marca la evidencia actual, resultando en incremento de la letalidad, misma que se responsabiliza a la sociedad por sus factores de riesgo, finalmente en lo relativo a la inmunización, queda claro la falta de transparencia en la aplicación de la misma generando desconfianza en la sociedad.
Finalmente si analizamos todas las estrategias establecidas los llevan a pensar que la estrategia en nuestro país es la inmunidad de grupo (Rebaño)