Muchas cosas han sucedido durante estas últimas semanas, algunas son destacadas o tienen un significado muy grave; el distanciamiento entre el presidente y varios gobernadores, especialmente con el de Chihuahua, muestran la polarización política, que desde luego no está originada sólo desde el poder Ejecutivo, pero también participa; el ataque a los fideicomisos, así en general, y muy probablemente su desaparición, significa la necesidad del gobierno federal de manejar todos los fondos posibles para poder cumplir sus planes, además que muestra su falta de simpatía con organizaciones que tengan participación de la sociedad civil; la falta de resultados en la violencia; los resultados, cuando menos dudosos en el control de la pandemia, la crisis económica que ya venía mucho antes de la pandemia, pero que se ha agravado con ella.
Respecto a esta crisis, destaco que ayer durante una reunión con empresarios, los únicos tres que ocupaban el escenario sin usar cubrebocas eran el presidente, el secretario de hacienda y su asesor financiero, Alfonso Romo, quienes, por cierto, en otras circunstancias sí lo utilizan, como cuando se reúnen con AMLO no hay que utilizarlo. En el radar se encuentra también la manifestación de FRENAAA, las manifestaciones de los grupos feministas, y la toma de las oficinas de la Comisión de Derechos Humanos.
Por otra parte, en cuanto al recién discurso del titular del poder Ejecutivo, con motivo del CXXV aniversario de la fundación de la ONU, quiero señalar algunos puntos. En esta ocasión, el mensaje de México revestía una gran importancia, primero por el significado de la conmemoración y después porque nuestro país forma parte del Consejo de Seguridad. Este órgano de la ONU tiene una particular importancia en las acciones que lleva a cabo, está conformado por quince miembros, cinco permanentes, los triunfadores de la Segunda Guerra Mundial, y otros diez que van siendo seleccionados alternativamente, no muchos países son invitados o considerados para formar parte del Consejo de Seguridad, México es miembro, con esta ocasión, por octava vez en la historia de la ONU.
Había muchos temas que debía tratar el Sr. Presidente, los problemas económicos surgidos o agravados por la pandemia, la pandemia misma, el fenómeno de la emigración en el mundo y del que México participa como país de tránsito, pero que en el mismo han emigrado muchos habitantes e históricamente se ha distinguido por ser un gran sitio de asilo. También estaba la posibilidad de que hablara sobre la crisis ecológica que atraviesa nuestro planeta, las energías renovables, la crisis del petróleo, la crisis del agua potable y la de uso para producir alimentos y seguramente muchos otros.
Pero no hizo nada de esto, emitió un mensaje, que algunos podrían pensar que fue pobre, chabacano, pero yo pienso que no fue así. En realidad, lo que pasa es que el concierto internacional no le interesa y aprovechó la oportunidad para enviar una charla, una homilía, no a la comunidad internacional sino tanto para sus seguidores como detractores, todos los del ambiente local. Con sus mensajes lo que consigue es exaltar los ánimos de sus simpatizantes e irritar a veces, de manera muy intensa, a sus no simpatizantes; es un experto en conseguirlo, creo que lo hace deliberadamente y con ello ha ido polarizando los temas, los ambientes y las situaciones.
Su mensaje inició con una nueva reclamación por el descubrimiento de América y su colonización, un reclamo a Isabel la Católica, Carlos I de España y V de Alemania, e incluso, a Felipe II (que no VI). No entiendo muy bien qué solicita, lo que sí parece es que despierta ánimos ultranacionalistas. Para llegar a lo que ha llamado la Cuarta Transformación, empezó por mencionar la primera, y de manera muy simplista se refirió a don Miguel Hidalgo y a don José María Morelos, sin poder resumir el complejo fenómeno que fue la Independencia de la Nueva España, sus orígenes, sus causas y sus consecuencias. Pasó después a la Reforma y a don Benito Juárez que, por cierto, aquí no se refirió a las invasiones francesa y norteamericana que marcaron la época, pero sí hizo referencia a que el padre del dictador Mussolini le puso Benito en honor al Benemérito de las Américas (¡¡!!). Paso luego a la Revolución mexicana y mencionó a don Francisco I. Madero, Francisco Villa y Emiliano Zapata; aquí no supimos por su mal discurso si el líder agrario era uno u otro, no destacó que la Revolución fue el primero de los movimientos sociales del siglo XX, ni tampoco resaltó sus logros y fracasos.
Al final, volvió a enfatizar la Cuarta Transformación y la necesidad de hacerla, destacó sus ayudas a los pobres a través de diversos programas y los medios para conseguirlo. Resaltó “¡la venta del avión presidencial!”. Casi a punto de concluir, destacó el valor de las remesas, el dinero que envían los mexicanos o hijos de mexicanos desde Estados Unidos a México, haciendo ver como si fuera un éxito de políticas públicas y no como un complejo fenómeno social, antropológico, que quizá demuestre el fracaso de las políticas, no sólo de este gobierno, sino de todos los postrevolucionarios. Luego se refirió, rápidamente, a la esperanza que significa el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.
Creo que la pobreza de este sermón se debe a que no estaba dirigido a la comunidad internacional, mucho menos a los representantes de diversos países en la ONU, más bien estaba diseñado para consumo local; entonces hay que aceptar que estaba perfectamente hecho, desde la escenografía, el vestuario y el mensaje.
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Me parece que aquí sucedió como en el futbol ¿hay o no fuera de lugar? Depende de la perspectiva política local e internacional. Considero que estaba perfecto y en línea para “disparar su discurso”. Ahora que sin conceder, se puede hacer una revisión de “la jugada” con videotape.
Revísalo con cuidado busca en YouTube Amlo en la ONU y verás que no se necesita BAR para decretar fuera de lugar. O fuera de cacho si fuera una corrida de toros
Jjjj
Estimado amigo, revise la participación de nuestro presidente, se obtiene en AMLO y la ONU en You Tuve, te percatarás que está fuera de lugar sin necesidad de recurrir al BAR, los taurinos diríamos fuera de cacho
Pues si su propósito no era dirigirse a la comunidad internacional me parece un despropósito ocupar una tribuna y un medio que es para eso. La imagen desaliñada con la que se presentó es reflejo de su gobierno: desaliñado. Que ha propuesto iniciativas y las ha llevado a la práctica es indiscutible solo que, hasta ahora, los resultados no son visto reflejados. Ahora bien ¿no es suficiente con lo que diariamente dice y trasmite en sus mañaneras? Donde por cierto pocas veces tiene propuestas: solo reclamos a los del pasado periodistas e intelectuales.