He tenido la oportunidad de compartir momentos muy importantes con un personaje a quien le tengo un gran respeto, y por lo cual hoy quiero escribir sobre él. Se trata de Félix Salgado Macedonio.
Quiero platicarles un poco de su historia, desde joven y habiendo nacido en la tierra caliente de Guerrero, y según escuché de su vida, fue en condiciones que para mí son, y serían para los demás, difíciles. En pobreza y limitaciones siendo constantes, logró por su propia voluntad, quitarse esas privaciones, alcanzando con su empeño, el título de Ingeniero Agrónomo y esto le permitió entrar directamente a la conflictiva de la vida del campo. Con ello, es un hombre afiliado del arado y quienes hemos estado con él en su tierra, le damos la razón y la fuerza de lo que ha logrado.
Félix incursionó en el periodismo con un sentido de honestidad y valor inusual —no es porque el periodismo no lo fuese—, sino él en particular, esgrimía y peleaba por ello. Sé que el decir la verdad y atacar a mafiosos y perversos, es un gran riesgo y según veo, se la jugó, y por lo mismo le tengo un gran respeto.
Desde su inicio, y afortunadamente lo hizo, se lanzó por una Diputación Federal y al haberlo practicado no podía menos que haber dejado la huella de su entereza. Pero, más aún, de su intrepidez admirable, ya que en la Cámara de Diputados, pudiendo haber sido y fue víctima, se atrevió a llevar costales de votos quemados que iban en su perjuicio. ¿Se imaginan a un personaje como él, a Félix Salgado Macedonio, pelear de esa manera por la justicia y su honestidad? Así nace la leyenda nacional de alguien que con sus propias manos es ejemplo y motivo de mi admiración.
Se hizo legislador y luchó ocupando realmente varias ocupaciones dentro de la Diputación Federal y el Senado de la República y lógicamente con base a sus grandes logros, tenía que haber recibido el típico caso de la agresión externa, por sus aparentes excesos, los cuales llegaron a ser producto de insidias y calumnias.
Al tratarlo y al compartir con él, no puedo más que decir que fue quien peleó contra viento y marea para llegar a ser presidente municipal de la ciudad del puerto de Acapulco. Un lugar en donde las mafias políticas y de otro tipo, han encontrado un bastión de poder y corrupción.
Yo al verlo luchar, siempre me clamaba que lo más relevante era poner orden y ante este enfrentamiento con terribles y perversos cárteles de delincuencia organizada, lo presionaron y no sólo ello, fue amenazado y en tantas ocasiones que me compartía, logró mantenerse encerrado en sus oficinas para evitar que lo liquidaran. Fue un momento muy difícil de su vida.
Durante su mandato, logró parar gran parte de la corrupción en donde él podía concentrarse y en gran medida me comentaba, que esa era una de sus grandes finalidades. Siempre tuvo visión clara de ello, y por lo visto, ante los demás, para favorecer al Turismo, que es la base principal del sector que alimenta a Acapulco.
Lógicamente, llegó al grado tal, que imagínense, prohibió a los agentes de tránsito, el multar al Turismo, algo que era cotidiano por las llamadas “mordidas” para que diversos funcionarios se enriqueciesen de la principal industria que motiva a la población de Acapulco a vivir, comer y crecer. Un hombre como él que llegó a tal grado, para aquellos que vivimos en la Ciudad de México y en otras ciudades, donde descubrimos que no hemos logrado disminuirlo y desafortunadamente es parte de la vida, es un gran logro.
Concluyó su mandato municipal con una gran vocación periodística y abrió uno de los canales de comunicación de corte nacional y amplia responsabilidad y de esa trinchera mantiene su férrea ideología, pero más aún un contacto permanente con la gente, con el pueblo al que él tanto atiende.
Es así cuando se viene el proceso que ha sido un parteaguas para el país, ya que no dudó en ningún momento en mantenerse a lado de su antiguo amigo y correligionario, quien es el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, quien siempre le ha reconocido lealtad, honestidad y congruencia ideológica.
Félix nuevamente logró ser Senador de la República, donde siempre destacó como excelente parlamentario. En la tribuna legislativa nunca dio tregua a sus enemigos, siendo combativo como pocos. Él es hombre directo como nadie y con éxitos indiscutibles en sus propuestas legislativas. Como actual senador se le nombró presidente de la Comisión de la Defensa Nacional y desde ese lugar se ha distinguido como se distinguió siempre, por los combates a la criminalidad y al narcotráfico.
He visto a Félix en todo momento con un sentido popular y me llama la atención su fuerza al caminar “sin guaruras” por todo el territorio guerrerense. Siempre se ve que es admirado, querido y seguro, y tiene una popularidad envidiable que ha sido lograda a través de todo lo que les cuento y que hoy en lo particular, deseo resaltar por lo que conozco de él.
Al escucharle y al comentar, discutir y compartir, descubro que es tal su entereza y compromiso consigo mismo para hacerlo con los demás, que no duda y no ha dudado en ser candidato a la Primera Magistratura de su entidad. Es relevante hacer notar que en el pasado triunfó para ser gobernador, pero la perversidad de los hombres del poder logró anular su triunfo. Lógicamente que este último evento lo identificó muchísimo, además del afecto, con las circunstancias del actual mandatario.
El día de hoy me encuentro con un Félix que seguramente será el triunfador que tiene que enfrentarse estando consciente a un nuevo enemigo, que, supuestamente de la misma casa (como el denominado “fuego amigo”), que proviene o podrá provenir de supuestos correligionarios, que sin historia ni el arraigo buscan el mismo cargo (como sucede cuando la lucha por el poder da lugar a muchas circunstancias que no son permitidas).
A todas luces vemos hoy que quienes, sin haber demostrado un trabajo constructivo de carácter social, por relaciones familiares de poder o por un nepotismo descarado, se han dedicado a atacarlo, imputándole lo que sea con la perversidad del acto de dañar para dominarlo. Espero no logren minar la respetabilidad que Félix Salgado Macedonio ha logrado con sus actos y por su propia pasión por su estado y por México y todos los que le rodean y por sus votantes a lograr el éxito.
Félix se verá seguramente enfrentado a ganarles la batalla a personas que se unen a cargos públicos habiendo amasado fortunas inconmensurables, y que con poco buscarles, no logran demostrar el origen lícito de capitales, que son inimaginables y que disfrutan y utilizan para dañar la imagen de sus contrincantes.
El pueblo en Guerrero es muy sensible, quiérase o no y está muy unido a Félix, y por ende, aún contra todos estos bastardos intereses que me permito señalar con gran entereza, que además públicamente les llaman “chapulines” porque brincan de un partido a otro y que buscan, como comentaba antes en esta historia tan compleja que el mundo externo hace de aquellos que van logrando su objetivo, en búsqueda de hacer inútil el esfuerzo de quien lo ha ganado respetable y honestamente a través de su vida.
Guerrero es un estado muy unido en relación a la visión y su entrega a quienes le dan bienestar, a quienes conocen por ser un hombre limpio y valiente a la hora de gobernar, sobre todo cuando ya lo han demostrado. El pueblo es sabio y me da gusto porque no se dejará engatusar (a los que yo llamo enanos y acomodaticios, afortunadamente la historia me ha demostrado que no llegarán si la justicia toma su lugar en las instituciones en las cuales hemos confiado). Hoy espero que Félix Salgo Macedonio, a quien aprecio y respeto enormemente, logre ese cometido tan bondadoso y tan lleno de responsabilidades ante los señalamientos que yo me permito expresar con valentía también.
Félix no solo es una esperanza, será una realidad.
Para nosotros en Guerrero, él conoce como nadie su identidad, ha recorrido infinidad de veces, a diferencia de sus contrincantes, casi todos los nichos del estado y esto le da una fuerza enorme para evitar que la intriga y las actuales redes sociales generen comentarios no válidos, dando lugar a encuestas falsas como si existiese una moneda de tres pesos y la gente la fuese a comprar.
He imaginado a Félix en circunstancias en las que independientemente del partido que lo promueva, es la garantía absoluta para gobernador. Su conocimiento de cada municipio del estado de Guerrero, en especial las zonas marginadas, las cuales abundan y para las cuales le representan una gran oportunidad para finalmente ayudarles profundamente, también será una gran oportunidad para nosotros que permitimos que suceda y que él la pueda dirigir y la resuelva.
Conociendo el aprecio y el respeto que él tiene por el presidente Andrés Manuel López Obrador, seguramente siendo la garantía plena de su lealtad podrá dar a la población marginada de la entidad, lo mejor de sí y lo mejor del sistema federal por su comprensión de la visión política que hoy enarbola el actual presidente de la República.
Pronto tendré el gusto de felicitarle y hoy le manifiesto a todos mi punto de vista, como una reflexión de un proceso de elección tan complejo que siendo el candidato idóneo, el que todos deseamos ver, lo tendremos que ver también haciendo circo y maroma ante las circunstancias de los nuevos entrantes evitando que logren su cometido.
Yo aprovecho entonces y me pongo al frente a manifestar mi visión personal porque al expresar mi voz soy tan valiente como Félix en respetar la lucha que ha iniciado desde niño. Seguramente la justicia electoral permitirá que se cumpla este cometido.
Imagino con claridad la historia de aquel niño que nace soñando y deseando lo mejor para su pueblo y por lo mismo hoy al verlo en la lucha le quiero expresar a todos ustedes, lectores míos, que no podría menos que hacer lo que estoy haciendo el día de hoy, no sólo de apoyarle con mi comentario porque esto sería únicamente personal, sino de expresar el hecho de que Gurrero merece, así como México, tener a un mandatario de su propio estado, que ha nacido demostrando su interés y profundo corazón y competencias para llevarlo a buen destino.
A Guerrero le hace falta. Y a mí como guerrerense me hace falta ver ese gran logro y por lo mismo creo que nosotros debemos ver un nuevo México lleno de logros dirigidos al bienestar y la prosperidad de cada habitante del país y en particular siendo yo de donde soy, de mi propio estado. Apóyenme, apoyen aquellos que leen el que esto suceda, porque debemos llegar a un México recto por el cual estoy peleando y por el cual no voy a ceder.
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