Ink Teatro lo volvió a hacer. Esta productora teatral siempre piensa en montajes para el público, su interés y ánimo. El resultado es la taquilla de la Sala Chopin con una fila enorme (y poco frecuente en los teatros de la Ciudad de México) bajo una marquesina con el título “GRITO al cielo con todo mi corazón”.
Hacer una obra donde la persona que se sienta en una butaca sea la prioridad es de lo más raro en la cartelera. Ya sé, todos los teatreros gritan a los cuatro vientos su preocupación por trabajar para la audiencia pero, ya en serio, muy pocos llevan las palabras a la acción. A algunos les gana la élite cultural, otros la autocomplacencia escénica y muchos cuantos, por desgracia, los compromisos institucionales o comerciales.
En toda la trayectoria de Ink Teatro, nunca he visto un tropiezo, un error significativo. Prometen y cumplen la idea de hacer teatro para el público. Y con esto no me refiero a diluir el contenido de una obra para hacerla más digerible, ni mucho menos vender un boleto de un espectáculo frívolo a favor de ser más “divertido”, sino a establecer las condiciones necesarias para que el espectador se sienta confortable en desplazarse y sentarse a ver una obra de teatro.
Con “GRITO al cielo con todo mi corazón”, el primer atractivo es una historia que conecta con la sensibilidad femenina actual. Se escoge una obra escrita por Ximena Escalante, una dramaturga con gran fama y reconocimiento dentro del gremio, impregnada de una enorme honestidad y sencillez para abordar las relaciones intrincadas entre las mujeres.
Con diferentes roles y títulos sociales, Escalante trata de explorar mediante una estructura coral cómo las mujeres, alejadas de las reglas del mundo masculino, entienden el amor; se muestra la influencia de las condiciones biológicas y los valores aprehendidos desde la cultura en la complicidad y rivalidad femeninas.
El espectáculo se compone de diversas escenas, sin una secuencia dramática convencional, que muestran las relaciones posibles en la vida de una mujer: hija, novia, madre, esposa, niña, hermana, abuela. El texto, por momentos, resulta repetitivo y hasta cierto punto predecible pero el trabajo de Lorena Maza, la directora, hace olvidar estas irregularidades al crear un montaje profundamente teatral porque aprovecha la experiencia en vivo y recurre a los mínimos elementos escénicos.
Todos los trabajos de Maza (y este año tenemos ejemplos como “Godspell” y “Rojo”) son entrañables porque lleva al límite la energía de los actores para jugar con la imaginación del público y, de esta manera, hacerlo partícipe de la acción sobre el escenario. Es increíble como con movimientos y recursos tan sencillos logra recrear atmósferas que un director menos experimentado lo haría de forma torpe y grandilocuente.
La decisión de Ink Teatro de dejar en las manos de Maza este proyecto también es atinada porque entiende la sensibilidad del público actual. Invita a sus actores a generar impulsos, gestos y silencios que, sin duda alguna, capturan la atención de la audiencia para hacerlo parte del montaje. Y, mejor aún, en el caso de “GRITO…” llega a un tono de justa intensidad sin caer en maniqueísmos o momentos de emotividad gratuita.
Todo esto no sería posible sin la participación de dos actrices dotadas de una flexibilidad y resistencia que las haga seguir la sensibilidad de esta increíble directora. La elección de tener en escena a Ludwika Paleta y Daniela Schmidt no puede resultar más favorable para llevar al público a una experiencia escénica memorable y divertida.
Estas dos intérpretes demuestran su amplio rango actoral al disponer de la fuerza y energía para desarrollar los personajes de la obra. Todo el tiempo están en escena con una resistencia corporal y emotiva fuera de serie. Se permiten sentir el pulso del público para alterar el ritmo del montaje y así poblarlo de empatía y espontaneidad.
Ludwika Paleta es una actriz con una disciplina a prueba de balas y una enorme expresividad ganada por sus considerables horas de vuelo sobre el escenario. Daniela Schmidt destaca por su poética y entrenamiento corporal; ella pertenece al grupo de las mejores actrices de este país que merece el reconocimiento del público a partir de este proyecto.
Por si no fuera poco, “GRITO…” está ubicado en la Sala Chopin (conocida por otros como Central Chopin) que es uno de los mejores teatros de la ciudad debido a su ubicación, servicios alternos como valet parking y una cordialidad de su personal dignos de señalarse.
Ink Teatro se anotó un gol (de nuevo) con este proyecto. Aplaudo su entrega, compromiso y planeación estratégica para hacer teatro en condiciones tan espinosas como las actuales. No hay duda que “GRITO al cielo con todo mi corazón” es y será un éxito; esa sala estará llena todos los meses de la temporada y el público saldrá convidado a regresar al teatro. Y para todos los del gremio, este montaje es y será una buena lección para pensar primero en el público.
“GRITO al cielo con todo mi corazón”
De: Ximena Escalante
Dirección: Lorena Maza
Central Chopin (Álvaro Obregón 302, colonia Roma)
Viernes 20:30 hrs., sábados 19:00 y 21:00 hrs., domingos 17:00 y 19:00 hrs.
Me quede con ganas de verla!! el fin de semana que dispuse para ello me encontré con que ya no estaba.
Vuelvan a poner ¨Grito al cielo con todo mi corazón¨ !! por favor…