Las circunstancias que dejan a su paso la pandemia que nos enfrentamos los mexicanos, o como le llaman desde “el Palacio de las ocurrencias” (Palacio Nacional), la “nueva normalidad”, son un verdadero reto, en todos sus niveles y factores. El día a día y la forma de relacionarnos, nos ha cambiado y nos adaptamos o ponemos en alto riesgo nuestra integridad y la de nuestros seres queridos, y por supuesto, de nuestros negocios, independientemente del tamaño del mismo.
Y dijera mi compadre, “si no estamos juntos, estamos perdidos”, porque sólo mediante la solidaridad real y un encadenamiento productivo y social, podremos salir adelante, o mejor dicho: el impacto de las erráticas decisiones del gobierno federal, tanto antes del COVID-19, durante la emergencia sanitaria y posterior, tendrán un efecto menos nocivo a las actividades económicas y sociales en general, resumidas en una breve frase, “estamos solos sin el gobierno, pero juntos como sociedad”.
Según analistas económicos y sociales, lo que viene en el país es de proporciones incomparables con alguna otra crisis del mundo contemporáneo; lo más cercano es a la Gran Depresión del 29, que en nuestro país causó efectos económicos desastrosos, y fueron paleados por el petróleo y la industria minera, pero ¿será que en verdad nos encaminamos este desastre económico y social, provocado por el desgobierno federal? O sólo es un escenario catastrófico que nos pintan los analistas y ¿podrá ocurrir el milagro mexicano?
Lo deseable siempre será que a México le vaya bien, pero tenemos que ponernos manos a la obra, las cosas no se dan solas; para los cuatro teístas es pertinente aclararles en términos religiosos, que Dios da, pero no acarrea; tenemos que hacer comunidad y desarrollar nuevas y mejores relaciones productivas y sociales. No podemos esperar ya nada de este gobierno inepto e incapaz; de salvar del desempleo a los trabajadores formales, desde el sector patronal, el sindicato que lidera Gustavo de Hoyos Walter.
La Confederación Patronal de la República Mexica, la COPARMEX, ha propuesto una salida que al parecer de mi compadre, es justa y equitativa, porque todos ponen algo, pero principalmente se respalda a los que menos ingreso nominal reciben: a los trabajadores de México, a ellos que soportan sobre su sudor la economía formal.
La propuesta, dijera mi compadre, está a “todo mecate”, o como les gusta a los seguidores del predicador del palacio de las ocurrencias, una propuesta que genera bienestar y ayuda a los que menos tienen. La COPARMEX la denomina #ElSalarioSolidario: respaldar a los trabajadores es un deber del patrón y del gobierno y máxime si son los que generan esos ingresos de los que, tanto patrones como gobierno, viven; el problema es que sólo los patrones tienen tal disposición y el gobierno ha dejado a la deriva a sus gobernados; por eso, como dijera mi compadre, es una reverenda chin…ra.
¿Qué debiera estar haciendo el gobierno? En lugar de predicar y reinventar el país cada mañana, deberían estar enfocados en la restructuración de la economía; enfocados en que no se pierdan más empleos, que la economía no tenga una caída tan pronunciada o al menos, dijera mi compadre, en que la gente no se muera por sus tonterías… La pandemia ha sido muy mal manejada por cualquier área que se quiera ver, diría Facundo Cabral, el peje, es pen… esférico, o sea, por donde se le vea, tres intentos de ser presidente y tenía todas las soluciones para llegar y hacer todo al revés y muy mal, ya nos está “saliendo más caro el caldo que las albóndigas”. México pasó muy rápido del voto del castigo, a ser castigado por su voto; increíblemente dice defender a los pobres y tal parece que, en lugar de sacarlos de pobres, quiere tener a más a quienes defender. Lamentablemente la pobreza será el estigma que seguirá por siempre al pejecito, pero lo más grave, es que no vemos para cuándo esto cambie.
Ser solidarios será el mecanismo de salvación de los mexicanos; por tal motivo #ElSalarioSolario es un mecanismo muy bueno para salvar del desempleo a millones de mexicanos. “¡Presidente!”, dijera mi compadre, “no la chifle que es cantada”, déjese de llevar a su mamá a dar la vuelta y gobierne este país como Dios manda.
Tanta ciudadanía cuanto sea posible, tanto gobierno cuanto sea necesario.
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