La dimensión de la crisis

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Hay que defenderse de todo lo que somos,

pero de tal manera que no lo destruyamos.

Elias Canetti.

En éste, nuestro período de transición, el discurso político alude con frecuencia a la crisis. Es un concepto de múltiples interpretaciones que darían una idea desastrosa de la situación del país, sin que medie una argumentación racional. Las visiones particulares se imponen a la objetividad.

La crisis se refiere, en una de sus acepciones, a momentos ante los cuales se exige tomar decisiones de gran envergadura como posibilidades de cambio. Institucionalmente es la búsqueda de soluciones pertinentes a problemas estructurales que se reiteran en la historia de México. No obstante, gradualmente nos hemos acercado a la conciencia de nuestras potencialidades con avances y retrocesos, sin menospreciar lo que ha funcionado y con la superación a los obstáculos materiales e intangibles que se oponen a nuestro desarrollo.

Cabe hacer un ejercicio comparativo, en los días que corren, entre las condiciones que presentan las seis federaciones que existen en el Continente Americano: Argentina, Brasil, Canadá, los Estados Unidos, México y Venezuela. Las categorías de análisis son: Población y Territorio, Política, Economía, Gobierno y Ética Pública, y Sociedad. Todas ellas están entramadas en la complejidad del sistema global actual.

La dificultad que se presenta es comparar con los mismos parámetros a sociedades tan distintas. Nos orienta, sin embargo, a ubicar la dimensión de la crisis en nuestro continente y en el país.

En lo referente a población y territorio, Canadá, con 37 millones de personas en casi diez millones de km2 (densidad 4 hab/km2), se encuentra en una situación ideal. Es un hecho que le obliga a abrir las puertas a la inmigración procedente de todas partes del mundo.

Estados Unidos, prácticamente con la misma extensión que Canadá, cuenta con 325 millones de habitantes (33 hab/km2). Teóricamente contaría con un margen importante de maniobra, pero debido a su modelo de desarrollo demanda, a veces subrepticiamente, inmigrantes, primordialmente mexicanos y centroamericanos, dispuestos a realizar los trabajos más modestos, pero mucho mejor remunerados que en sus lugares de origen.

Las contradicciones entre las políticas migratorias estadounidenses y el flujo imparable de inmigrantes generan graves problemas de relaciones internacionales por, habida cuenta de las presiones provocadas por el tráfico de drogas, armas y personas.

En este rubro, se está en mejores condiciones de interpretar nuestras semejanzas y diferencias, con base en la tabla siguiente:

densidad

No obstante estas disparidades, conviene analizar la política para comprender las circunstancias de estabilidad y/o inestabilidad. Como se observa en el cuadro próximo, tres de los múltiples factores que integran esta categoría expresan una idea del estado que guarda cada uno de los países seleccionados.

Argentina

Sin embargo, los números no revelan que, en Argentina, la expresidenta Kirchner está bajo proceso judicial por seis causas de corrupción; que, en Brasil, Dilma Rousseff fue depuesta, el expresidente Lula está en prisión y al decidir no presentarse, propuso a Fernando Haddad como su sustituto, y que Bolsanaro, candidato de la ultraderecha, fue víctima de un atentado.

En Estados Unidos, el propuesto por Trump para presidir la Corte está acusado por el delito de intento de violación. El propio presidente está constantemente señalado por conductas inapropiadas presuntamente delictivas. En Venezuela se realizaron elecciones cuyos resultados han sido cuestionados por la comunidad internacional. México celebró elecciones generales sin mayores tropiezos.

La política se vincula con la economía, al ser complementarias para la confianza y credibilidad del país y sus instituciones. En los datos subsecuentes se comparan algunas particularidades de cada nación.

Producto Interno Bruto
Una vez más, los datos esconden la gravísima situación de Argentina, con una devaluación imparable de su divisa frente al dólar y su liquidez depende del FMI. Venezuela se halla en un colapso económico sin precedentes. Mientras tanto, Canadá, Estados Unidos y México mantienen un ritmo de crecimiento reducido pero constante.

La política y la economía dan paso a una fortaleza gubernamental fundamentada, entre otros indicadores, en el gasto público, en la eficacia, en la rendición de cuentas, en la ética pública y en la calidad regulatoria.

PIB

Habrían de añadirse los puntos finos que expliquen el funcionamiento del aparato público. Significa atender las fallas entre la planeación y la organización, la coordinación, la ejecución, la evaluación y el control de los programas gubernamentales.

En México se emiten leyes, reglas y procedimientos profusos, difusos, redundantes y confusos. Es por ello que ocupamos los lugares tan lamentables expresados en la tabla, señaladamente en rendición de cuentas y corrupción.

Todos los indicadores apuntados repercuten en las condiciones sociales. Se miden por el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y se contrastan con estadísticas que expresan la crudeza de la violencia.

Índice de Desarrollo Humano

El bienestar integral y la paz social son inseparables. Aunque el IDH en México es aceptable, la violencia lo reprueba por la ausencia de cohesión social.

Sintetizo:

  • De los cinco países, México es el que presenta mayor densidad de población. Al igual que los otros, sufrimos una concentración urbana muy grande frente a una dispersión aguda, con la problemática que conllevan;
  • Canadá y Estados Unidos son receptores de población. Argentina y Brasil prácticamente no presentan intercambios de personas. Por el contrario, en México la emigración hacia Estados Unidos que ocurre, desde hace décadas, por la cercanía territorial y la asimetría económica, aunadas las dos a la esperanza del “sueño americano”. En los últimos meses, en Venezuela se agrava el fenómeno por el éxodo masivo hacia los países vecinos debido a la situación interior;
  • Según los datos rescatados, la vida política mexicana muestra debilidades que reclaman una intensa tarea para superarlas. Resulta inaplazable la instrumentación de un Estado de Derecho eficaz, para pasar de una “democracia imperfecta”, como se ha calificado, a una democracia plena. A propósito, sólo Canadá alcanza esta calificación;
  • En cuanto al PIB per cápita, México requiere continuar en su propósito de salir del quinto lugar de la muestra en estudio. Debemos mantener bajo control la deuda y la inflación, así como intensificar la creación de empleos a fin de mitigar la informalidad laboral.
  • En gobernanza y ética pública queda mucho por hacer. Todavía somos ineficaces y opacos en diversos rubros. Esto nos llama a profundizar la lucha contra la corrupción en todos los sectores y a desechar la negligencia, la simulación y la impunidad. Es mandatorio extirpar la soberbia y la insensibilidad en el ejercicio del poder;
  • Podemos avanzar en lo social, en el Índice de Desarrollo Humano, siempre y cuando nos decidamos, con toda la fuerza del Estado y la colaboración comprometida de la sociedad organizada, a fin de detener y erradicar la violencia.

La crisis que vivimos no es ajena a la que enfrentan otros países. Nuestro primer paso debe ser la recuperación de la credibilidad y de la confianza. Su ausencia nos lleva a juzgar arbitrariamente todo lo que nos sostiene. Una identidad conducente a reconocer la unidad en la diversidad. Con ello aumentar nuestra capacidad de adaptación como principal recurso para aprovechar la oportunidad que nos da este cambio institucional.

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Lucia Ramurez Ortíz

Muy buen análisis querido amigo y oportuno ante la nueva administración pública pública, el Presidente electo debería asesorarse con expertos como tú que fuiste Director del INAP y de los egraesados de esa gran Institución el País lo requiere con urgencis.

Estupendo análisis. Me orientan a no considerar que mal de muchos, consuelo de tontos. Ya sabemos de qué pata cojeamos: se abre hoy una coyuntura para actuar racionalmente, cmo lo señalas al principio del artículo. Gracia hermano.

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