México atraviesa por una de las crisis más graves de su historia reciente, los fenómenos meteorológicos han dañado severamente a nuestros compatriotas dejando innumerables pérdidas materiales y un alto número de víctimas.
Las víctimas, desde quienes perdieron la vida, hasta los que lo perdieron todo. Con todo y eso México se pone de pie en la reconstrucción, el Gobierno de la República ha sido capaz de enfrentar el fenómeno con responsabilidad política y social, la gran cantidad de recursos asignados a la reconstrucción, sumados a las toneladas de ayuda enviadas por los ciudadanos están haciendo posible que quienes resultaron afectados se sientan atendidos y tanto con el Gobierno Federal, como con sus conciudadanos se empieza de nuevo a recomponer el tejido social, los niveles de solidaridad de pueblo y gobierno juntos empiezan a manifestarse como un fenómeno extraordinario mediante el cual se volverá mucho más fácil salir de esta crisis, pero al mismo tiempo se está construyendo un México más humano y por ende mejor.
Somos capaces de reconocer que esta crisis puede convertirse en la gran oportunidad de una nueva y mejor gobernabilidad, aprovecharemos lo que nos ofrece el presente para tener un mejor futuro. En todo este caos ha quedado en evidencia la irresponsabilidad de muchos de los gobiernos anteriores, en donde no se ha impedido que los asentamientos humanos se den en las riberas de ríos y lagunas o en barrancas o pie de cerros que se desgajan, de hecho muchos pequeños poblados existen en donde no llegan los servicios urbanos y con ello hasta el abasto es mucho más caro y para colmo para quienes menos tienen.
Insisto en que esta puede ser una gran oportunidad, incluso de reubicar a mucha gente en poblaciones con mayor infraestructura y al mismo tiempo podemos aprovechar para hacer más productivo al campo.
Muchas cosas tenemos que aprender y aprovechar de esta triste situación que hoy nos ha llenado de luto, a pesar de los muchos avisos que dio el Gobierno federal a los estados de la República, la mayoría de ellos desestimaron las advertencias y quedó en evidencia que son muy pocos los gobernadores que cuentan con protocolos de actuación en materia de protección civil. Lamentarse por lo sucedido no va a sernos útil, sin embargo es momento de reconocer las debilidades para conformar planes que permitan que cuando la historia se repita, que aunque sea difícil y en las mismas condiciones de gravedad, de cualquier manera los desastres naturales seguirán existiendo, tenemos que ser capaces de responder de manera más rápida y eficiente.
Quienes han venido criticando al Presidente Peña Nieto, en cuanto a que por donde ha pasado supervisando las labores de ayuda y reconstrucción las cosas han sido planchadas, no saben que Peña Nieto, ha actuado de manera mucho más cercana a la población y de manera más que natural, que como ningún otro ha estado supervisando de manera personal los trabajos realizados y a veces olvidamos que en el pasado los presidentes sólo iban para la foto y enviaban en el mejor de los casos a secretarios a atender los problemas, sin mojarse los pies.
México en las tragedias es un país solidario, y es esta la solidaridad que tenemos que aprovechar e impulsar para luchar en contra de la desigualdad social y de fenómenos como la inseguridad. La gente está viendo a las fuerzas armadas trabajar hombro con hombro con la población, con ello se ganan el respeto y cariño de la gente, si esto se usa adecuadamente y con inteligencia ( en todos sentidos), el gobierno del país tendrá más aliados.
Ver a un país tan volcado hacia la ayuda a sus semejantes es un verdadero orgullo, y esta tragedia podría convertirse en la gran opción de un México mejor.
@Fschutte
