Y es que la verdadera reforma comienza allí donde termina la parte nodal del trabajo legislativo. Porque las reformas cuando son realmente valiosas no se decretan, se viven.
Las posiciones fueron siempre claras: la voluntad férrea en los actores clave del gobierno, la disciplina evidente en el contingente legislativo del PRI, congruencia en la oposición panista y en la oposición de izquierda, la crónica de una revuelta anunciada.
La Energía es un tema a la vez popular y de especialistas. Por una parte muchos mexicanos tienen una serie de imágenes-clisé en su acervo referencial asociadas a la cuestión energética o mas precisamente a los asuntos petroleros. Una suerte de nacionalismo vinculado con la defensa de los considerados intereses esenciales del país, con una verbalización sin expresiones claras, vaga pero bien anclada. Otros, en cambio piensan conocer desde las perspectivas económicas o geológicas muchos de los temas vinculados a la energía. Son los menos pero tienen en su favor espacios de expresión privilegiados. La palestra, la cátedra, los medios.
Los Españoles vivieron su Guerra Civil, los norteamericanos asiáticos y Europeos su Guerra Mundial y los mexicanos su nacionalización petrolera. Todo ocurrido entre el final de los 30 y mediados de los 40. La izquierda Cardenista desde luego pero también el priismo pre-transición defendieron siempre el principio de una mexicanidad asociada a la inalienabilidad del combustible fósil. El petróleo quedó desde entonces como un tema tabú, su sobrecarga fiscal y su condición de caja del gobierno, fueron minando sin embargo la rentabilidad de las empresas del Estado asociadas a su explotación.
En años relativamente recientes, los costos de producción de cada barril, (durante años un secreto de estado) fueron creciendo hasta salirse de toda proporción y de todo método comparativo en el mercado. El asunto se hizo escándalo cuando se comenzó a percibir el éxito, por lo menos en imagen y prestigio de ese alter-ego de Pemex que es PETROBRAS.
Schell y BP, demasiado lejanas, las norteamericanas demasiado asociadas a medio oriente y las otras, si, demasiado pequeñas en la percepción sesgada de los mexicanos, no representaban un reto a la imagen de PEMEX, durante muchos años la mas grande compañía latinoamericana, punto.
Poco a poco la gota de la comunicación fue permeando en círculos vinculados a intereses económicos asociados a la explotación de los hidrocarburos. La presión sobre los diversos gobiernos desde priistas y panistas se fue haciendo mas grande.
Así, la generación de industriales, profesionales y políticos coetáneos de Enrique Peña, tenía hasta hace unos cuantos días sobre sí, una pesada espada de Damocles apuntando a ese ducto mayor de la capilaridad del sistema, la yugular llamada PEMEX. Las promesas de campaña, la capacidad negociadora de los nuevos funcionarios, el bono de credibilidad, el apoyo de los industriales y los medios de comunicación aunados a la necesidad de autoridad, que precedieron la vuelta del PRI al poder, hicieron sinergia para lograr una serie de reformas y particularmente la difícil Reforma Energética
Ya pasó, cierto, y ya son mas de 25 los Estados que la han ratificado en sus congresos. El pacto federal parece así refrescarse, sin embargo, mucho, mucho, casi todo, queda por hacerse.
Allende el multi-mentado, cada vez mas inútil, anquilosado y falto de creatividad, Círculo Rojo, otra reforma necesita hacerse… la verdadera reforma, la reforma de las mentalidades.
Se requiere provocar una serie de nuevas preguntas, trabajar en las universidades y los tecnológicos para adecuar a esta situación inédita las nuevas profesiones y los nuevos oficios. Los Think Tanks deben trabajar con creatividad los nuevos escenarios.
Recuerdo, hace 30 años, estudiante en Francia, un anuncio en el cine, financiado no por Total-Elf –Fina, sino por el gobierno galo, que decía… En France, nous n’avons toujours pas du petrole… Ayons la suite dans les idées… (En Francia seguimos sin petróleo… tengamos ideas…). México requiere ahora no una consulta popular ni un plebiscito sino una discusión prospectiva respecto de esa lista de tareas necesarias a la renovación de las ideas en materia de energía y no sólo el petróleo sino lo nuclear, lo solar, lo eólico también. El modelo energético de México, esta en la base de su crecimiento, la educación depende también de los recursos que este nuevo modelo pueda generar.
Cuáles ingenierías?, qué oportunidades comerciales?, qué empresas de transformación secundaria para la agregación de valor?, que vías comerciales?, que modelo de repercusión y permeado de los recursos?. Qué porvenir para las PYMES?, preguntas y mesas de trabajo todas, que deben animarse en los Estados, en los gremios, las universidades y en las regiones, para adaptarse por una parte e intervenir con visión y proyecto la nueva circunstancia. Sólo así se resolverá el cómo llevar los recursos para apoyar un sistema de igualdad de posiciones que lleve a uno de igualdad de oportunidades? Mayor democracia, mejor educación mas crecimiento.
Estas, entre muchas otras preguntas deben formularse en todas las escalas de la peculiar pirámide social mexicana para transformarla y lograr así ese resultado mayor que sólo podrá ser positivo con el adelgazamiento de la base. Vivamos la reforma, hagámosla que decretada ya está.
