La Sociedad del Mont Pélerin

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Un problema que el neoliberalismo ha obviado en general es la destrucción de la naturaleza y el creciente deterioro del medio ambiente en el planeta, lo cual es ya el principal peligro para la supervivencia de la humanidad.

 

Entre 1975 y 2015 el mundo ha tenido una profunda transformación en todos los órdenes. Cambió radicalmente la economía, la idea de la política, de la moral y aún de la naturaleza humana. Este cambio ideológico se debe en gran medida a la emergencia y consolidación de la globalización y del llamado neoliberalismo. Este último es el tema del magnífico libro de Fernando Escalante Gonzalbo, editado por El Colegio de México.

El predominio ideológico del neoliberalismo en estos cuarenta años se ha expresado principalmente en lo económico, pero también en los planos político, social y cultural. El neoliberalismo agrupa a diversas corrientes del pensamiento económico y político en ocasiones encontradas entre sí, pero con rasgos comunes principalmente en la concepción de las libertades económicas y en el individualismo. Una idea predominante es la superioridad técnica y moral de lo privado sobre lo público.

El liberalismo surge como producto de la Ilustración de finales del siglo XVIII y se expresa en la independencia de Estados Unidos, la revolución francesa, la independencia de los países hispanoamericanos y en la promoción de los derechos civiles y políticos.

Se generan posteriormente los movimientos socialistas que van desde la social-democracia hasta la creación de la Unión Soviética. En los países capitalistas emerge el modelo keynesiano y del Estado de bienestar social, que se consolidan al término de la Segunda Guerra Mundial y durante la Guerra Fría. Es también la época del desarrollismo en algunos países latinoamericanos como en México de 1940 a 1970.

La Sociedad del Mont Pélerin nació para promover la ideología del neoliberalismo. Un antecedente de la Sociedad es la reunión internacional celebrada en París en agosto de 1938 con motivo de la publicación del libro de Walter LippmannThe Good Society”. Asistieron entre otros, Raymond Aron, Ludwig von Mises, Friedrich Hayek. Se trató de la defensa del mercado, la libertad individual y el Estado de Derecho. Esta reunión se celebró en el contexto del debilitamiento de la democracia parlamentaria frente a los totalitarismos comunista y nazi-fascista. Un año más tarde inició la Segunda Guerra Mundial.

Del 1 al 10 de abril de 1947, la Sociedad del Mont Pélerin se reunió por primera vez en el Hotel du Parc de Mont Pélerin en Suiza para promover una filosofía de la libertad. Se reunieron empresarios estadounidenses críticos del “New Deal” de Roosevelt con pensadores de varios países. El contexto era el de la guerra fría y del fortalecimiento de la URSS y aprovecharon para rechazar el modelo keynesiano y el Estado de bienestar social. Entre los miembros más conocidos de esta Sociedad además de Hayek, destacan Karl Popper, Milton Friedman, James Buchanan, Václav Klaus. Se postuló la libertad económica individual, el rechazo de lo público, la defensa del mercado y del poder del Estado para crearlo y preservarlo.

De ser una ideología marginal, el neoliberalismo llega al centro de la atención política por el desgaste del modelo de bienestar social, la llamada “Crisis Fiscal del Estado” y el fin del modelo keynesiano.

A fines de los años setenta y en la década de los ochenta, primero el gobierno de Margaret Thatcher en el Reino Unido y más tarde el de Ronald Reagan en Estados Unidos aplican las tesis neo-liberales. Así, a finales de esa década, la caída del Muro de Berlín y un poco más tarde la desintegración de la Unión Soviética, así como el proceso modernizador de China marcan el cambio de época.

Se generaliza en numerosos países la aplicación del neoliberalismo con rasgos característicos como la privatización de activos públicos, liberalización del comercio internacional, de los mercados financieros, del movimiento global de capitales, así como la introducción de criterios empresariales en la gestión pública, la reducción de impuestos, del gasto público, del déficit y la inflación. Sin embargo, se postula un Estado fuerte para crear, sostener y preservar el mercado.

El neoliberalismo tiene un vínculo estrecho con los modelos de la economía neoclásica y su idea de la ciencia. Pero no es sólo un programa económico sino una ideología con una interpretación del mundo, del orden social, de la justicia y de la condición humana, que repudia lo público y lo social. A partir de esta concepción recomienda a las economías emergentes liberalizar, privatizar, desregular y flexibilizar, como medio del progreso y el crecimiento.

Uno de los rasgos fundamentales del mundo contemporáneo es la innovación científica y tecnológica que ha marcado una época sin precedentes en la historia. Esto ha repercutido en grandes beneficios para la humanidad y ha permitido resolver problemas ancestrales.

Los saldos del neoliberalismo son polémicos. Si bien en varios países introdujo un enorme dinamismo económico, no logró disminuir la pobreza, salvo en los temas resultado del avance tecnológico, e incrementó en numerosas naciones la desigualdad. En muchos países se sacrificó el interés general de la población.

En todo caso un problema que el neoliberalismo ha obviado en general es la destrucción de la naturaleza y el creciente deterioro del medio ambiente en el planeta, lo cual es ya el principal peligro para la supervivencia de la humanidad. No es posible en aras de la libertad económica de un grupo de empresas e individuos destruir a la naturaleza y al planeta.

La primera reunión de la Mont Pelerin Society , en 1947 , fue presidida por FA Hayek (izquierda ) . Ludwig von Mises está sentado en la primera fila , tercero desde la derecha . Mont Pelerin Society Records, Envelope J , Hoover Institution Archives.
La primera reunión de la Mont Pelerin Society, en 1947, fue presidida por FA Hayek (izquierda ). Ludwig von Mises está sentado en la primera fila, tercero desde la derecha. Mont Pelerin Society Records, Envelope J, Hoover Institution Archives.
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Miguel Mancera

Verdad es que los países dónde se ha venido practicando, en mayor o menor grado, el llamado neoliberalismo, han descuidado la naturaleza, también en mayor o menor grado, según de cuál se trate. Pero resulta curioso observar que quienes hacen este señalamiento se abstienen de mencionar el descuido mucho mayor ocurrido en los países de economía dirigida. Recuérdese la destrucción de los bosques de China durante el “Gran Salto Adelante” de Mao, y téngase presente que Beijing y otras ciudades de ese país son de las más contaminadas del mundo. Recuérdese también el grado de contaminación, mucho mayor que el de ahora, existente en los países de Europa Oriental cuando pertenecían al Bloque Soviético. El descuido parece ser de la humanidad en general, pero hoy en día está de moda echar la culpa de todo al neoliberalismo y, a la vez, es políticamente incorrecto criticar a sus opositores.

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