Las diferentes industrias que conforman el aparato productivo nacional están comenzando a dar a conocer sus resultados al cierre del segundo trimestre de 2020 (2T-2020), periodo completamente inmerso en la actual pandemia de COVID-19.
La industria de las telecomunicaciones no ha quedado exenta de los impactos causados por esta crisis sanitaria, al registrar fuertes efectos en su desempeño operativo y financiero, derivado del contagio desde la pandemia a la macroeconomía y ahora al sector. En este trimestre (2T-2020) comienzan a tomar dimensión estos impactos y serán meses caracterizados por ser los mayormente afectados (¡hasta ahora!) por la pandemia.
Estimaciones oportunas del INEGI apuntan que el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo anualmente 18.9% respecto al mismo trimestre del año anterior, profundizando aún más la depresión en las expectativas de crecimiento para la economía en su conjunto en 2020, así como para el desempeño sectorial.
Ingresos y líneas móviles
Durante el 2T-2020, los ingresos del mercado móvil registraron una contracción de 18.3%, nivel muy similar a la caída observada por la economía en su conjunto. Asimismo, destaca por ser 30.1 puntos porcentuales menor al crecimiento del trimestre inmediato anterior.
En términos absolutos, los ingresos de este mercado contabilizaron $59,814 millones de pesos (mdp) durante el 2T-2020, resultantes del marcado descenso (41.6%) de ingresos provenientes de la venta de equipos y de la disminución del componente de servicios por 6.2%.
Estas cifras negativas son resultado del menor uso de las redes celulares, por la inducida inmovilidad social, por el confinamiento, por la contracción económica y por el consecuente menor poder adquisitivo de la población. Estos factores impactaron a la baja la demanda de servicios móviles e imposibilitaron la adquisición y renovación de equipamiento.
En líneas, a pesar de que, en el primer trimestre de 2020, se empezaron a sentir los efectos de la pandemia en su contabilidad, fue hasta el segundo trimestre cuando impactó en mayor magnitud ésta, al tener lugar una pérdida neta de 4.8 millones de líneas frente al trimestre inmediato anterior.
Durante el 2T-2020, se contabilizaron un total de 119.0 millones de líneas, que representa una penetración de 94.0 líneas de servicio por cada 100 habitantes, 3.8 puntos porcentuales menos a lo observado en el periodo inmediato anterior, que nos aleja ligeramente del nivel de acceso universal (100%).
Los resultados del segmento durante el segundo trimestre del año muestran un fuerte impacto de la pandemia, en términos de una contracción cercana a 20% en ingresos en su comparativo anual. A pesar de haber observado durante el trimestre previo una dinámica contracíclica, el confinamiento social y la parálisis económica provocaron que el comportamiento de los ingresos móviles siguiera la misma ruta de caída que la economía en su conjunto.
Subsegmentos de prepago y postpago
Los ingresos por la provisión de servicios en el subsegmento de prepago ascendieron a $22,567 millones de pesos, cifra 11.3% inferior a la registrada en el 2T-2019. Esta contracción es atribuible al menor consumo de servicios, traducido en menores en montos de recarga promedio que se acompañan de un más largo periodo en su realización.
Desde el lado de la oferta por parte de las empresas móviles, el cierre de puntos de venta, Centros de Atención y Contratación, ha causado estos efectos. Mientras que, desde la demanda por parte de los usuarios móviles, la menor disponibilidad de recursos y priorización por el consumo de bienes alimentarios y médicos, así como el confinamiento y parálisis social, propiciaron esta dinámica en el subsegmento.
En postpago, el impacto pandémico fue menor al registrar una caída anual en ingresos por servicios de 1.3%, con un monto de $21,777 millones de pesos. Ello debido a la disminución en la capacidad económica de los consumidores.
La migración a ofertas más asequibles, la contratación de planes básicos de contingencia, así como la menor demanda de conectividad móvil, por el periodo de cuarentena, causaron una reducción en el consumo de servicios móviles.
Durante este periodo, dos estrategias del mercado dieron soporte económico a los consumidores y ayudaron a mitigar los impactos en este subsegmento: el lanzamiento de paquetes de contingencia y la incursión de ofertas disruptivas en términos de precios y canasta de servicios.
Estructura del Mercado
Al 2T-2020, el peso del preponderante en los ingresos móviles ascendió a 72.0% del total y sigue una trayectoria ascendente en el último trienio. En líneas, ha reconcentrado su posición para llegar a 63.3% del total y ha abandonado la trayectoria hacia una estructura de mercado más competitiva.
Esta cuasi perenne y desproporcionada huella de mercado prácticamente impide que sus competidores puedan ofrecer en igualdad de condiciones sus servicios, al contar con recursos económicos, políticos y mercadológicos superiores, así como merma la libertad de decisión de operador y limita la capacidad de aceptación de precios de los consumidores.
De ahí la necesidad de implementar un mayor número de medidas compensatorias de mercado adicionales en la búsqueda de mayor efectividad.
A más de seis años de la aplicación de medidas niveladoras del terreno competitivo en el mercado de telecomunicaciones en México y más de dos desde su primera revisión, se ha perpetuado la posición de un solo jugador, el preponderante en telecomunicaciones: América Móvil (Telmex-Telnor/Telcel).
Impactos de COVID-19
La economía mexicana enfrenta un escenario marcadamente recesivo en lo que va de 2020, cuya longevidad y profundidad es aún desconocida e, incluso, impredecible.
Durante el segundo trimestre, comenzaron a tomar dimensión los efectos generados por COVID-19 sobre el mercado de las telecomunicaciones móviles.
Para hacer frente esta situación, los operadores en el mercado han implementado diversas estrategias para adaptarse a las nuevas circunstancias y permanecer cercanos a sus clientes. Asimismo, han flexibilizado sus ofertas comerciales para apoyar a sus clientes y mantener su preferencia y lealtad. A pesar de que estos mecanismos ayudaron a mitigar parcialmente las afectaciones a los clientes, éstas han dejado huella en términos de pérdida de ingresos.
Inevitablemente, este sector ha padecido los estragos económicos causados por la pandemia de COVID-19, a pesar del creciente ritmo de contratación y demanda de la conectividad móvil manifiesto desde hace varios años.
No obstante, se espera que esta depresión en el consumo móvil se recupere, en la medida en la que se estabilice y se reactive el aparato productivo nacional, pero también como consecuencia de la ascendente incorporación de estos servicios en la vida social y profesional de todos los mexicanos.
También te puede interesar: Brecha de conectividad en los Estados.