Migración y aplicación de aranceles a México

Lectura: 3 minutos

El problema de la migración mexicana hacia Estados Unidos es estructural, y data de hace más de 40 años, motivo por el cual el objetivo final y principal de ambos países en la firma del TLCAN era generar mayor número de empleos en México y en la región, así como elevar el nivel de vida de la población con el fin último de reducir los flujos migratorios.

En los 25 años de vigencia del TLCAN ha prevalecido un esquema de simulación e improvisación, motivo por el cual ninguno de sus cuatro primeros objetivos se logró y, por tanto, el quinto, que era mayor generación de empleos y elevar el nivel de vida de la población, tampoco; en consecuencia, durante su vigencia, la migración mexicana continuó prácticamente en el mismo nivel y en algunos años en un nivel superior, pues los pocos empleos generados se ubicaron en la maquiladora básica de ensamble, lo que significó el decreciente valor agregado en nuestro país y, por tanto, un decreciente nivel de vida de grandes núcleos de la población mexicana, que para satisfacer sus ingentes necesidades, tuvieron como alternativa más promisoria emigrar a Estados Unidos.

Esta situación ha sido agravada por la creciente migración de otros países, principalmente de América Central desde el año 1997, sin que hubiera visos para el establecimiento de una política mexicana realista al respecto.

Aracncel en el acero.
Fotografía: IDC.

Por tanto, ahora que la migración mexicana y la de otros países han provocado la crisis, se ve la posibilidad de aplicación de medidas arancelarias de retorsión, que son resultado de la carencia de una estrategia orientada a aprovechar adecuadamente el TLCAN y que atendiera elementos fundamentales como la competitividad, el fomento y el comercio exterior, lo que se ha reflejado en resultados más que mediocres para la economía mexicana, pero que nuestros altísimos funcionarios han pregonado por todo el mundo señalando que han sido muy exitosas gracias a que “tenemos al mejor y más experimentado equipo negociador” –lo que sólo Trump y un reducido grupo de mal informados, ignorantes y cándidos mexicanos les creen–; situación que ha derivado en la posible aplicación de aranceles hasta que se reduzcan los flujos migratorios.

Naturalmente, el problema no se va a solucionar hablando como lo han hecho en los 25 años más recientes nuestros supuestamente muy experimentados funcionarios, sobre todo, si en realidad no logramos un mayor desarrollo económico. Y, en relación con la migración de fuera de la región, si no la detenemos en la frontera sur, utilizando los medios jurídicos que establecen los requisitos para internarse en el país de manera legal y pacíficamente; mostrando que existe la voluntad para poner en orden el desorden, causado por la nula aplicación de la ley por parte de nuestros altísimos funcionarios.

Para el caso de México, independientemente de ese gesto de buena voluntad, hay que trabajar en la elaboración de un proyecto integral y realista de comercio exterior que permita generar los beneficios que normalmente produce este sector, y que otros países han demostrado que es muy posible siendo verdaderamente exitosos en la materia, contrariamente a lo que ha pasado en nuestro país.

Flujo migratorio.
Fotografía: Periódico Síntesis.

Sin duda, esto generará oportunidades de empleo y bienestar en nuestro territorio y reducirá los flujos migratorios hacia el país vecino.

La posible retorsión o respuesta de México a Estados Unidos debe ser muy bien estudiada, pues de los 50 principales productos de exportación mexicana a ese país en 2017, un total de 26 fueron productos de consumo por un total de 97,272 millones US, en tanto que sólo 11 procedentes de Estados Unidos pertenecen a este sector por un total de 10,890 millones.

Por el contrario, 24 productos mexicanos por un valor de 69,436 millones US fueron insumos, en tanto que 39 productos norteamericanos por un total de 57,771 millones también fueron insumos, siendo los tres principales productos importados: gasolina, gasóleo y gas natural; es decir, elementos esenciales para mantener a la planta productiva nacional en operación.

Sin duda, las características de la estructura y la reducida diversidad de nuestra exportación, contrariamente a la que presenta Estados Unidos, juega en contra nuestra como lo ha jugado la simulación e improvisación prevaleciente en nuestra política de comercio exterior y, sin duda, esto tiene que ser considerado y evaluado de manera muy inteligente.

Anexos:

0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
1 Comentario
Más viejo
Nuevo Más Votado
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Salvador Peniche

Información valiosa que debe ser conocida por nuestros funcionarios

1
0
Danos tu opinión.x