El cambio climático, la inseguridad, desempleo y pobreza siguen provocando migraciones masivas en Centro América, principalmente de Honduras, y miles de personas intentan cruzar México para llegar a la frontera norte y buscar ingresar a Estados Unidos.
Este desplazamiento de poblaciones, como la reciente que agrupa a más de 8 mil personas, la mayoría hondureños, y que se encuentra en Guatemala, se queja de la crisis económica, la delincuencia organizada desbordada y a que sus tierras no producen debido a las prolongadas sequías.
El impacto climático ha creado el llamado corredor seco centroamericano —que abarca 1,600 kilómetros de longitud desde la zona limítrofe sur del estado Chiapas hasta la zona occidente de Panamá—, y que ha sido catalogado como el peor en la última década, afectando severamente a 3.5 millones de personas, que hoy demandan asistencia humanitaria y refugio. Nada fácil atender y brindar solución a los desplazados.
Pero ahora esa caravana de migrantes se moviliza en plena crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19. Ya se detectaron 21 personas contagiadas por el coronavirus (12 hombres y 9 mujeres), y los más probable es que el contagio se multiplique entre los desplazados y en los elementos de los cuerpos de seguridad de Guatemala, en donde ya hubo enfrentamientos con mucho contacto físico, y en cuanto intenten ingresar a México habrá otros contactos, violentos y de protesta, con los elementos de Guardia Nacional, quienes también estarán expuestos al contagio.
Si bien Guatemala les exige pruebas negativas del COVID-19, en México no se les pide a este tipo de grupos; y en El Salvador y Honduras son mínimas las pruebas que se aplican dentro de sus territorios. De entrar la caravana a territorio mexicano el primer estado que resentirá el repunte de contagios será Chiapas y de ahí al resto de las entidades que transiten para llegar a la frontera con Estados Unidos.
Aún se desconoce qué planes sanitarios, de refugio y seguridad, aplicarán las autoridades mexicanas para evitar que los migrantes climáticos y pobres se conviertan en potenciales focos de contagios.
De lograr su objetivo de ingresar a nuestro país y se desplacen por todo el territorio mexicano, los migrantes pasarán por estados que se encuentran con serios repuntes de contagios y fallecimientos por el COVID-19. Y los servicios de salud y las redes hospitalarias de varias entidades están rebasadas para atender a los focos de contagio itinerantes.
Vale recordar que en la frontera norte de México se encuentran miles de indocumentados centroamericanos, africanos y del Caribe, varados desde hace más de 3 años, en espera de poder entrar a Estados Unidos. Sólo en la zona fronteriza del estado de Chihuahua se encuentran casi 10 mil indocumentados con la esperanza de brincar al sueño americano. El gobierno de Donald Trump presionó a México para controlar y contener a esas caravanas en nuestro propio territorio, y así se hizo, y ahora cargamos con este fenómeno sin programas claros de refugio y asistencia social.
Ahora que se avecina el cambio de poder en Estados Unidos, la mayoría de esos migrantes, y de la nueva caravana, tienen confianza en que el nuevo presidente Joe Biden cambie su política y brinde refugio a los miles de desplazados. Obviamente esperan que en los primeros 100 días del nuevo gobierno estadounidense las cosas cambien a favor de los indocumentados. Pero bien sabemos que los demócratas seguirán los mismos pasos que aplicó en esta materia Barack Obama, cuyo gobierno deportó a miles de indocumentados mexicanos y de otros países.
Nada bien le irá a México con el tema migratorio con el nuevo gobierno de Biden.
Mientras la caravana está por entrar a Chiapas. ¿Qué planes tiene el gobierno mexicano?, al menos los sanitarios que son de alta prioridad.
También es la hora de que los gobiernos centroamericanos asuman mayores compromisos con sus compatriotas, pues hasta ahora el resultado es que no están preparados para escenarios de tal magnitud.
La otra amenaza del cambio climático merece otro análisis, pues sus impactos seguirán elevando el fenómeno de desplazados.
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