Crece y se siente. El país que constituye metafóricamente el corazón de América Latina, vive un auge que se percibe en su efervescente actitud frente al arte, la economía y la conciencia política.
Conocí este país hace mas de 30 años y conservo de él, amistades indelebles que sigo frecuentando en diversas latitudes. He vuelto en varias ocasiones pero no en los últimos 10 años y qué sorpresa…
Con un crecimiento que por regiones ha incluso ido mas allá del porcentaje chino que epitomiza y es madre de todos los crecimientos, el Perú vive hoy un auge que se percibe sin duda en múltiples expresiones.
Asistimos este fin de semana pasado, al cierre del festival de cine organizado por la PUCP Pontificia Universidad Católica del Perú, donde compartimos un pisco con algunos célebres del cine y latinoamericano, como los mexicanos Nicolás Echeverría, Amat Escalante y Elena Fortes entre otros menos aztecas que mexicanos (por desgracia)… El cine mexicano sigue siendo asunto de güeritos, con mayor weltanschauung ?.
El riguroso traje negro de cineasta contemporáneo desfiló augusto por el flamante Teatro nacional de Lima que lució espléndido esa noche de gala, en que se premió Gente de Bien, de Colombia, como la mejor película, al francés Bruno Dumont, y la trayectoria del peruano Francisco Lombardi.
Mi tocayo Gastón Acurio, el celebérrimo, chef peruano cuyos restaurantes son en buena medida responsables de la buena fama de la cocina peruana en el mundo, tiene en Lima varias fórmulas alimentarias para todas las mesas y todos los presupuestos. La generosidad y sazón en sus servicios no tienen sin embargo comparación cuando se prueban en esta tierra del choclo perfecto, de la papa multivariada, del ají sabrosísimo, del ceviche sin par…
Por doquier y no sólo en San Isidro o en Miraflores, las construcciones no cesan de crecer igual que los precios de la vivienda. Esperemos que no les ocurra lo que ha pasado en Londres, Madrid o en México donde los booms inmobiliarios suelen crear burbujas de inflación que al reventar arrastran fortunas a las mas estrepitosas quiebras.
El centro histérico no lo es tanto como en México y goza en este invierno del hemisferio sur de una actitud gozosa en sus paseantes y turistas que contemplan y admiran los balcones del arzobispado y la buena remodelación del palacio de gobierno o la casa del ayuntamiento.
Disfrutar un buen mojito, una inca-cola o el Intipalca, vino bueno del valle del Sol, en el bar Cordano, es un imprescindible del paseo por el centro limeño.
Al sur de la capital, el paisaje desértico asombra, menos por su austeridad que por su caprichosa topografía. El camino que lleva hasta Paracas, donde el ecosistema de las islas ballestas es sorprendente. La corriente de Humboldt, que aquél sabio y entusiasta joven berlinés se empeñó en no hacer nombrar con su apelativo, crea un sorprendentemente rico biotopo de especies de pelícanos gigantes, conmorans, gaviotas grises, flamencos, zarcillos, pingüinos Humboldt, focas y leones marinos entre otras especies innombrables que constituyen en este lugar lo que se ha dado a llamar unas pequeñas galápagos. Manchones de aves pueblan los islotes donde la industria guanera se ha desarrollado. Allí se avista una de los famosos geoglifos. El San Pedro, una de las especies cactáceas del desierto y que produce frutillas alcaloides.
Juguetes como los sand boards o los boogies ruidosos, pueblan las dunas del desierto con sus velocidades y sus caprichosas maniobras que hacen subir y bajar como en una sinuosa montaña rusa que se crea a capricho de los experimentados conductores del punto de Huacachina donde se divisa desde lo alto de una duna su laguna y oasis fresco.
Las culturas pre-incaicas señorearon estos parajes en donde buscaban comunicarse con los dioses del universo estrellado para quienes seguramente tallaron en la tierra seca esas líneas que pedían afanosas lo que la escasez del desierto hacía pensar y que tan bien estudió María Reiche, la aguerrida investigadora alemana que dedico buena parte de su vida a las líneas de Nasca, consideradas el mayor calendario estacional producido por el hombre.
Aquella que llamaron la Bruja de Nasca, porque salía barrer con su escoba los trazos de las líneas que estudiaba en la planicie inmensa del desierto peruano de la costa sur, legó un trabajo sustantivo que hasta ahora nadie parece continuar.
La imagen-país del Perú, se basa justamente en una de estas líneas, la cola del mono enroscada que conforma la “P” de la marca del país y que es base de la mejor campaña que he visto para promocionar una nación., Perú esta haciendo bien sus cosas y sin duda se esta convirtiendo en el país mas ejemplar de la región, no sólo por su sorprendente crecimiento sino también por su actitud frente al mismo, una actitud integradora, algo mas incluyente que en otras regiones, como Brasil o como México.
Ollanta Humala no será el próximo presidente del Perú, pero vaya que esta dejando un precedente -que ninguno de los tres ex mandatarios, Alan García y Alejandro Toledo, o la hija del encarcelado Fujimori, Keiko que fungió como Primera Dama durante el mandato de su padre-, podrán soslayar y que la población seguramente vigilará patrimonialmente, porque se siente empoderada.
De las tierras Amazónicas y las selvas del norte al Machu Picchu, del cañón del Colca al mítico Cuzco y de las alturas de Puno a la blanca Arequipa, de la costa desértica a la colonial Lima, Perú se levanta como aquél gigante que retratara el Cuzqueño Martin Chambi, para mirar el mundo desde revisitadas y nuevas dignidades.
Aprendamos la lección, no como receta sino como provocación a otras actitudes que inspiradas en estas buenas prácticas permitan construir el México y la América Latina mejor que tanto ha esperado su momento.
