Opinaré y criticaré

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Todo el mundo aborda los mismos temas. Hay mucho de qué hablar. Quienes somos opinadores de oficio tenemos la tentación de hablar sobre los disturbios de la  del Presidente Peña Nieto, ¿hubieron injusticias?, probablemente sí, pero también desmanes injustificables.

 Las protestas pacíficas son elementos políticos deseables en una democracia; la violencia venga de donde venga es reprobable. La tentación continúa cuando vemos quienes conforman el gabinete presidencial o el del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. En el primero hay personajes admirables como Manuel Mondragón y Kalb o Roberto Campa Ciprián, pero también personajes a los que habrá que seguir de cerca debido a su historia política no muy admirable.

 En el caso de Miguel Ángel Mancera, parece un gabinete muy críptico y al mismo tiempo confiable, evidentemente también opinable, pero ya todo el mundo habla de ello; quienes me rodean preguntan mi opinión constantemente y la verdad es que son tan diversos mis pensamientos y puntos de vista que cuesta trabajo sintetizar y mejor opto por desear que quienes hoy tienen las riendas del Gobierno Federal y del Distrito Federal, tengan altura de miras, deseo de trascendencia, amor por México, capacidad para entender y  resolver sus problemas, revertir fenómenos como la corrupción, la pobreza, la falta de una buena educación y de empleo, la inseguridad pública, y que como todo parece indicar, vuelva a ser la política incluso en sus formas, lo que privilegie el diálogo y la negociación.

 Todo parece indicar que la política ha vuelto a la escena gubernamental sin los maniqueísmos de quienes gobernaron sin oficio en los últimos doce años en el país.

 Tenemos que ser capaces de reconstruir a México, de buscar la reconciliación nacional, entender que somos un país plural en su sentir y su pensar y tratar de buscar la unidad en aquello en lo que todos estemos de acuerdo.

 Hace unas semanas escribí sobre la urgencia de un pacto nacional; me referí al Pacto de la Moncloa como un buen ejemplo a seguir. Que bueno que ahora tengamos un pacto nacional, el problema será cumplirlo ya que los matices siempre serán plasmados por aquellos partidos políticos que quieran actuar responsablemente. Me queda claro que habrá quienes intenten reventar el pacto, muchos de ellos lo harán por intereses personales o respondiendo a grupos, ya que quienes dentro del pacto estén dispuestos a negociar, estarán haciendo justamente lo que tanta falta nos hace, política.

 Por otra parte, los gobernantes deben estar conscientes que la política, no sólo se hace entre ellos, sino con la ciudadanía; no se puede cambiar a México sin la participación de los gobernados, pues evidentemente nada cambiaría.

 Por último, quiero manifestar que no he extrañado a Fox, como el dijo que sucedería y tampoco extrañaré a Calderón, en cambio Marcelo Ebrard hizo un gobierno extraordinario y merece la pena darle las gracias por hacer de nuestra ciudad un lugar mejor para vivir, más humano y divertido además de más seguro.

Opinaré, para eso escribo, opinaré y criticaré, pero todo en su momento, lo haré tratando de divertirme cuando lo haga, la seriedad y lo lúdico no son cuestiones antagónicas.

 Ahora es tiempo de observar y el hecho de que se esté reivindicando a la política, me está gustando.

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