Si la humanidad ha entrado a un sistema autocreado de forma inconsciente y en el que se vive en piloto automático día a día, es claro también que debe haber una salida.
Hemos creado un sistema en donde nosotros mismos nos atropellamos. La depresión, la ansiedad y el miedo colectivos se han convertido en un statu quo que nos mantiene en un estado alejado al propósito por el que estamos aquí, que es disfrutar la vida. No debemos aceptar las enfermedades comunes como algo normal y menos aún quedarnos con los brazos cruzados esperando a que alguien nos diga cuánto durará la pandemia. Es momento de mirar al interior de nosotros mismos para encontrar un mejor camino para la humanidad.
En la película “El vendedor de sueños” basada en la novela homónima de Augusto Cury, existe una frase que empata perfectamente con lo que estamos viviendo: “Te regalo una coma para poder parar y que sigas escribiendo la historia de tu vida”. ¿Será momento de parar en nuestras vidas? ¿Tendremos la valentía de hacernos responsables de todo lo que sucede sin culpar a los demás? ¿Estamos dispuestos a cambiar de un sistema inconsciente a un presente consciente?
Si seguimos en la carrera de la vida, persiguiendo la “zanahoria de la felicidad”, ciclados y repitiendo los mismos patrones, estaremos claramente destinados a crear un futuro predecible. Lo que pensamos, sentimos y actuamos es lo que va sembrando el camino, por lo tanto, no requerimos de catástrofes como una pandemia para darnos cuenta de que algo está mal en el sistema. Darnos cuenta de que tenemos el verdadero poder de crear desde un presente consciente, nos permite crear un nuevo futuro.
Es momento de tomar en serio a la humanidad y dejar de buscar una razón para querer entenderla. El poder de transformarse y sumar para lograr cambios colectivos existe en cada ser humano; es tan simple que no lo queremos ver. El paradigma describe que las transformaciones se ubican en el futuro y se requiere que pase mucho tiempo para ello. Hablar del futuro es hablar de algo que aún no existe. Pensar en el futuro se convirtió en algo tan importante para la humanidad que ha tenido diferentes representaciones en el contexto histórico.
El sociólogo André-Clément Decouflé comparte tres formas de cómo el futuro fue atendido desde diferentes prácticas según la época. En la Antigüedad, desde el contexto mágico-religioso, surgieron las prácticas de la adivinación y profecía ligadas a la imagen de futuro como destino. En el contexto literario ligado al advenimiento de la sociedad industrial y el auge de la idea del progreso, plantearon la posibilidad de usar la imaginación para crear futuros distintos teniendo como imagen el porvenir. Finalmente, a partir del siglo XX los científicos, filósofos y tecnócratas crean los estudios incorporando el largo plazo y de acuerdo a datos históricos para darle al futuro la imagen de devenir.
Si cada una de estas representaciones del futuro ha tenido su tiempo de vida y se ha ido incorporando a las demás, ¿por qué no hemos podido crear uno mejor para todos?, ¿estamos en el momento de re-significar este concepto? Si el sistema en que vivimos nos mantiene creando futuros que no nos gustan, ¿será que no debiéramos mirar hacia él?
Estas respuestas son clave para que, desde hoy, podamos decidir de forma más consciente un camino para la re-humanización. Esto significa que nos descubramos como un solo clan que ha venido a co-crear y colaborar para disfrutar cada momento de nuestra vida en el planeta. Por esto, es importante priorizar la consciencia del presente. Lejos de la inteligencia que creemos tener para construir el futuro. La oportunidad está en saber que el camino nos llevará a un destino, pero lo importante será poder caminar.
Sí es posible crear un nuevo futuro que deje de ser predecible por el pasado. El reto está en romper con nuestra idea de destino, porvenir y devenir. Pasar a un nuevo paradigma que nos permita disfrutar el presente y que nuestro futuro se construya desde ahí. El inicio del camino está en abrazar la incertidumbre y convertirla en la gran aventura de nuestras vidas. ¿Estás listo para cambiar el futuro de nuestra historia?
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La vida nos dará lo suficiente a cada uno de nosotros, para crecer e incrementar el nivel de consciencia que cada uno tenemos . Tus cuestionamientos son muy acertados, hay que trabajar en nosotros y prepararnos para dar respuesta a ellos, con cambios de habitos y prioridades. Y así colaborar con nuestra parte a la consciencia colectiva que tiene la oportunidad de dar un salto cuántico importante.
Totalmente de acuerdo en abrazar y vivir la vida con la mayor de las incertidumbres y disfrutar la aventura de vivir sin tratar de definir un destino ya que no podemos controlar el futuro