El mundo entero se encuentra expectante a la aprobación final de la vacuna contra el COVID-19. Pensamos que una vez que esto ocurra, podremos regresar a nuestra “vieja normalidad”. Para entender este tema, no hay como acudir a los expertos para tener una visión realista del problema. Por eso quiero compartirles que tuve la oportunidad de escuchar al Dr. Alejandro Madrigal, Profesor de Hematología en el Instituto de Investigación contra el Cáncer, en Londres, Reino Unido; y al Dr. Francisco Becerra, quien fue Subdirector de la Organización Panamericana de Salud, sobre su visión profesional e informada al respecto de la vida después de la vacuna contra el COVID-19.
Enorme fue mi sorpresa cuando me compartieron que una variedad de vacunas están siendo desarrolladas y al menos una decena de ellas se encuentran en fase de prueba alrededor del mundo. Descansé cuando supe que están tan avanzados y aún más cuando comentaron que la efectividad de la vacuna contra el COVID-19 será de 90% (en el caso Pfizer & BioNtech) y de 95% (en el caso de Moderna). Lo anterior, considerando que la vacuna contra la Influenza estacional, que nos aplicamos cada temporada, tiene una eficacia de entre el 40 al 60%.
Sin embargo, sostuvieron los científicos, “No es momento de celebrar; ni de ser complacientes, relajando las medidas de contención de la pandemia”. Por ejemplo, el 14 de noviembre pasado, cinco días después en que Pfizer anunciara su vacuna, se registraron 663 mil 772 nuevos casos en el mundo en un solo día.
Pero pongamos los datos en perspectiva comparada, por ejemplo, en defunciones confirmadas al 29 de noviembre México reportó un acumulado de 105 mil 459 casos oficialmente; mientras que Estados Unidos (266,063); Brasil (172,561); India (136,696); Francia (52,127); Colombia (36,401); Sudáfrica (21,439); China (4,739); y Japón (2,106). Hasta aquí, pese a estar en el 4º lugar mundial en número de defunciones, podríamos pensar que México no lo está haciendo tan mal considerando que las cifras gubernamentales equivalen a prácticamente el 40% de lo que está experimentando Estados Unidos.
Sin embargo, si ponemos estos mismos datos en defunciones por millón de habitantes, tenemos que México reportó 817 casos oficialmente; mientras que Brasil (811); Estados Unidos (803); Francia (798); Colombia (715); Sudáfrica (361); India (99); Japón (16); y China (3). En otras palabras, México lidera el número de muertes por millón de habitantes, superando a Estados Unidos en 1.74%; a Colombia (con similar cultura) en 14.2%; a Japón (con similar población) en 21%. Si a eso le agrega que, según fuentes nacionales e internacionales, la cifra gubernamental mexicana esta subestimada entre 100 y 150 por ciento. Saque usted sus conclusiones.
EN PERSPECTIVA, podemos afirmar que el panorama no es nada prometedor para México. Aún en el supuesto de contar con suficientes vacunas para los aproximadamente 130 millones de mexicanos, falta personal en los servicios sanitarios para aplicar tal cantidad, incluso en etapas, ya que la marca histórica de aplicación es de 10 millones de vacunas en un año a los mexicanos.
A ello hay que agregarle la inexistencia de una “cadena fría” confiable a lo largo y ancho del país. Porque si no estaba usted consciente, las vacunas se mantienen refrigeradas de entre -20ºC a -75ºC por un máximo de seis meses. Lo cual significa un esfuerzo enorme en inversión de infraestructura y gasto corriente para la política pública de salud de nuestro país.
¿Cómo la ve estimado lector? ¿Está México preparado para este inédito reto?
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Graciasa maestro Roberto, la verdad nos hace libres, y sin embargo nos congela.
Confiando en que la misma pfaizer transporte la vacuna en óptimas condiciones, es la esperanza de todo el mundo. O esperar la moderna? Algo tiene que pasar y pronto, par evitar más pérdidas humanas..