La geografía del Gran Desierto de Altar y la Sierra del Pinacate, reproduce, en el imaginario colectivo, la superficie lunar o quizá la del planeta Marte.
En el sitio se encuentra un escudo volcánico: lo cual no es más que un volcán de gran diámetro y pendiente poco pronunciada. Éste se ha ido formando paulatinamente, gracias a las erupciones de basalto fluido que, al enfriarse, se solidifica y forma rocas de color obscuro.
En este lugar, de belleza tan inhóspita como cautivante, también se observan cráteres de tipo “maar”. Formaciones que se deben a la actividad volcánica que resulta del contacto del agua subterránea con el magma, lo cual se traduce en poderosas explosiones de vapor.
Se le llama magma a la roca fundida o líquida que se encuentra en el interior de la Tierra. Cuando ésta emerge a la superficie, se enfría y entonces se solidifica.
En este insólito paraje se encuentra nada menos que la mayor concentración de cráteres tipo maar que hay en todo el planeta.
Ubicado en el desierto sonorense, El Pinacate-Gran Desierto de Altar, fue declarado Área Natural Protegida en 1993, durante la administración del presidente Salinas de Gortari y Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 2013.
Es importante resaltar que forma parte de las Reservas Hermanas del Desierto Sonorense; éstas protegen una extensa franja fronteriza entre Arizona (Estados Unidos) y Sonora (México).
Una particularidad más del Desierto de Altar son las enormes dunas de arena que miden entre uno y 12 kilómetros de grosor; son las más grandes de Norteamérica. Al contemplarlas, resulta sorprendente descubrir que la mayor parte de esa inimaginable cantidad de arena fue transportada por el Río Colorado hace aproximadamente 120 mil años.
Lo anterior, es evidencia de que el cauce del río ha ido cambiando con el tiempo y que este lugar, que hoy es un desierto, en el pasado probablemente haya sido una zona fértil.
Las dunas son montículos de arena que forma el viento. En el Desierto de Altar se pueden ver, entre otros tipos, también las dunas estrella. Estas singulares formaciones circulares de gran diámetro se caracterizan por tener simetría radiada y deben su forma a la gran cantidad de arena presente en el área y a la dirección fluctuante de los vientos.
La sierra del Pinacate está compuesta por montañas de origen volcánico, algunas de las cuales ostentan formas cónicas, mientras que otras culminan en cráteres. El violento contraste que se gesta entre las extensas dunas de arena pálida y las corrientes de lava negra que emergen del Pinacate, es extraordinario. Esta convergencia paradójica genera una amplia gama de hábitats.
Es de suma relevancia recalcar que el Gran Desierto de Altar constituye la zona desértica con mayor biodiversidad en todo el planeta. Entre los habitantes más vistosos de la Reserva, destaca el berrendo sonorense, un antílope de piel bicolor, la cual presenta diseños que simulan delicados dibujos de arte abstracto.
Machos y hembras mudan su cornamenta hueca año con año. Estos rumiantes son sumamente celosos de su territorio, protegiéndolo por medio de persecuciones y peleas durante las cuales emiten fuertes sonidos; el berrendo sonorense es una especie en peligro de extinción.
Otra creatura oriunda de este lugar es el borrego cimarrón cuya sólida cornamenta describe una espiral hacia atrás, que puede medir 80 centímetros de diámetros y le confiere una belleza singular; se trata de una especie sujeta a protección especial.
En el Gran Desierto de Altar viven más de 200 especies de aves, entre las que se encuentran el halcón cola roja, el águila real y el halcón mexicano, las tres bajo alguna categoría de protección.
Imposible dejar de mencionar al misterioso camaleón, su legendario mimetismo lo ha convertido en paradigma de esa habilidad. Es un reptil endémico al desierto sonorense.
La Reserva de la Biosfera El Pinacate-Gran Desierto de Altar sorprende al visitante bajo un cielo azul interminable, cuya transparencia se debe a la ausencia de humedad.
Entre la multitud de plantas que allí habitan, sobresale el monumental Saguaro: robusto, resistente y longevo, mide entre 12 y 18 metros de altura; asemeja un obelisco natural que se ramifica en el ápice. Es una cactácea endémica al desierto sonorense. Su crecimiento es muy lento, se estima que un saguaro de un metro de alto tiene 40 años de edad. Los saguaros pueden llegar a vivir más de 200 años. Algunas especies de aves anidan en ellos.
En el pasado remoto, el hombre dejó su huella en el Desierto de Altar, hecho que confirman los vestigios de antiguas civilizaciones que datan de hace más de 20 mil años.
Este testimonio es arqueología viva; los Tohono O’odham, afirman que la creación se originó en ese lugar y continúan llevando a cabo, allí mismo, ceremonias religiosas.
Este grupo se opone rotundamente a la construcción del muro fronterizo que irremediablemente invadirá áreas que le son sagradas.
La Reserva de la Biosfera El Pinacate-Gran Desierto de Altar es un área protegida con características geológicas asombrosas y una enorme biodiversidad. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas es la encargada de administrarla.
La tarea de preservarla es responsabilidad compartida entre México y los Estados Unidos de Norteamérica. En medio de la complejidad de nuestra relación con el vecino del norte, toca resguardar el futuro de esta zona de valor natural incalculable.
Es primordial, también, salvaguardar las tradiciones de los pueblos originales que encuentran en este extraordinario paraje el sentido de su existencia.
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Se puede visitar???
Se ve maravilloso!
Gracias