Para quien tiene miedo, todos son ruidos.
Sófocles.
Tolerancia al riesgo. Un artículo reciente del influyente diario norteamericano The Wall Street Journal reflexiona sobre las maneras tradicionales de “medición” de la tolerancia al riesgo hacia los inversionistas, señalando riesgos y también oportunidades. Las tradicionales preguntas que utiliza el gremio para medir la tolerancia al riesgo involucran aspectos muy diferentes asociados a situaciones de: Arrepentimiento, Temor y/o Exceso de Confianza, agrupados en un mismo y amplio concepto llamada RIESGO. Los aspectos de arrepentimiento, miedo y exceso de confianza son importantes entender y examinar de manera individual. Por ejemplo, las personas que tienen la etiqueta de tener una alta tolerancia al riesgo pueden realmente estar reflejando un exceso de confianza. Ellos no deberían poseer un portafolio con acciones de alto riesgo por tener un sentido equivocado de su habilidad para identificar acciones con potencial de alza. Por el contrario, los inversores que se considera que tienen una baja tolerancia al riesgo, en realidad podrían ser simplemente demasiado temerosos a un contexto de alta volatilidad en el que los precios registran altibajos diarios. Para muchos de ellos, en lugar de tener que renunciar a la posibilidad de mejorar su patrimonio a mayor plazo obteniendo los beneficios que históricamente ha demostrado la inversión bursátil, sería mucho enseñarles a superar el miedo, compartiendo estrategias de control de riesgo. En esta participación, sugerencias para una mejor medición de Tolerancia de Riesgo y asesoría a los inversionistas al reconocer el factor psicológico como un elemento de gran influencia en el comportamiento de los participantes del mercado.
La gráfica anexa demuestra la manera en que, para un inversionista, un mismo importe de “perdida” genera un sentimiento de angustia proporcionalmente mayor al sentimiento de satisfacción que genera la ganancia por el mismo importe, demostrando así la natural (intrínseca) mayor aversión al riesgo que afecta decisiones de inversión. La mejor medicina para el miedo, es la información y el conocimiento. Un buen asesor hace la diferencia.
Grado Satisfacción – Riesgo ante Mismo Importe
El contexto influye en las emociones
Para tener una mejor idea de lo que realmente miden los cuestionarios de riesgo y cómo los asesores e inversores pueden refinar esas preguntas, analicemos una de estas preguntas típicas.
Imagine un declive pronunciado en la bolsa, como ocurrió durante la crisis financiera de 2008-09, cuando el índice de la Bolsa cayó más del 40% en seis meses. ¿Cuál sería su reacción?
- Vendería todas mis inversiones en acciones.
- Vendería algunas de mis inversiones en acciones.
- No haría cambios en mis inversiones bursátiles.
- Aumentaría mis inversiones en acciones.
Como ya se comentó, esta pregunta busca medir la tolerancia de un inversionista ante un escenario de baja en el mercado. No obstante, su respuesta podría no ser necesariamente lo que tradicionalmente se interpreta.
Para empezar, habría que reconocer que a todo el mundo nos resulta realmente difícil prever emociones futuras bajo contextos distintos. Actualmente, el miedo inducido por el desplome de los mercados de valores a nivel mundial en la crisis del año 2008 pareciera se ha desvanecido luego de años de fuerte recuperación (sobre todo en EE.UU.). De la misma manera, el miedo inducido por el desplome dot-com del año 2000 y el desplome de 1987 parece se ha ido hace tiempo.
La reflexión anterior demuestra que en realidad el ánimo (“tolerancia al riesgo”) de las personas depende casi por completo de lo los sucesos recientes en el mercado. Así que preguntar cómo se sentiría si el mercado baja 40%, es probable que obtenga una respuesta de “gran temor” si el mercado viene de un ciclo de baja o un “no tengo miedo” cuando el mercado ha estado subiendo.
Incluso, preguntar hoy cómo se sintió un inversionista en marzo de 2009 es probable que provoque una respuesta que indique menos miedo del que realmente sintió en 2009 (plena crisis).
Pronóstico Personal Miedo-Exuberancia. Consideremos ahora a otra medida importante para la Tolerancia al Riesgo: el sentimiento actual del inversionista respecto al Miedo o Exuberancia. Para identificar dicho sentimiento pregunte al inversionista su pronóstico (estimación) sobre el rendimiento del índice bursátil en los próximos 12 meses, y su percepción del riesgo de mercado de valores durante el mismo período. Los participantes que dicen que los rendimientos serían altos y el riesgo bajo están influidos por un estado de ánimo de exuberancia, mientras que los inversionistas que dicen que los retornos serán bajos y el riesgo alto seguramente tienen miedo.
La anterior es un indicador muy importante para los asesores. Los inversores a los que se les pregunta acerca de su tolerancia al riesgo tras buenos rendimientos del pasado probablemente lo sobrestimen, influidos por la exuberancia. Los participantes que hayan participado en años recientes de ciclos de baja seguramente subestimarán el potencial del mercado influidos por el miedo.
Una buena práctica (consejo) luego de conocer estas respuestas, es una reflexión más profunda sobre el contexto. En el caso del año 2009, un ejemplo de reflexión pudo ser: Sé que usted está preocupado y puede tener miedo. Muchos estamos así, es un sentimiento natural en tiempos como el de hoy. Usted cree que los futuros rendimientos del mercado serán bajos y de alto riesgo, por lo que quiere vender sus acciones, pero considere que sus sentimientos pueden ser exagerados y muy influidos por eventos recientes. La historia demuestra que lo más probable, es que la economía se recupere y el mercado de valores también, como sucedió después de 2000 y post-1987. Lo mejor sería no mover por ahora su portafolio, asegurarse de que las empresas de las que usted es dueño tienen buenos fundamentos y evitar que el miedo lo domine.
También es bueno reflexionar en un sentido moderado en periodos de fuertes ganancias (exuberancia): Comprendo que se siente muy bien con el mercado de valores y anticipa que los rendimientos futuros serán altos y existen pocos riesgos. No obstante, dicho sentimiento puede ser exagerado. No es prudente aumentar su proporción de acciones más allá de los niveles prudentes, recuerde que luego de ciclos de alza, aparecen ciclos de baja y usted no está en una posición financiera para soportar una disminución si desea un ingreso de jubilación adecuado.
El miedo aumenta la aversión al riesgo incluso entre los financieros profesionales, lo que conduce a una aversión de alto riesgo en momentos de crisis y la aversión de bajo riesgo en los auges. En un experimento, los profesionales financieros a quienes les pidieron leer una historia sobre una crisis financiero se volvieron más temerosos y a los que les solicitaron leer una historia sobre un auge financiero fueron más agresivos en sus decisiones.
Confundiendo Arrepentimiento y Riesgo. Supongamos que hace cinco años usted compró acciones en una compañía muy respetada. El mismo año la empresa experimentó un severo descenso en las ventas debido a una mala administración. El precio de las acciones bajó drásticamente y usted vendió en una pérdida substancial. La empresa ha sido reestructurada bajo nueva dirección, y la mayoría de los expertos esperan ahora que las acciones produzcan mejores rendimientos que el promedio. Dada su mala experiencia con esta compañía, ¿compraría acciones ahora?
Carlos Ponce B.
Es Director General Adjunto de Análisis y Estrategia Bursátil del Grupo Financiero BX+
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