En la plaza de Mérida en Extremadura, Badajoz –comunidad autónoma en España–, se celebró el 28 de agosto de 2020 una corrida en la que se rindió homenaje a Francisco Borja Domecq, quien se nos adelantó en el paseíllo de la vida hace unos pocos meses y que en gran parte el hato radica en Alange, población cercana a la ciudad del arco romano y del festival del teatro anual, que con restricciones sanitarias se celebró este año en su antiguo foro romano.
En mi familia le tenemos un gran afecto a esos lugares pues ahí habitan los descendientes de parientes de mi bisabuelo Domingo Carazo, quien vino a México a finales del siglo XIX y ya nunca regresó a su lugar de origen. Las redes sociales propiciaron que la inquietud de Jesús Belloso por encontrarnos tuviera éxito y fue así, como hace varios años nos reencontramos con nuestros parientes.
En alguna plática se lo relaté a quien recibió un merecido homenaje antes de iniciar el festejo y desde entonces me decía paisano, así que una de las asignaturas pendientes será regresar a ver a mi familia y a conocer la herencia de quien fuera un gran ser humano y extraordinario ganadero.
Antes de empezar el festejo se recordó con un minuto de silencio su memoria y luego el encierro de acuerdo a las crónicas resultó muy bueno en hechuras y en comportamiento.
Fue calificado como bueno por la largueza en la embestida, la nobleza y codicia al acudir a los engaños, con la presentación impecable en la morfología; caras serias, encornaduras bien desarrolladas, rabos largos y en conjunto cuerpos fuertes y musculosos.
Hubo un toro de bandera que le correspondió a José María Manzanares de nombre “Palangrero” y a quien el alicantino le tejió una faena de altos vuelos correspondiendo el astado con fijeza y alegría, acudiendo a la muleta templada del torero, para propiciar que el homenaje fuera su indulto, que el presidente otorgó a petición popular.
Cómo añoro haber estado ahí para ser testigo en vivo de una corrida de altos vuelos en la que se recordó a un buen hombre y quien hace años me relató: “Al morir mi padre nos dimos cuenta de que la marca sí llevaba el nombre de la persona, tenía sus días limitados, como es limitada la vida del ser humano, así que hicimos el esfuerzo de crear una segunda marca que sonara bien y tuviera un ‘algo que ver’”. La Laguna de la Janda –una de las más importantes en la geografía española por aquél entonces– terminaba en la finca donde pastaban las vacas. De esta forma, Jandilla es un diminutivo que hace referencia a la cola de la Laguna de la Janda.
El Juli obtuvo un trofeo de cada uno de sus toros y Morante otro del primero y que pudo haber sido más si en la suerte suprema hubiera sido certero en el cuarto. En el último, Manzanares logró dos trofeos.
El año pasado fue la última vez que platiqué con Borja y se mostraba muy orgulloso de que Borja Domecq Noguera fuera su sucesor y bien llevará las riendas de las ganaderías, y comentamos sobre “Horroroso”, lidiado en la Plaza de toros de Valencia el 18 de marzo de 2019 por Sebastián Castella, para cuyo comportamiento en el ruedo se pidió el indulto. Finalmente la autoridad no lo concedió, dándole en cambio el homenaje de la vuelta al ruedo a los restos.
Recuerdos breves de un gran ganadero, cuya sucesión sigue dando brillo a un nombre emblemático en la cabaña brava y que en México, entre otros, tiene su secuela desde Jaral De Peñas de Juan Pedro Barroso. Sea enhorabuena y me atrevo afirmar que en el cielo hubo alegría en ambas familias; Borja y Don Luis estarán de plácemes. Nunca se nos olvidan.
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