Todos los inicios de año son atípicos y éste obviamente no es la excepción. El año ha iniciado con muchas malas noticias, tensión, descalificaciones y calificaciones presidenciales en todas las mañaneras y más de una “ocurrencia”, por decir lo menos.
Todo lo relacionado con el tema del avión (aeronave) con asignación de código TP-01 “José María Morelos y Pavón”, el Boeing 787 o Dreamliner, matrícula XC-MEX que es propiedad de Banobras (Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos) y acondicionado como avión presidencial, realizó apenas 214 operaciones y sólo ha volado poco más de 60,000 mil kilómetros. El último viaje, antes de irse a California, lo hizo el entonces presidente Enrique Peña Nieto a la Cumbre del G20 en Buenos Aires.
Solamente como antecedentes, es importante decir que el anterior avión usando por cuatro presidentes, el Boeing 757 “Benito Juárez”, comprado en la administración del expresidente Miguel de la Madrid, ya tenía 19 años y venía dando muchos problemas y sustos, además de fuertes gastos provocados por su condición.
Sobre el Dreamliner podemos decir que cuenta con la certificación IFR (Instrumental Flight Rules), tiene una autonomía de 11 horas de vuelo y su desgaste es mínimo, pues está la mayor parte del tiempo en el hangar presidencial. El avión tiene capacidad para 230 pasajeros, entre los que se encuentra la tripulación.
La cabina del avión presidencial “José María Morelos y Pavón”, se acondicionó y posteriormente se probó y certificó por la FAA-EASA (Federal Aviation Administration–European Aviation Safety Agency) en Love Field, Texas, y se entregó el 3 de febrero de 2016 en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Su primer vuelo oficial se realizó al Aeropuerto de Hermosillo, Sonora, procedente de la Ciudad de México, el 10 de febrero del 2016 y el primer vuelo transatlántico fue por la visita que el expresidente Peña Nieto realizó a Alemania, el 10 de abril de 2016.
En 2012, Banobras compró el avión a Boeing en 2 mil 952 millones de pesos, y se lo vendió a la Secretaría de la Defensa Nacional en 5 mil 213 millones de pesos a un plazo de 15 años.
Hago esta larga introducción sólo para reforzar el hecho de que el avión que se “compró” todavía bajo el mandato de Felipe Calderón, fue producto de un largo y profundo análisis, en el que las fuerzas armadas tuvieron mucho que ver. Para su compra se aprovechó un descuento especial que se negoció como parte de las aeronaves que compró Aeroméxico en aquel momento.
El precio del avión estaba totalmente en precio de mercado considerando las adecuaciones que requería.
Su venta, como ya lo comprobó el presidente y los más de 30 millones de pesos gastados en el 2019, es muy complicada, por no decir imposible.
Pero hay salidas y muy buenas: que se readecúe como un avión comercial, lo cual es una posibilidad real y entonces habrá muchos interesados en tomar el arrendamiento; la misma Aeroméxico que ahora tiene un problema de falta de equipos porque tiene en tierra seis aviones Boeing 737 MAX 8, o alguna de las otras líneas aéreas que tienen el mismo problema.
Una segunda opción es que se hagan adecuaciones parciales y, otra vez, alguna línea área nacional o extranjera lo tome como un avión “premium”. Algo así como las salas de cine de alta gama. Ya hoy, todas las aerolíneas te ofrecen asientos con ciertos privilegios, ¿por qué no usar este Dreamliner en esta condición?
Una tercera opción es que el “José María Morelos y Pavón” se use para otros servicios del gobierno, con los cuidados que el caso amerita: transportar a miembros de la Guardia Nacional, del Ejército mexicano, llevar a contingentes mexicanos a los Juegos Centroamericanos, Panamericanos, Olímpicos, y ese tipo de eventos donde se requiere transportar a un importante número de personas, etcétera.
Rentárselo a los equipos de futbol que tienen que hacer viajes a Estados Unidos o a Centro y Sudamérica. También se podría llegar a un acuerdo con la Federación Mexicana de Futbol al respecto.
Y bueno, podrían pensar en otras tantas opciones serias.
Pero la mejor de todas, es que el presidente lo use. Este avión es una excelente aeronave y una gran herramienta de trabajo para el presidente de México y por lo tanto debería utilizarlo. Ya vimos cómo en la muy lamentable situación de Culiacán, Sinaloa, la falta del presidente ocasionó un desastre del cual las fuerzas armadas, el propio gobierno y el país, tardarán mucho en recuperarse, y quién sabe en cuántas más ocasiones hayan pasado cosas importantes y sensibles como ésta, donde se requería al presidente y no estaba disponible, porque andaba volando en Viva Aerobus.
Decía al principio de mi artículo que este año ha arrancado con muy malas noticias: ¿qué tal el problema en la generación de empleos en el primer año de gobierno? No sólo no se generaron, sino que se perdieron, empezando por los más de 100 mil burócratas contratados por el “Capítulo 3000” que se fueron a la calle, los más de 100 mil trabajadores de la construcción, los más de 100 mil entre trabajadores directos e indirectos que laboraban en el aeropuerto y con un crecimiento “0”, pues ¿se imaginan cuántas empresas tuvieron que prescindir de sus empleados y trabajadores?
Como todos los años, siempre inicio hablando a clientes y potenciales clientes para preguntarles “¿cómo les puedo colaborar?”, como dirían en Colombia, y este año me ha sorprendido la cantidad de responsables de Recursos Humanos que me han dicho que están o siguen con procesos de liquidación de personal, o bien, que como hay mucha gente en la calle, están sustituyendo gente “cara” por más barata. Inclusive uno de ellos me pidió que le buscará personas para una posición que el año pasado también le ayudamos a conseguir, y me dijo que la única diferencia era que ahora el salario sería de diez mil pesos menos que el año pasado porque había mucho desempleo y seguro más de una persona aceptaría el puesto con las nuevas condiciones. ¿Qué dice el presidente de esto?, ¿que él tiene otros datos?
Y ¿qué tal el problema del desabasto de medicamentos o los tratamientos para personas o niños con cáncer?, ¿qué tal el desastre al inicio de las operaciones del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI)? Y como se culpa a los médicos, a los hospitales, a los laboratorios, nunca se tiene un ápice de humildad, y se dice, “A pesar de que tuvimos 12 años para planearlo, no supimos hacerlo”.
¿Qué me dicen de los 35,588 muertos en el 2019, entre ellos miles de feminicidios?
¿Qué tal el pésimo manejo del tema migratorio y la brutal violación a los derechos humanos de los mismos en la frontera sur?
Pero eso sí, vamos a reírnos, hacer memes y a hacer bromas de la rifa del avión presidencial.
Yo sospecho que, en el fondo, el presidente no lo quiere vender, ni quiere que pase nada con el avión; 30 millones de pesos, si bien es mucho dinero, son centavos dentro del presupuesto gubernamental y es una valiosísima herramienta de propaganda política a la que el presidente le ha sacado y puede seguirle sacando raja. Yo sugiero que el presidente use el “José María Morelos y Pavón”, ya encontrará una explicación para sus huestes, mientras que resuelva los verdaderos problemas del país, mismos que en sus tres campañas prometió solucionar de forma mágica en unos meses.