El nivel de tolerancia hacia el Ejército Mexicano cambió, ahora deben de cumplir y respetar los derechos humanos de manera cabal pues sólo así se les permitirá mantenerse dentro de las Fuerzas Armadas.
Ciudad de México.- Luego de la polémica por la expulsión hace más de una década de dos militares con VIH, la tolerancia es una nueva arma del Ejército Mexicano. A partir de ahora, ya no podrán ser dados de baja por encontrarse en situaciones médicas controlables, aunado a esto el Ejército ha intensificado su política de respeto a los derechos humnos pues quienes infrinjan la ley y violenten los derechos de las personas “serán siempre llevados ante las instancias para que sean ellas y sólo ellas las que determinen lo conducente“.
Con esas palabras el Secretario de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos, prometió a los integrantes del Ejército que se velará porque cualquiera de sus elementos en éste tipo de circunstancias reciba trato y juicio justo.
“No toleraremos a quienes atenten contra la vida, seguridad, integridad o patrimonio de las personas”, sentenció Cienfuegos, al tiempo en que advirtió “seguirán acompañando a México con honor, lealtad y compromiso, porque aspiramos a continuar siendo un Ejército de disciplina y de profundo compromiso ético”.
Gloria García Avendaño, en su tesis “La Configuración de Identidad en el Ejército Mexicano” (UNAM, FES Acatlán agosto 2013) explica que “para los militares, la disciplina se estructura en cualquier unidad u organización militar de manera permanente, por lo que la actividad de su establecimiento y reafirmación es una tarea del comandante, debido a que él ha sido proporcionado de técnicas, mediante el adiestramiento y principios del don de mando”.
Recordemos que en 2014 el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de México consignó a siete elementos del Ejército, por estar implicados en el caso Tlatlaya, donde murieron 22 personas al interior de una bodega.
En esa ocasión se supo que los consignados fueron Alan Fuentes Guadarrama, Julio César Guerrero Cruz, Samuel Torres López, Ezequiel Rodríguez Martínez, Fernando Quintero Millán, Roberto Acevedo López y Leobardo Hernández Leónides, quienes enfrentaron responsabilidades por la comisión del delito de ejercicio indebido del servicio público, abuso de autoridad y homicidio calificado en agravio de ocho personas y alteración del lugar de los hechos.
Pero mientras, la sentencia de ir en contra de la naturaleza militar pesa sobre el Ejército, en contrapeso el Estado le pidió disculpas en un acto que representa una apuesta por cumplir objetivos en derechos humanos poniendo el ejemplo, al pedir perdón a dos militares que hace más de una década fueron dados de baja del Ejército tras haber resultado con un diagnóstico de VIH, hecho que se resolvió con su expulsión.
El debate de los militares en esta condición médica ha tenido sus bemoles a lo largo de este tiempo, pero fue este año cuando alcanzó su momento más emblemático, con la disculpa expresa del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Por Octavio N. Cervantes.
Que bien que el ejercito se preocupe por las violaciones en derechos humanos, aunque a los criminales no les preocupa violarlos, mas bien eso le ayuda a los criminales,
“No toleraremos a quienes atenten contra la vida, seguridad, integridad o patrimonio de las personas”, palabras justas claras y concisas, que nos reflejan que el ejercito mexicano esta sufrinedo una modificacion a su estructura la cual sera para resultados positivos