La Cámara de Diputados aprobó que la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador se discuta en Parlamento Abierto. Sin embargo, el análisis será difícil ante el tinte autoritario y monopólico que ha mostrado tener el primer mandatario sobre el tema.
La Junta Directiva de la Comisión de Energía de la Cámara Baja aprobó el acuerdo por el que se analizará el proyecto en materia de Industria Eléctrica. Por medio del documento, quedó de manifiesto que los coordinadores de los Grupos Parlamentarios discutirán la proposición del jefe del Ejecutivo haciendo uso del Parlamento Abierto.
De esta manera, los días 11 y 12 de febrero del 2021, se llevará a cabo el evento con dos mesas de debate: “Energía Eléctrica” y “Energías Renovables y Transición Energética”.
En los espacios de discusión, las y los integrantes de la Comisión de Energía, tendrán la oportunidad de hacer propuestas en materia. Pese a ello, todo indica que el líder de la autollamada Cuarta Transformación hará hasta lo imposible para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) monopolice la producción de energía.
AMLO descarta modificaciones a reforma de la Industria Eléctrica
Aunque ha causado gran controversia, el presidente de la República descartó realizar modificaciones a su reforma en materia de Industria Eléctrica. Su urgencia por la que la CFE tenga prioridad en el despacho de energía se demuestra con que aún en aislamiento por COVID-19, lanzó al Congreso de la Unión, una propuesta de “carácter preferente”.
El hecho de que sea “preferente” significa que la Cámara de Diputados tendrá 31 días naturales para su discusión y traslado al Senado de la República. En este sentido, de llegarse aprobar la modificación legal, cambiaría la prioridad de las fuentes que despachan energía al Sistema Eléctrico Nacional. ¡Obvio la CFE sería la primera!
De acuerdo con la propuesta de López Obrador, las hidroeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad serán las número uno en despachar energía. Posteriormente, tendrán la oportunidad otras plantas de la empresa, tales como las geotérmicas o de ciclo combinado.
Con lo anterior, quedaron desplazadas las fuentes de energía limpia y aquellas de la industria privada. Precisamente por ello, se corre el riesgo de que exista un monopolio de un servicio indispensable para los mexicanos y que además, se promuevan mecanismos más contaminantes que eficientes.
Con todo y eso, el líder de la autollamada Cuarta Transformación sigue empeñado en ejecutar la reforma. Incluso, durante la conferencia matutina de este 9 de enero, aseguró que su administración luchará para que el cambio se lleve a cabo, pese a los recursos que interpongan terceros.
Bajo el argumento de no subir los precios de la luz, el jefe del Ejecutivo está limitando la competencia en materia. En su afán de que el sector privado no centralice la energía, está provocando exactamente lo mismo, pero en otra dirección.
“Yo entiendo que los que sacaban provecho no quieran que se fortalezca la Comisión Federal de Electricidad, porque lo que quieren es quedarse con todo el mercado de la industria eléctrica”, dijo el funcionario.
López Obrador aseguró que las empresas particulares están en todo su derecho a emitir amparos a nivel internacional. No obstante, afirmó que él por su parte “hará lo propio” para defender la Industria Eléctrica Nacional.
A final de cuentas, lo más decepcionante del asunto es que el no escuchar voces de todos los sectores, se ha vuelto en una constante para la actual gestión. No es casualidad que en cada propuesta del Poder Ejecutivo —otro ejemplo es la de materia de subcontratación— se arme un debate de muchos contra uno (el presidente).
