Qué ganas de estar equivocado

Lectura: 3 minutos

Qué ganas de que me digan “ya ves, te lo dije”; qué ganas de que la patria gane, que ganemos todos los mexicanos, los de a pie, los del metro y los que con mucho esfuerzo tenemos un carrito.

El primero de julio una abrumadora mayoría decidió el curso de mi país, yo no coincidía con la propuesta, pero insisto, qué ganas de que me reclamen, que me increpen, que me recriminen, que me digan “ya ves, te lo dije, te lo advertí, pero siempre fuiste un necio negado al cambio”.

Así, les confieso que deseo de todo corazón haberme equivocado, pero si de algo sirve, y para poner en contexto mis posibles necedades debo decir: Tengo casi cuarenta años esperando el cambio verdadero, ése que ahora se asegura que llegó, ése que espero que haya llegado incluso a pesar de mi tozudez, de mi ceguera, de mi estupidez.

No tienen idea de lo que se siente ser un cincuentón idealista, y esperar por más de cuarenta años ver una patria fuerte, una en la que el grito de “arriba y adelante” (1) sea sincero, en la que quede en evidencia que “la solución somos todos” (2), en la que la “renovación moral” (3) sea un compromiso real y compartido, en la que todos estemos de acuerdo en que “hable México” (4), ya que hablando México, es la única forma de lograr el “bienestar para tu familia” (5), esto claro está mediante “el voto del cambio” (6), lo que sólo será posible con “el presidente del empleo” (7) porque “mi compromiso es contigo” (8).

Es así que la frase: “Juntos haremos historia” (9) me dice poco. Tengo 54 años y casi 40 de conciencia política, ciertamente que juntos hemos hecho historia, los mexicanos y nuestros pésimos presidentes. Una historia que aunque no tengo nietos, si estos existieran no sabría explicársela sin sentirme culpable, cómplice, partícipe y hasta compinche. De hecho, me resulta complicado explicar estas cosas a mis hijas y mi hijo, sin sentirme apenado, avergonzado, acongojado.

En este contexto, perdónenme si ya no creo en los políticos, pero a mis 54 años he oído de todo, he creído en todos, he votado por los que he podido y, francamente, ninguno me ha cumplido.

No obstante, reitero, insisto, proclamo, no saben ustedes: “Qué ganas de estar equivocado”.

Referencias:

  1. Luis Echeverría Álvarez, culpable de la matanza del 68 y del 71.
  2. José López Portillo y Pacheco, quien prometió defender el peso como un perro y terminó nacionalizando la banca comercial, lo que provocó una hiper inflación que, quienes no son de mi edad, ni lo entienden ni lo recuerdan.
  3. Miguel de la Madrid Hurtado, que en el sismo del 85 deambulaba como zombi sin saber qué hacer y quien es el padre del “liberalismo”. Y gracias a quien de enero a diciembre de 1987, la moneda mexicana perdió un 192% de su valor tras sucesivas devaluaciones, periodo en el que la inflación en tan sólo 12 meses alcanzó una tasa del 160%.
  4. Carlos Salinas de Gortari, el presidente que nos hizo creer que estábamos a la altura de cualquier nación, pero que después de que mataron a Colosio, perdió todo tipo de pisada, llegando a refugiarse en su infinita insensatez en Fomerrey 111, en el sector San Bernabé, de Monterrey (Nuevo León), donde inició una huelga de hambre en protesta porque se le acusaba de interferir en las investigaciones del asesinato de su amigo y propuesto candidato a la presidencia Luis Donaldo Colosio. De este último y, en virtud de estar muerto, por respeto no digo nada.
  5. Ernesto Zedillo Ponce de León, probablemente el presidente más gris de la historia. Quien hay que señalarlo, no obstante su grisácea personalidad, logró todo lo que Salinas deseaba como expresidente.
  6. Vicente Fox Quesada, ése que en 2001 me avergonzó como mexicano al presentarse en España presumiendo en una cena de gala que le ofrecieron los reyes Juan Carlos y Sofía de España, sus botas de charol.
  7. Felipe Calderón Hinojosa, el que efectivamente logró muchos empleos, pero para el narco, ya que éste se multiplicó exponencialmente.
  8. Enrique Peña Nieto, el más falso de todos los anteriores, ya que no se comprometió con nadie, ni conmigo, ni contigo, ni con la patria.
  9. Andrés Manuel López Obrador, el que todo promete resolver con amor y paz y, de quien deseo de todo corazón que lo logre.
0 0 votos
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
1 Comentario
Más viejo
Nuevo Más Votado
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Héctor

De que manera se podría esperar un verdadero cambio en el rumbo del País sin cambiar el modelo económico y erradicar la corrupción ??.

1
0
Danos tu opinión.x