Trump, ¿el principio del fin?

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Ése sería el deseo de los antagonistas del magnate-presidente de Estados Unidos, Donald John Trump. Y es que agosto no ha sido un buen mes para el actual huésped de la Casa Blanca: ha escalado a niveles insospechados el pulso que mantiene con la prensa de su país, luego de que –arrogante y provocador‒ él afirmara que la prensa es “enemigo del pueblo estadounidense”. La reacción de los medios sería viral. El día 15 editoriales de más de 300 medios de 50 estados de la Unión pedían a los ciudadanos luchar contra el Ejecutivo, al que calificaban de “charlatán”, con títulos como: “La prensa libre te necesita”.

Nunca antes, en la historia política de ese país se había visto tal nivel de confrontación entre dos pilares del sistema capitalista estadounidense. Ni siquiera con Richard M. Nixon en la cúspide del escándalo Watergate o en la cruzada antiterrorista de George Walker Bush. Y es previsible que esa pugna se recrudecerá conforme se acerquen las elecciones legislativas de noviembre.

presidente de Estados Unidos
Estrella de Donald Trump en el Paseo de la Fama, Hollywood Boulevard, California, Estados Unidos.

En su análisis sobre el caso, Guillermo Alvarado de Radio Habana Cuba reseñaba así la situación: “El presidente de Estados Unidos logró en tiempos de paz lo que pocos gobernantes de esa nación habían conseguido en muchos años: unir a más de 300 diarios y medios de comunicación de diversa tendencia y en sitios del país, en un solo propósito: luchar contra él y su errático comportamiento”.

No obstante, los golpes más devastadores contra la presidencia de Trump llegaban el 20 de agosto de personas estrechamente vinculadas a él. Ese día en Virginia, un jurado declaraba culpable de múltiples cargos por fraude al exjefe de campaña del hoy Ejecutivo estadounidense, Paul Monfort.

protestas
Berkeley Free Speech.

Y casi simultáneamente su exabogado, Michael Cohen, se entregaba a la FBI en Nueva York y se declaraba culpable de ocho cargos (que incluyen evasión fiscal y fraude bancario, aunque el más relevante es por violar las normas de financiamiento de campañas). Cohen involucró al presidente estadounidense, tras afirmar que le ordenó comprar el silencio de dos mujeres (con 150,000 y 130,000 dólares, respectivamente) para pactar un acuerdo de confidencialidad y que no revelaran su relación con el entonces candidato.

Ya en mayo, el presidente de la superpotencia reconocía que abonó a Cohen 130,000 dólares que pagó a la actriz porno Stormy Daniels.  Para el fiscal, Robert Khuzami, ese pago configura el delito de “contribución ilegal” a la campaña del magnate. Cohen enfrenta cinco cargos por hasta cinco años de prisión, aunque negocia 3 a cambio de más declaraciones que comprometan a Trump. Según Khuzami, esos cargos “reflejan un patrón de mentiras y deshonestidad por largo tiempo”.

En plena estrategia de control de daños, en meses pasados el huésped de la Casa Blanca se ha alejado de Cohen, uno de sus más cercanos colaboradores. Esa distancia aumentaría en abril, cuando el FBI incautaba numerosos documentos en el bufete del abogado.

Así, el 21 de agosto, Donald Trump abandonaba su habitual mensaje por Twitter y declaraba ante Fox, su canal predilecto, que ese dinero procedía de su fortuna persona y no de la campaña. Así, el poderoso empresario inmobiliario intentaba frenar la acometida judicial que hace meses cierra el cerco en su alrededor, siguiendo la hipótesis de que no habría llegado a la Presidencia de forma democrática, sino que recibió ayuda del Kremlin. Lo que se ha dado en llamar “la Trama Rusa”.

A ese complejo entorno judicial y mediático, se le suman a Trump los conflictos derivados de múltiples frentes de batalla que mantiene con sus aliados trasatlánticos, con la llamada Comunidad de Inteligencia de su país, con los demócratas e integrantes –activos o no– de su equipo de gobierno original. Esa tensión multidimensional sugeriría el principio del fin de la presidencia de Donald John Trump.

protestas
Berkeley Free Speech.

Para México, no es necesariamente una buena noticia un Trump débil. No cuando se está en la recta final de la renegociación del TLCAN, y menos cuando está por asumir el próximo gobierno. De ahí que estrategas y analistas, como Luis Valdés Ugarte, pasen revista los escenarios a futuro:

1.- La popularidad del presidente estadounidense descenderá más. Con ello, la de republicanos candidatos al Congreso. En consecuencia, sería previsible la desbandada de su propio equipo (habría que contemplar lo que hacen los generales John Kelly –jefe de Gabinete‒ y James Matthis –secretario de Defensa‒) y la pérdida de parte de su base electoral.

2.- Si la Justicia impone una sentencia leve a Paul Manafort, Trump podría maniobrar y optar por deslegitimar al fiscal Robert Mueller ‒que investiga el llamado Russiagate‒ y despedirlo.

3.- Está por definirse la relación de Trump con Putin y la Unión Europea, pilares de su proyecto económico-comercial.

Todo está por verse. En los días por venir, habrá que observar cuál de los actores en el drama político de la superpotencia actúa con mayor visión geopolítica-estratégica y sensatez.

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Victor Manuel Jimenez Alvarez

La evidente arrogancia, crueldad y falta de honestidad en sus comentarios sarcásticos, retratan ahora al verdadero Donald Trump que ni con todo su dinero, a podido frenar el conocer tangiblemente lo que ya se sospechaba de el.
Bien dice el dicho “Cuando el rio suena, es porque agua lleva”

Nydia Egremy

Gracias por su lectura e interesante comentario Víctor Manuel Jiménez Alvarez. Efectivamente, la actitud del Presidente estadounidense es digna de análisis.

Victor Manuel Jimenez Alvarez

Gracias a usted Nydia Egremy, ya que en mi opinión consideraba que pocos veían mis comentarios, pero nunca me había tocado que un autor de la publicación respondiera a mi comentario y menos que mediera las gracias. Esto me hace sentir que si estoy en contacto con personas preocupadas por el mismo tema y no conectado con un dispositivo electrónico que despega información por captura masiva.

Santiago G. Greenham

Trump daña a su país y al planeta de mamera tangible y nunca vista, razón más que suficiente para que por ningún motivo sea reelecto.
Es cuanto !

Nydia Egremy

Agradezco su opinión, Santiago G. Greenham. El mandatario estadounidense seguirá trastocando el mundo, así que estaremos pendientes.

José Ruiz

ANTE la incertidumbre que introduce un Trump débil, podría el equipo negociador del TLC por México decir:
1) “Vamos despacito o de plano suspendamos definiciones, hasta el cambio de (nuestro) gobierno.” Así se pospone hacer acuerdos hasta que haya más certidumbre: La libró o sigue enmarañado Trump.
Por otro lado, Peña también está debilitado, y sus “reformas” económicas no parecen convenirnos.
2) “Sigamos adelante con más prisa, ahora que está distraído Trump con otras batallas tenemos mejores perspectivas de sacar un TLC favorable.”

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