Mike Pompeo, hasta hoy director de la CIA, dirigirá la diplomacia estadounidense tras salida de Tillerson, quien se oponía firmemente al encuentro de Trump con el líder norcoreano Kim Jong-un.
Algunos analistas dicen que las primeras señales de cambios mayores en el gobierno de Estados Unidos se avistaron hace una semana, cuando Gary Cohn, el principal asesor en economía del presidente Trump, renunció a su cargo.
Esta mañana, en un inusual hecho que se aleja de los protocolos en la Casa Blanca, el presidente republicano anunció que Rex Tillerson, hasta ayer secretario de Estado, dejaría su cargo y anunció que sería reemplazado por el actual director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo.
Se trató de un golpe fulminante e inesperado. De acuerdo con reportes cercanos a la Casa Blanca, Tillerson se enteró de su despido a través del tuit que el presidente publicó el martes por la mañana.
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Mike Pompeo, Director of the CIA, will become our new Secretary of State. He will do a fantastic job! Thank you to Rex Tillerson for his service! Gina Haspel will become the new Director of the CIA, and the first woman so chosen. Congratulations to all!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) March 13, 2018
El propio subsecretario de Estado la Unión Americana, Steve Goldstein, dijo a medios de comunicación que Tillerson no había hablado con el presidente y que desconocía las razones que llevaron al cese de sus funciones.
“El secretario tenía toda la intención de quedarse por el progreso crítico que se ha hecho en materia de seguridad nacional. Extrañará a sus colegas en el Departamento de Estado y a los ministros de exteriores con los que tuvo oportunidad de trabajar alrededor del mundo”, precisó Goldstein.
¿Qué pasa en la Casa Blanca?
Para muchos, la salida de Tillerson es sólo uno más en una larga cadena de episodios caóticos que se han vivido en Washington desde que Donald Trump asumió el poder hace un año, tiempo en el que ha visto desfilar a una larga cantidad de funcionarios y asesores en condiciones, por lo menos, inusuales.
En el caso de Tillerson, medios internacionales reportaron desde finales de 2016 los cada vez más fuertes desencuentros con Trump, quien sistemáticamente redujo el poder del canciller en los últimos meses.
En esas fechas también se reportó un supuesto insulto que habría hecho Tillerson a su jefe, a quien presuntamente llamó “moron” (tonto) en una reunión privada. Cuando el canciller fue consultado por medios de comunicación al respecto, el funcionario simplemente eludió realizar una declaración precisa al respecto.
Varios analistas destacan incluso que Tillerson no se separó de su cargo en Año Nuevo porque no quería ser recordado como el Secretario de Estado que estuvo menor tiempo en el cargo. A esto se suma su reciente desacuerdo con Trump sobre su encuentro cara a cara con el líder de Corea del Norte Kim Jong-un, que se realizará en las próximas semanas.
El sutituto
Quien tomará ahora la batuta como secretario de Estado es Mike Pompeo, con quien Trump ha asegurado tener una forma “similar” de pensar, a diferencia de Tillerson con quien también aceptó haber tenido diferencias.
“Hemos estado hablando de esto durante mucho tiempo. No estábamos de acuerdo en las cosas, como el acuerdo con Irán”, dijo Trump en relación al acuerdo nuclear con el país asiático, que ha sido fuertemente criticado.
“Con Mike Pompeo tenemos una forma de pensar similar. Tiene una tremenda energía, un tremendo intelecto; siempre estamos en la misma onda”, aseguró Trump esta mañana en un encuentro con periodistas.
Con información de The Huffington Post y Deutsche Welle
