El hecho de que la vacuna contra el COVID-19 llegue en diciembre a México, no significa que el problema esté resuelto y que ya se puedan realizar las fiestas navideñas con normalidad. Así lo explica en entrevista con El Semanario, Samuel Ponce de León, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Jefe del laboratorio de Microbioma y coordinador de la Comisión de Respuesta a la Epidemia COVID-19 de la UNAM.
El especialista explica que la distribución de vacunas probablemente se extienda hasta el 2022. Se tendría que vacunar, por lo menos, a la mitad de la población de México, entre 80 y 100 millones de personas, para ver un auténtico cambio, explica. “Va a ser paulatino y no va a haber cambios en los riesgos de transmisión del virus. Vamos a seguir teniendo una gran intensidad de transmisión, un gran número de casos”, asegura Ponce de León. “Es una gran noticia, pero no resuelve en lo inmediato, para fines prácticos, nada. Tenemos el mismo riesgo de aquí hasta bien entrado el 2021”.
La vacuna de Pfizer y BioNTech será la primera en llegar a México, que ya presentó su plan de acción donde estará como prioridad de vacunación el sector salud, después las personas de 80 años en adelante y así en distintas etapas por edades, que se extienden hasta marzo de 2022.
¿Veremos un cambio en la rutina de la pandemia con la llegada de la vacuna a México?
“Tenemos que ser muy enfáticos al señalar que no va a cambiar en nada las precauciones que estamos manteniendo. No debe de cambiar para nada el cuidado de evitar circular, el mantener un confinamiento en la medida de lo posible, mantener la distancia, mantener la higiene, la etiqueta respiratoria, el uso correcto del cubrebocas siempre. Desde luego, ser particularmente cuidadosos en evitar contagiar a otras personas, si acaso tenemos molestias. Si alguien tiene alguna molestia respiratoria, por mínima que sea, o síntoma general, deberá evitar salir hasta estar cierto de que no está enfermo de COVID. Es muy común que gente con síntomas, incluso con diagnósticos confirmados, sigan circulando, acudiendo a trabajar, acudiendo a sus actividades, sin entender la importancia de mantenerse confinados, aunque se sientan bien, para evitar contagiar a otras gentes”.
¿Podría malentenderse la llegada de la vacuna y hacer que la gente se despreocupe de más?
“Puede haber alguna dificultad en entender. ‘Ah, qué bueno que ya llegó la vacuna, ¡ya se acabó el problema!’, podría mucha gente interpretar. ‘Vámonos a las posadas, sí va a haber Navidad’. Y estamos muy lejos de eso ciertamente. No debe de haber posadas, ni cena familiar de Año Nuevo, de Navidad. Tendremos que mantener la distancia para evitar que tengamos otro incremento. Llega la vacuna, es un avance espectacular, ciertamente es una de las herramientas que va a participar de manera fundamental en que la epidemia vaya mitigándose paulatinamente. Pero para poder hacerlo, tendrá que vacunarse, por lo menos, la mitad de la población en el mundo y en México”.
¿Qué me puede contar del desarrollo de la vacuna de Pfizer y BioNTech?
“El ejemplo de la vacuna de Pfizer con esta empresa tecnológica alemana, es realmente muy interesante. Es un desarrollo que ha venido elaborándose de tiempo atrás, este modelo de vacuna, hoy ya a punto de recibir, es muy novedoso, es un nuevo tipo de vacuna, que se empezó a ensayar ya desde hace varios años, pensando en otras infecciones, en ebola, etc. Se concreta hoy con su utilización en el SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad COVID-19 y que nos tiene en confinamiento en todo el mundo. La vacuna promete ser muy eficaz, hoy estaba leyendo los reportes de que incluso la primera dosis da un buen porcentaje de respuesta, no el óptimo, se requiere la segunda dosis para que sea realmente muy efectiva. Pero es un gran desarrollo eficaz, aparentemente seguro, y qué bueno que lo tenemos ya muy próximo para su aplicación aquí en el país”.
¿Podría tener efectos adversos la vacuna, dado que todavía se siguen los estudios de la Fase III?
“Efectos adversos no se han reconocido significativamente, más que una mínima cantidad. Aparentemente hay alguna tendencia a que haya alguna Parálisis de Bell, una parálisis del nervio facial que se resuelve a lo largo de unas pocas semanas, no tiene mayores consecuencias. Los efectos inmediatos de la vacuna pueden ser molestos y pueden ocurrir, incluso en más de la mitad de los casos, puede haber dolor en el sitio de la aplicación, un poco de temperatura, malestar, dolor de cabeza. Quizá la gente que se aplica la vacuna tenga que guardar por lo menos un reposo discreto, tomar algún medicamento, un analgésico al día siguiente. Pero más allá de eso, no hay mayores consecuencias en lo que se vislumbra ahorita. Desde luego, se requiere una gran población de personas en la Fase III para poder evaluar efectos adversos raros. Es difícil el seguimiento y la interpretación, porque en una población de 30 mil, 40 mil personas, a lo largo de los primeros meses, pueden ocurrir muchas cosas. Todo eso se evalúa en esta Fase III y es lo que permite terminar conociendo con exactitud la seguridad de la vacuna”.
¿Quiénes ya padecieron COVID-19, deben aplicarse la vacuna?
“Hay una serie de interrogantes que no podemos responder con claridad en este momento, evidentemente, por los tiempos que no se han cumplido. Entiendo que la recomendación para las gentes que ya tuvieron la infección demostrada y que están en los grupos de riesgo, será conveniente que sí se vacunen. Porque la infección natural puede no haber despertado suficiente inmunidad para evitar que se volvieran a contagiar. Entonces, la vacuna garantizaría una mayor posibilidad de estar correctamente inmunizados”.
¿Se sabe cuánto tiempo dura la inmunidad de la vacuna?
“Tenemos que tener claro cuál es el calendario que tenemos enfrente. La vacuna todavía no termina su Fase III de aplicación, necesitamos tener un seguimiento conforme vayan pasando los meses, pues vamos aumentando la cuenta de que dura la inmunidad. Yo pensaría que en virtud de los resultados que conocemos de infección natural por el SARS-CoV-2 y de las infecciones por otros coronavirus, seguramente esta infección va a durar, por lo menos, entre seis, 18, 24 meses, quizás dure más tiempo, va a depender de que efectivamente vayamos desarrollando los estudios a lo largo. De entrada, yo podría decir que es bastante probable que entre seis y 18 meses pueda durar la inmunidad, con bastante seguridad”.
¿Qué se puede hacer con el miedo y la incertidumbre que lleva a algunas personas a no querer vacunarse?
“Las vacunas son posiblemente la mejor herramienta que haya podido desarrollar la investigación científica, la medicina, la biología, la química, para beneficio de la humanidad. Son productos en general muy, muy seguros. En ocasiones no podemos apreciar correctamente su eficacia, porque no es como ocurre con los tratamientos de alguna enfermedad ya presente, en donde si tú les das un tratamiento u operas a alguien de una apendicitis, desaparecen las molestias. Aquí no tiene molestias a quien le estás aplicando la vacuna, lo que vas a asegurarte es de que nunca vaya a desarrollar molestias por esa enfermedad. Entonces es difícil de valorar ese extraordinario beneficio, es el mayor que se pueda tener: evitar que la gente se enferme. Es un mensaje también importante de aterrizar con la gente, pero no fácil. Estas vacunas que se están distribuyendo, hasta el momento actual y en base a los resultados de esos estudios intermedios, prometen ser de una muy alta seguridad”.
¿Qué opina del plan presentado por el gobierno de México para aplicar la vacuna?
“Hoy da una muestra el sector salud, la secretaría de relaciones (exteriores), en general el gobierno, diría yo, más allá de cualquier posición ideológica, de una gran asertividad y eficacia para gestionar los contratos de las vacunas. Tanto que estamos ya muy próximos a iniciar la vacunación, mucho antes que otros países del mundo (…)El biológico que se va a distribuir se ha planeado correctamente en su distribución. Podrían tener más características las poblaciones, pero creo que la manera más eficaz es la que se ha planteado. Un acierto que sea también el ejército y la armada quienes se encarguen de hacer la distribución y la aplicación del biológico en colaboración, desde luego, con el sector salud y también de las instituciones académicas, la universidad también está colaborando”.
¿Qué avances hay para una posible vacuna de la UNAM?
“Hay por lo menos cinco proyectos de la UNAM, unos realmente muy incipientes, no se acercan todavía ni siquiera a la Fase I. Hay otros que podrían entrar a Fase I en el curso de los siguientes meses, pero, más allá de eso, no podría ser mucho más específico. También destacar que se ha recibido apoyo para los proyectos que están tratando de desarrollar nuevos medicamentos, nuevas aproximaciones terapéuticas y también nuevas vacunas en nuestro país, cuentan con el apoyo para poder sostener este desarrollo para las siguientes fases y es probable que podamos contar con algún biológico de producción nacional el próximo año”.