Todas las tradiciones espirituales tienen principios que contribuyen para dar sentido y dirección a la existencia humana. El aventurarse a conocerlas y comprenderlas incrementa el acervo cultural, disminuye el prejuicio que genera la ignorancia y proporciona elementos para una mayor calidad de la vida sin que ello signifique poner en riesgo la propia fe.
Una de las prácticas que influyen en nuestra época y con la cual co-existimos es el budismo. Una tradición con más de 2,300 años de antigüedad, cuya aportación principal está en proporcionar una guía clara, sencilla y profunda para enfrentar la existencia.
El fundamento del budismo se encuentra en cuatro argumentos para entender la realidad y resolver la vida adecuadamente conocidos como las Cuatro Nobles Verdades. Enseñanzas cortas, prácticas y de gran utilidad para todo ser humano decidido a contribuir por un mundo mejor y a obtener una mejor calidad de vida.
Las cuatro Nobles Verdades
1. La verdad del sufrimiento –Duhkha o Dukkha–
El sufrimiento es una constante en la existencia humana. Algunas personas la experimentan con mayor frecuencia o intensidad que otras, pero nadie queda del todo excento de su presencia. El budismo identifica siete causas del sufrimiento: 1) desarmonía entre la persona y las cosas materiales, 2) desarmonía entre la persona y los otros, 3) desarmonía entre la persona y su cuerpo, 4) desarmonía entre la persona y su mente, 5) desarmonía entre la persona y sus deseos, 6) desarmonía entre la persona y las opiniones, y 7) desarmonía entre la persona y la naturaleza. La raíz de todas estas discordancias de encuentran en el apego, la aversión y la desilusión que atan disfuncionalmente y generan desaliento.
2. La verdad del origen del sufrimiento –Sumadaya–
En el budismo se entiende que la causa del sufrimiento se encuentra en el karma, es decir, por acciones cometidas con anterioridad por el cuerpo, la palabra y la mente. En esta tradición el karma es el efecto y solamente está asociado al aspecto moral, de tal forma que las acciones buenas generan karma positivo y las malas acciones karma negativo. Para explicar los casos en que esto no es comprobable, es decir, en el caso de personas buenas que sufren mucho y personas malas que son felices, hacen referencia simplemente al tiempo, como consecuencia de conductas en vidas pasadas para el primer caso o que aún no ha llegado el momento de pagar el karma negativo para el segundo.
3. La verdad de la cesación el sufrimiento –Niroda o Nirodha–
Explicar el cese, posiblemente sea el concepto más complicado en el budismo. Ciertamente la búsqueda última está relacionada con erradicar la transmigración de nacimiento y muerte para obtener la felicidad eterna, pero esto no impide disfrutar de la existencia relacional tanto material como afectiva, la práctica consiste simplemente en vivirla libre del apego, la aversión y las expectativas rígidas que generan desilusión.
4. La verdad del camino que conduce a la cesación del sufrimiento –Marga o Magga–
La cuarta y última noble verdad hace referencia al camino que es necesario recorrer para lograr el cese. Generalmente, este última verdad se asocia exclusivamente con el sendero óctuple, pero en realidad es más complicada e incluye mayores conocimientos y otras prácticas; sin embargo, una aproximación al sendero óctuple es suficiente para personas de otras tradiciones. Estos ocho pasos son: a) recta visión, b) recto pensamiento, c) recta palabra, d) recta acción, e) recta vida, f) recto esfuerzo, g) recta atención y h) recta concentración.
a) Recta visión
La recta visión está relacionada con la percepción de la realidad y el juicio que se hace de ella. Implica la experiencia personal y la necesidad de mover el conocimiento, generalmente aprendido de otros, hacia la sabiduría y la correcta opinión que ocurre al comprender la existencia y lo existente desde su propio rostro, tarea de suyo complicada dada nuestra existencia condicionada.
b) Recto pensamiento
El recto pensamiento consiste en liberarse de los tres venenos que afectan el pensamiento, las elecciones y las acciones: la apetencia, la aversión y la desilusión.
c) Recta palabra
La recta palabra implica no mentir, no calumniar, no insultar y no hablar frívolamente.
d) Recta acción
La recta acción comprende no hacer daño a seres vivientes, no tomar lo que no es dado, no hacer mal uso de los sentidos, no tener una conducta sexual desordenada, no ingerir substancias que intoxiquen el pensamiento.
e) Recta vida
La recta vida incluye tanto evitar trabajos indignos –que afecten a terceros– como acciones concretas que promueven la salud personal, familiar y comunitaria tanto física como mentalmente.
f) Recto esfuerzo
El recto esfuerzo considera cuatro acciones concretas: 1) impedir que aparezca el mal, 2) erradicar el mal aparecido, 3) promover la aparición del bien y 4) sostener el bien ya existente.
g) Recta atención
La recta atención conlleva observar diligentemente las condiciones generales de la conciencia en un momento dado lo cual incluye al cuerpo, las sensaciones y el estado de la mente con el fin de reconocer que la mente precede, domina y crea las cosas, por ello es necesario conocerla, formarla y liberarla de aquello que la esclaviza.
h) Recta concentración
La recta concentración es la contemplación activa y deliberada de los pensamientos para desmontar patrones crónicos y proyecciones generadas por la mente.
Las aportaciones del budismo son una guía para asumir responsable y éticamente la propia vida independientemente de la fe que se profese. Implican decisión, esfuerzo y constancia para observarse a uno mismo, reconocer a las personas y la realidad como son, promover el bien y favorecer la construcción de una vida que valga la pena ser vivida.
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