Claudia Pavlovich Arellano, actual gobernadora de Sonora, asumió la presidencia de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). Aunque es un hecho relevante por tratarse de la primera mujer en el cargo, la abogada y política está tomando las riendas de una entidad completamente fracturada y poco diversa.
La jornada de este miércoles 27 de enero, Pavlovich Arellano rindió protesta de forma virtual y se comprometió a trabajar en las principales problemáticas que enfrenta México: vacunación antiCOVID-19, educación y reactivación económica. Incluso, desde Palacio Nacional, Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), felicitó a la sonorense y celebró que sea una mujer quien sustituya al gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras.
“Me gustaría felicitar desde este espacio a la gobernadora Claudia Pavlovich, quien a partir de hoy preside la Conago. Por primera vez en la historia también, una mujer va a presidir la Conago”, expresó Sánchez Cordero.
No obstante a lo anterior, es imposible pasar por alto que con la llegada de la Cuarta Transformación, la conferencia cambió su rumbo y hasta quedó mutilada por la salida de diez gobernadores. Tal situación, como respuesta a un Gobierno Federal cerrado y poco tolerante.
Y es que pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador maneja un discurso en favor de la libertad de expresión, la pluralidad y la discrepancia, en el terreno real ha provocado la ruptura con todos los actores que opinan distinto a los principios de su administración. En ese grupo se encuentran los mandatarios estatales de oposición.
4T fractura un foro de equilibro federal
En septiembre del 2020, los diez gobernadores que integran la Alianza Federalista tomaron la decisión de abandonar la Conago. Por discrepancias con el primer mandatario en temas de salud, seguridad y economía, los funcionarios Francisco Javier García Cabeza de Vaca (Tamaulipas); Miguel Riquelme (Coahuila); Silvano Aureoles (Michoacán); José Rosas Aispuro (Durango); José Ignacio Peralta (Colima); Enrique Alfaro (Jalisco); Javier Corral (Chihuahua); Diego Sinhue Rodríguez (Guanajuato) y Jaime Rodríguez Calderón (Nuevo León), dejaron las filas de una confederación que por años intentó buscar un equilibrio.
De este modo, durante el actual sexenio quedó en el abandono la convicción de generar contrapesos estatales y contribuir a la promulgación de programas incluyente. Con ello, quedó de lado la atención de problemáticas que ponen en la cuerda floja a todas las entidades que conforman la República Mexicana.
La desintegración parcial de la Conago en medio de la pandemia de COVID-19 también puso en evidencia que en México valen más los intereses políticos que el bienestar poblacional. Tan es así que los diálogos entre el jefe del Ejecutivo y los mandatarios estatales, valieron de poco para llegar a consensos.
Todo lo contrario, López Obrador respondió con indiferencia a la salida de los funcionarios estatales. Con un “están en toda su libertad”, confirmó que su política se basa más en la división que en la unión de esfuerzos.
“Están en libertad, somos libres, no veo yo nada extraño, creo que es una asociación de los gobernadores y no es obligatoria y los que se salen es porque están ejerciendo su derecho, su libertad”, comentó el presidente.
Hasta ahora, incluso con el peso de la campaña de vacunación contra el virus SARS-CoV-2, el primer mandatario se ha negado a recibir apoyo de la llamada Alianza Federalista. En oposición, interpuso un mecanismo tramposo para que presuntamente las entidades puedan acceder al remedio, ese que está agotado y centralizado.
Finalmente, así es como Pavlovich Arellano protagoniza un avance en materia de género, pero también es partícipe de un juego de simulación. Es decir, como funcionaria y mujer se celebra el avance; de forma institucional hay más división de fuerzas en el país.