Cuauhtémoc Cárdenas

Las Paredes Gritan: Circo Volador, ¡a volar más alto… con nuevos aires!

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Circo Volador y COVID-19

Circo Volador surgió hace treinta y tres años (1987) como un proyecto de investigación social específico sobre Jóvenes y Violencia. Teníamos cinco hipótesis de los problemas que tenían los jóvenes en diferentes áreas (escuela, trabajo, familia, valores y autoridad) y buscamos sus respuestas.

Al hacerlo decidimos partir de las habilidades de los jóvenes: “Tomemos las habilidades y las potencialidades de los jóvenes, en vez de partir de sus problemas, que son siempre los más obvios para estigmatizarlos”.

Cuando iniciamos el proyecto aparecieron muchas más respuestas de las que esperábamos. De eso nació la idea de agruparnos como Circo Volador. Éramos un grupo de ocho chavos y yo. Todos teníamos apodos de animales (perro, gato, piojo, pulga, pavo, etc.) y viajábamos en una Combi, de un barrio a otro.

No éramos un zoológico. Éramos más bien como un circo que volaba entre las colonias populares arriba de una camioneta. Empezamos trabajando en las calles y en los barrios. Después en sus espacios y en parques.

El programa de radio “Sólo para Bandas” que transmitíamos los sábados a las 10:00 de la noche en Estéreo Joven (105.7 de FM), tuvo un fuerte impacto y después de cuatro años llegamos a juntar a varios miles de jóvenes en festivales y tocadas populares. Sin quererlo, nos habíamos convertido en un nuevo problema de seguridad pública: “¿Para qué quieren juntar a tantos chavos?”, me preguntaban.

Por eso decidimos empezar a trabajar con talleres y realizar otras actividades. En 1994, el gobierno de la Ciudad de México (CDMX) nos ofreció el viejo cine Francisco Villa (que tenía 12 años de abandono) para utilizarlo como foro para el Circo Volador.

Pero en ese año se dio la devaluación conocida como “el error de diciembre” y se terminaron los recursos del gobierno. Por eso nos convertimos en un proyecto autosustentable, que genera sus propios ingresos. Nos transformamos en promotores culturales. En 1997 (diez años después de su inicio), inauguramos oficialmente el Circo Volador.

En ese año, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas ganó la Jefatura de Gobierno en la Ciudad. Se trataba del primer gobierno de izquierda en la CDMX. Al tomar posesión me comentó: “Vamos a volver el Circo Volador una política pública. Necesitamos un proyecto para jóvenes”.

Yo le contesté: “Ingeniero, si lo convierte en política pública lo va a matar. Hemos luchado por crear un proyecto autosustentable que no dependa de los fondos públicos. Usted nos ayudará ahora. Pero después dependeremos de quien entre en el gobierno”.

Cine Francisco Villa, Circo Volador
Cine Francisco Villa (fotografía tomada de la web del Circo Volador).

Me pidió reunirme con Alejandro Aura, director del Instituto de Cultura de la capital. Con él y su equipo de trabajo diseñamos el proyecto FAROS (Fábricas de Artes y Oficios) que son una de las políticas públicas para jóvenes en la CDMX. Y a partir de ese momento, Circo Volador desarrolló muy distintos talleres para atender a los jóvenes.

En términos generales, en el Circo se tienen un promedio de 32 a 34 talleres semestrales (enero-junio y julio-diciembre), con un promedio de 800 alumnos en cada semestre.

Cada año realizábamos cerca de 20 o 22 conciertos internacionales y unos 50 nacionales que permitían generar los recursos para mantener abierto el espacio.

Paralelamente, desde Circo se desarrollaron numerosas metodologías de Intervención Social para atender los problemas de violencia en el país.

Con esas estrategias, participamos en los Programas de Prevención de la Violencia entre 2006 y 2014, que nos llevó a desarrollar proyectos en 25 estados de la República.

Foro Circo Volador
Foro El Circo Volador (fotografía: Wegow).

De la misma forma, trabajamos en otros países, como El Salvador, Argentina y Brasil con el proyecto PRONASCI (Programa Nacional de Seguridad con Ciudadanía) y ampliamos muchos nuestras actividades originales.

En 2004 el programa Hábitat de las Naciones Unidas, nos dio un reconocimiento de ser una de las mejores 10 prácticas sociales en el mundo para enfrentar la Violencia con los Jóvenes.

En 2005 el Banco Mundial (BM) nos dio un premio como ganadores de su concurso “Un mundo sin Pobreza”. Eso hizo que en 2006 Bono y su banda U2 decidiera visitarnos para conocer qué había podido realizar un proyecto con una esencia de Rock.

“Habíamos logrado hacer real una utopía” …). Al menos eso decíamos.

Pero esa historia terminó en la segunda semana de marzo de 2020.

Llegó la pandemia

Nuestro “espacio físico” se cerró y debe transformarse en un “espacio virtual”.

Debe emerger con nuestra historia para albergar a la nueva Comunidad de Circo Volador (con los maestros, con los alumnos y con los nuevos participantes que podamos incluir virtualmente).

Los tiempos del COVID-19 nos demandan una nueva reflexión sobre las hipótesis iniciales y sobre las futuras respuestas que encontraremos con los jóvenes frente a la pandemia.

Hoy permanecemos más tiempo en casa. Hoy queremos mantenernos juntos llegando a la gente de nuestra comunidad, con nuevas actividades.

Hoy más que nunca, el virus nos hace tomar conciencia de que cualquier acción que tomemos debe servir para el crecimiento y un cambio de forma sostenible.

Grafittis del Circo Volador (
Grafittis del Circo Volador (fotografía: Rodolfo Durán, tomada de Flickr).

¿Qué haremos?

Crear en redes sociales la Comunidad Circo Volador, de acuerdo a los valores que dan identidad y guían las acciones del proyecto.

Difundir y realizar acciones que contribuyan a la Salud y el Bienestar, la Igualdad de Género y la Producción y Consumo Responsables.

Debemos reconfigurar los contenidos para trabajar en: Facebook, Twitter, Instagram, YouTube y Vimeo.

A este espacio virtual agregaremos la radio que es una herramienta muy importante de comunicación.

Los Jóvenes y el COVID-19 y El Arte y el COVID-19, serán nuestras áreas centrales de trabajo.

Héctor Castillo Berthier
Héctor Castillo Berthier, director y fundador del Circo Volador (fotografía tomada de la página del CV).

¿Funcionará?

¿Logrará sus objetivos?… NPI.

Lo que no podemos hacer: ¡Es darnos por vencidos!

La Cueva del Delfín

En Twitter: “Las personas buscan ser escuchadas” (…). En Instagram: “Las personas buscan ser vistas” (…). En Facebook: “Las personas buscan pertenecer” (…). En YouTube y Vimeo: “A la gente le gusta que la vean” (…). Esto lo iniciamos ya el 15 de septiembre.

¡Vientos huracanados!, si no me mandan a Centroamérica nos veremos por acá la próxima semana.


Comentarios, quejas y lamentaciones: Facebook Héctor Castillo Berthier / Email berthier@unam.mx / Página de Circo Volador.


Lázaro Cárdenas: 80 años después de dejar el poder

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En unas semanas se cumplirán 80 años del fin del mandato del presidente Lázaro Cárdenas, uno de los líderes políticos más importantes de la historia mexicana y del siglo XX. Su gobierno realizó una serie de reformas que cambiaron el rumbo de México: impulsó la Reforma Agraria con la repartición de tierras entre los campesinos a través de la creación de los Ejidos; la expansión de la educación por todo el país, consiguiendo alfabetizar casi en su totalidad a la población; la nacionalización de los ferrocarriles; y, el que quizá sea el logro más trascendente de su mandato: la nacionalización del petróleo mexicano.

En el plano exterior, México reafirmó el principio de no intervención, pero fue prácticamente la única nación que aceptó refugiados republicanos españoles y como miembro de la Sociedad de Naciones fue de los pocos miembros que condenó enérgicamente la invasión italiana de Etiopía, enviando incluso armas al gobierno de este país. Por otro lado, durante el gobierno “cardenista” se acabó de consolidar el sistema de partido hegemónico con el Partido de la Revolución Mexicana (PRM).

Lázaro Cárdenas con campesinos
Lázaro Cárdenas con campesinos, 1935 (fotografía anónima, Secretaría de Cultura, INAH).

La administración del general Cárdenas fue la primera que duró un sexenio entero (1934-1940), inaugurando una época de “estabilidad institucional”  a través del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que pasó a denominarse Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938. Éste se basaba en cuatro sectores: el obrero, el campesino, el popular y el militar; además de tener varias organizaciones bajo su órbita como la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Confederación de Campesinos de México (CCM), entre otros muchos sindicatos, mineros, electricistas, industriales, etc. Durante el gobierno de Ávila Camacho (1940-1946), el sector militar fue apartado del partido que se refundó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Pero si bien es cierto que Cárdenas acabó de consolidar el sistema que gobernó México durante décadas, su mandato dio un definitivo impulso al país en muchos aspectos. Durante sus años de gobernador de Michoacán (1928-1932) había realizado una serie de reformas, sobre todo educativas y de reparto de tierras entre los pobladores, y debido a esto le apodaron: “Tata Lázaro”.  En aquellos momentos, Cárdenas era visto como uno de los protegidos del líder político del país, Plutarco Elías Calles, quien después de su presidencia (1924-1928) tuvo el control de la vida política del país durante los años del “Maximato”. Por eso el “Jefe Máximo” hizo uso del “dedazo” escogiéndole como candidato a la presidencia por el PNR y ganando las elecciones. En los primeros años de su gobierno tuvo que aceptar a miembros “callistas”; Calles pensaba que podía influir en el presidente que había escogido. Pero enseguida, Cárdenas demostró que tenía autoridad y era independiente de cualquier cacique político. El partido, con toda su organización, era cada vez más cercano al presidente y se iba alejando más de Calles, como también los obreros y buena parte de la prensa. Finalmente, en abril de 1936, Cárdenas expulsó a Calles de México, junto con otros colaboradores de su entorno. Consiguiendo que, a partir de ese momento, la máxima autoridad fuese el presidente electo.

Lázaro Cárdenas
Imagen: Centro Lombardo.

En el ámbito educativo y cultural también destacó el gobierno “cardenista”. Se implantó la educación “socialista” y se continuaron las políticas de alfabetización por todo el país; aunque en algunas zonas de fuerte implantación cristera, hubo conflicto, debido a los ataques que sufrieron muchos profesores enviados por el gobierno. El castillo de Chapultepec, dejó de ser la residencia oficial del presidente, convirtiéndose en el Museo Nacional de Historia;  a partir de entonces la máxima autoridad del país pasó a residir en “Los Pinos”. Se crearon el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Colegio de México, en donde muchos profesores e intelectuales republicanos dieron clase.

Precisamente, el asilo otorgado a muchos exiliados republicanos y de perseguidos de otros países fue una de las acciones por la que más se le recuerda a Cárdenas. A México llegaron más de 40 mil refugiados españoles, entre ellos políticos, profesores, profesionales, médicos, intelectuales u obreros. Famoso fue el caso de “Los Chicos de Morelia”, un grupo de más de 400 menores huérfanos que se les dio alojamiento en la capital michoacana. No fue una tarea fácil ya que, a mediados de 1940, Francia había sido ocupada por el ejército alemán y muchos refugiados se habían quedado en el sur, en la “Francia de Vichy”. Los diplomáticos mexicanos, como Gilberto Bosques o Luis I. Rodríguez hicieron todo lo posible para salvar a todos los refugiados españoles y de otras partes del mundo. Ningún país quiso intervenir a favor de la República, pero México estuvo del lado del gobierno republicano en todos los organismos internacionales; además proveyó de armas y dinero. 

Lázaro Cárdenas y familia
Fotografía familiar de Cárdenas (México Desconocido).

En 1937, Cárdenas ordenó la nacionalización de los ferrocarriles mexicanos y al año siguiente realizó la acción más importante de su administración: la nacionalización del petróleo mexicano. Desde la época de Porfirio Díaz, buena parte de los recursos naturales de la nación estaban en manos extranjeras. Cuando en 1917 se aprobó la actual Constitución política, en el artículo 27 se reafirmaba la propiedad de todos los recursos naturales que se encontraban en la nación mexicana por parte de ésta.

 Cada vez había más conflicto con la industria petrolera, los gobiernos posrevolucionarios anteriores no habían hecho nada para garantizar mejoras laborales en los trabajadores petroleros y habían garantizado a las empresas extranjeras que nunca se tomaría ninguna medida contra ellas. En 1935, se creó el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y en 1936 se aprobó la Ley de Expropiación. El sindicato pedía un aumento salarial y mejoras de las condiciones laborales.  La  Junta de Conciliación y Arbitraje que dictaminó que las empresas extranjeras podían hacer frente a un aumento de los salarios. El economista e historiador Jesús Silva Herzog fue uno de los intelectuales que defendió la postura gubernamental. Éstas no lo aceptaron y pusieron un recurso en la Suprema Corte de Justicia que falló a favor de los trabajadores. Como se negaban a seguir el acuerdo, Cárdenas basándose en la Constitución, ordenó la expropiación el 18 de marzo de 1938, prometiendo una compensación a las empresas, tal como estipulaba el artículo 27. Aunque en un principio las relaciones con Estados Unidos, Reino Unido y Países Bajos se estropearon, volvieron a recomponerse con la entrada de México al lado de los aliados en la Segunda Guerra Mundial y se llegaron a acuerdos de compensación.

Cárdenas con los Niños de Morelia
Cárdenas con los Niños de Morelia (fotografía tomada de la web “Mi Morelia”).

Tras dejar el poder, el general Cárdenas sirvió como Secretario de Defensa durante el gobierno de Ávila Camacho. En los años posteriores, se negó a intervenir o influir en los siguientes gobiernos que hubo y se fue a vivir a su natal Michoacán. Se dedicó a supervisar proyectos para los más desfavorecidos, defendió a los ferrocarrileros en la huelga de 1959, y medió entre los estudiantes y el gobierno en el conflicto estudiantil de 1968. Además, mostró simpatías por la Revolución cubana, asistiendo al primer aniversario de ésta por invitación de Fidel Castro. Lázaro Cárdenas murió en 1970.  Años después, su hijo Cuauhtémoc, siguió sus pasos como gobernador de Michoacán, convirtiéndose en el líder moral de la izquierda mexicana, tras las polémicas elecciones de 1988.

Hoy en día, Lázaro Cárdenas sigue siendo uno de los mexicanos más universales. Se han escrito numerosos libros y ensayos sobre él, en los que podemos destacar la obra de Fernando Benítez, El Cardenismo (Fondo de Cultura Económica, 1977), o una más reciente escrita por Cuauhtémoc Cárdenas, Cárdenas por Cárdenas (Debate, 2016).

Es recordado en numerosos lugares en México como el Eje Central en la Ciudad de México o la Ciudad Lázaro Cárdenas en el estado de Michoacán. En lugares como Barcelona, Madrid, Praga o Belgrado, hay lugares que llevan su nombre o monumentos en su honor.


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#Cárdenas “la izquierda no gobierna”

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El ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas expresó su sentir acerca de la 4T.

En una entrevista con El País, Cuauhtémoc Cárdenas, uno de lo fundadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), señaló que él no considera al partido fundado por Andrés Manuel López Obrador, Morena​ (Movimiento Regeneración Nacional) como un representante de la izquierda.

Ya que aún cuando indicó desconocer “las propuestas de Morena para elevar el crecimiento económico o para hacerlo sostenido y a largo plazo. Ni conozco sus propuestas respecto a la política exterior ni para reducir la desigualdad. No sé dónde esté Morena desde el punto de vista ideológico”.

¿Dónde estaría entonces la izquierda mexicana? se le cuestionó al político de 85 años

“Hay muchas izquierdas. Es muy difícil decir quién está en la izquierda y quién no. No veo una izquierda organizada en este momento, ni a ningún político importante ubicado en lo que yo llamaría izquierda”.

Al preguntarle su opinión acerca de que el presidente López Obrador se declare cardenista el hijo del expresidente Lázaro Cárdenas respondió:

“Lo que yo llamaría cardenismo sería una lucha permanente por el rescate, ampliación y ejercicio efectivo de la soberanía del país, por la elevación de los niveles de vida de la gente, por una política internacional que buscase la equidad en las relaciones. No lo veo. No veo que nadie esté al mismo nivel que los personajes que aparecen en el emblema de Morena: Hidalgo, Morelos, Juárez y Lázaro Cárdenas”.

De igual forma se mostró escéptico con la nueva política migratoria de las autoridades mexicanas ya que a su parecer México no debe hacer “el trabajo sucio para Estados Unidos”.

Al cuestionarlo acerca del por qué otorgarle asilo al ex presidente de Bolivia, Evo Morales mientras se mantiene a la Guardia Nacional deteniendo el flujo migratorio de centroamérica, el tres veces candidato a la presidencia de México comentó; “No es lo mismo un exilio político que una migración forzada por razones de miseria económica, sociales o de violencia dentro del país, que una guerra. México abrió las puertas hasta donde fue posible en un momento dado y ahora ejerce un control que no sé hasta dónde vaya a permitir que esta migración, que tiene como intención dirigirse a Estados Unidos, pueda seguirse dando”.