Donald Trump

Trump hace historia

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Donald Trump se convierte en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en ser llevado a juicio político (impeachment).

Los pronósticos se hicieron válidos y el congreso estadounidense, donde los demócratas tienen mayoría, aprobó el juicio político contra el presidente Donald Trump, lo que implica que el multimillonario podría ser destituido de su cargo si el Senado, cámara actualmente dominada por el partido Republicano, lo encuentra culpable de los cargos que se le imputan.

Luego de más de seis horas de debate, esta noche los legisladores avalaron los cargos contra Trump sobre abuso de poder y obstrucción al Congreso, con lo que procede el juicio político en el Senado estadounidense.

En el cargo número 1 de abuso de poder, la votación fue de 230 a favor de la acusación -229 demócratas y uno independiente- cuando eran necesarios sólo 216 para que avanzara la medida, contra 197 votos -195 de los republicanos y dos demócratas.

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En el cargo número 2 de obstrucción al Congreso fue de 229 a favor de la medida -228 demócratas y uno independiente, contra 198 -195 republicanos y tres demócratas. 

En el debate, los demócratas argumentaron las acusaciones en el sentido de que Trump sí incurrió en los dos cargos y señalaron que ni el presidente está por arriba de la constitución, mientras los republicanos aseguraron que no hay pruebas suficientes y que no se siguió el debido proceso. 

En el Senado de ese país, se requerirá de dos tercios de sus miembros para destituir al presidente, aunque esa cámara está dominada por el partido Republicano del mandatario y han adelantado que no procederá la destitución.

Desde la semana pasada, el Comité Judicial aprobó los cargos de “abuso de poder” y “obstrucción” al Congreso que hoy se debatieron, los cuales acusan a Trump de presionar a Ucrania para investigar al demócrata Joe Biden y a su hijo.

La víspera, el presidente estadounidense aseguró que el impeachment es una guerra contra la democracia y una expresión de que el Partido Demócrata sigue frustrado por la derrota electoral de 2016.

Con información de Notimex.

Hoy se decide el futuro de Donald Trump

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Donald Trump está cerca de convertirse en el tercer presidente de Estados Unidos que enfrenta un impeachment.

El congreso estadounidense decidirá el día de hoy si Donald Trump pasará a la historia como el tercer presidente en ser llevado a juicio político, proceso que podría terminar en su destitución, ya que está acusado de violar la confianza de la nación y su juramento de preservar, proteger y defender los valores constitucionales fundamentales.

Los miembros de la Cámara se reunirán a partir de las 9:00 horas (14:00 GMT) y la votación de ambos artículos de juicio político se estima será entre las 6:30 y las 7:39.

El debate será dirigido por el presidente del Comité Judicial de la Cámara, Jerrold Nadler (DN.Y.) y el representante Douglas A. Collins (Georgia), el principal republicano en el panel.

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La Cámara ejercerá “uno de los poderes más solemnes garantizados por la Constitución”, confirmó la víspera la líder demócrata mediante una carta, Nancy Pelosi.

El juicio como tal se realizará en el Senado donde se requerirá de dos tercios de sus miembros para destituir al presidente, aunque esta cámara es dominada por el partido Republicano de Trump.

La semana pasada, el Comité Judicial aprobó los cargos de “abuso de poder” y “obstrucción”, porque presuntamente Trump presionó a Ucrania para investigar a Joe Biden y su hijo Joe.

Ayer el presidente estadounidense aseguró que el impeachment es una guerra contra la democracia y una expresión de que el Partido Demócrata sigue frustrado por la derrota electoral de 2016.

Más tarde, miles de personas marcharon en Times Square para respaldar la aplicación de la sección cuatro del artículo 8° de la Constitución que contempla el impeachment de un presidente en caso de traición, sobornos, delitos graves o faltas.

Con información de Notimex.

Muro de Trump consigue financiamiento

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Una de las principales promesas de campaña de Donald Trump, construir un muro con la frontera de México, obtiene de nueva cuenta dinero público para su realización.

Un monto similar al otorgado hace un año, mil 375 millones de dólares, fue lo aprobado por los demócratas y los republicanos en el Congreso de Estados Unidos para la construcción del muro fronterizo con México.

En esa ocasión el presidente Donald Trump no estuvo de acuerdo con el monto otorgado a este proyecto por lo que forzó el cierre del gobierno por 35 días, cifra récord, para posteriormente declarar una emergencia nacional para obtener financiación proveniente de otras partidas.

Los demócratas en el Senado destacaron que el pacto rechaza la petición de fondos de Trump, que ascendía a ocho mil 600 millones de dólares.

Sin embargo, la administración Trump conserva la capacidad de transferir fondos de otras cuentas, aunque el proyecto de ley no repone las cuentas de las que extrajo a principios de este año.

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La continuación de cualquier financiamiento del muro fronterizo es un duro golpe para los demócratas, que presionaron para detener la construcción y evitar que Trump desvíe los fondos apropiados para otros proyectos, señaló The Washington Post.

Trump declaró una emergencia nacional en la frontera sur con el objetivo de conseguir esos fondos sin el visto bueno del Legislativo. Así, el gobierno reasignó al muro unos seis mil 600 millones de dólares del Pentágono y del Departamento del Tesoro, que sumados a los mil 375 que el Congreso aprobó, debían servir para la construcción de unos 376 kilómetros de muro.

La partida de mil 375 millones de dólares está incluida en un pacto presupuestario para el año fiscal 2020 de 1.4 billones de dólares que se espera que el Congreso apruebe la legislación esta semana antes de la fecha límite de cierre del viernes y la envíe al presidente Trump para su firma.

Con información de Notimex.

Juegos de potencias

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Nadie habría imaginado, en 2014, que la crisis de Ucrania entre Rusia, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos evolucionaría hasta ser el Waterloo de Donald John Trump cinco años después. La disputa geopolítica entre Occidente y el Kremlin por ese país eslavo, el más poblado y atractivo mercado para la quebrada alianza europea, transitó del conflicto político-bélico a las sanciones contra Moscú, y hoy detona en un escándalo que amenaza con el juicio político al magnate.

Arrogante, el mandatario estadounidense maniobró ante Kiev para dejar fuera de la elección del 2020 a su rival demócrata, Joe Biden. Su error consistió en olvidar que la Comunidad de Inteligencia (CI) de su país no perdonó sus desaires y decidió divulgar su ilegal injerencia en otro Estado, de la mano de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes.

Un miembro de la CI reveló esa presión político-militar de Trump, quien retuvo 400 millones de dólares en ayuda militar para presionar a Ucrania a investigar –y, eventualmente publicar, cualquier anomalía– los negocios de Hunter, hijo del expresidente Biden en aquel país. A la par, denunció el encubrimiento de la Casa Blanca de ese hecho.

No es que a la clase política estadounidense le quite el sueño la abierta injerencia de la Casa Blanca en la política interna de terceros países, ésa ha sido la histórica actitud de la superpotencia militar mundial para lograr sus intereses. Lo que escaló la crisis es que trascendiera al mundo el rupestre modus operandi del Ejecutivo.

Y ésa fue la ansiada oportunidad de los demócratas para consumar su revancha política contra el republicano. Tras fracasar con su trama del Russiagate (la supuesta intervención rusa en la elección presidencial del 2016), jugaron en la Cámara de representantes hasta iniciar la investigación del juicio político (Impeachment). Sin embargo, será el Senado, con dominio republicano, el que decidirá.

impeachment

Proceda o no el Impeachment, ese debate político en la superpotencia impacta en México y el mundo, pues coincide con dos momentos clave en nuestra relación bilateral. Uno, que presionado por la amenaza de Trump de imponer de aranceles exhorbitantes, el Gobierno Federal nos convirtió de facto en el “tercer país seguro” al trastocar drásticamente su política de apertura a la inmigración de Centroamérica, severos vetos bajo custodia de la Guardia Nacional. Y el otro, es el futuro del T-MEC; que en el mejor pronóstico sería confirmado por los demócratas o, en caso contrario, enrarecería más la relación justo en un año electoral cuando se anticipa la reelección del multimillonario neoyorquino.

Quizás esa certidumbre es la que llevó a Trump a confrontarse con sus aliados europeos en la Organización del Tratado del Atlántico Norte, un bloque que cada vez muestra más fracturas que coincidencias. Además de las diferencias por las cuotas económicas para mantener ese bloque, escalan sus discrepancias por la estrategia ante Rusia y China.

china y rusia
Fotografía: Globalización.

El asunto no es menor, pues lejos de la rivalidad intracapitalista global, China y Rusia cimientan el Siglo Euroasiático con su estrategia multidimensional. Washington teme el poder, control e influencia que derive del juego geoestratégico de estas potencias. Sabe que la cooperación energético-financiera de ambos colosos definirá el orden económico y la tecnología 5G plasmará el futuro de las telecomunicaciones del siglo XXI. Ése es el trasfondo real de la mal llamada ‘guerra comercial’ de Estados Unidos con China.

Ante ese desafío a su hegemonía en Occidente, resulta incomprensible que Donald Trump se confronte con sus aliados en la Unión Europea, cuando ésta se atomiza. Así quedó de manifiesto con la incapacidad de Boris Johnson para concertar el Brexit con la UE y mantener satisfechos a los conservadores escisionistas británicos.

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Esos desencuentros intra-capitalistas impactan en favor de la alianza Beijing-Moscú. En Londres y Bruselas se recibe a los chinos con alfombra roja, en espera de dinamizar su economía con los planes de infraestructura y comercio de la Faja y Nueva Ruta de la Seda. Y en cuanto a Moscú, la deprimida Europa no está para desdeñar sus exportaciones energéticas.

Y aunque el mundo parece optar cada vez más por un nuevo orden multipolar, esa transición se traduce en complejos fenómenos socio-políticos en América Latina. Las ultraderechas se reposicionan, cada vez con estrategias más efectivas y se afianza el poder militar, advierte el científico político de la Universidad de Notre Dame, Aníbal Pérez-Liñán.

Atestiguamos la represión a protestas antigubernamentales de los Ejércitos de Perú, Ecuador, Chile y Bolivia, donde se profundizó la crisis política. Tropas peruanas respaldaron la disolución del Congreso, soldados ecuatorianos atacaron a civiles y sus colegas chilenos dejaron ciegos a tres centenas de manifestantes. Al más puro estilo de la contra-insurgencia del siglo XX, los militares bolivianos reprodujeron la fórmula del golpe de Estado e investidura de poderes civiles afines. Esa reedición del poder militar confirma que los Ejércitos son hoy “el dique que protege a los gobiernos o permite su hundimiento bajo la marea opositora” señala Pérez-Liñán. Pese a este juego de potencias, la acción ciudadana también tiene impacto geopolítico.

Imágenes divinas para atacar la aporofobia

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Estamos en la época navideña en la cual se rememora el nacimiento de Jesucristo en el pesebre judío de Belén, y la Iglesia Metodista de Claremont en California no ha querido pasar desapercibida a través de un mensaje con alto grado de simbolismo, al instalar el fin de semana pasado, un “belén estadounidense” en su centro de culto; la peculiaridad del pesebre es que los integrantes de la Sagrada Familia estaban separados en jaulas individuales, a manera de denuncia contra la separación parental ejecutada en la era Trump. Desde la institución religiosa no obstante, afirman que esta representación “no lo vemos como algo político; lo vemos como un caso teológico”.

En un principio, creo que esta genuina y creativa iniciativa retrata de forma icónica la situación a la que se han venido enfrentando los indocumentados del sur de la frontera estadounidense, pero a la vez es una forma de denuncia que, pienso, tiene sus raíces en la falta de empatía con el dolor de “el otro” (pero sobre todo con aquel que generalmente no dispone de los recursos materiales para buscar otras alternativas de entrada al territorio norteamericano). Es tan importante este debate en todos los niveles de los estamentos sociales, que la Fundación para el Español Urgente (Fundéu) declaró en 2017 la aporofobia: “miedo al pobre” –término acuñado por la filósofa Adela Cortina–, como la palabra del año.  

Esto resulta innegable ante las acciones presentadas, como el denominado “tercer país seguro”, impulsado por Estados Unidos en las naciones del triángulo norte centroamericano, que se muestra como un claro ejemplo de que los sistemas de vida a los que hemos estado acostumbrados, han colapsado para algunos sectores humanos debido a factores tan diversos como la explosión demográfica, la violencia, el cambio climático y del “secuestro” de los estados de origen de los inmigrantes por parte de grupos corruptos, etcétera.

Pero también, es un indicativo de que la actual administración Trumpista ha mostrado una indeleble intolerancia hacia el fenómeno, pues desde sus comienzos en la Casa Blanca, se ha promovido la aplicación de diversas medidas para paliar la inmigración indocumentada, lo cual me da pautas para pensar en una suerte de lógica capitalista de prevalencia en la “selección” de los recursos humanos por sobre el derecho al trabajo –incrementado exponencialmente en la época de la generación millennial–.

aporofobia
Fotografía: La Neta Neta!

Y que esto se agrava aún más debido a la evolutiva sustitución de las actividades y relaciones humanas afectivas por instrumentos tecnológicos, competencias profesionales para entrar al mercado de trabajo y la entronización actual de la Inteligencia Artificial, lo cual profundiza la brecha de los migrantes para acceder a dignas condiciones en su existencia.

En mi opinión, el fenómeno migratorio siempre ha existido debido a la imposibilidad humana de incrustar la equidad como una máxima de convivencia para prevenir el desarraigo. De manera tal que, a falta de esta, la necesidad de desplazamiento se convierte en un imperativo de supervivencia.

Considero por otra parte, que esta campaña que se gesta desde un recinto religioso debe dar pie a la comprensión intercultural sin distinción de ninguna naturaleza, lo cual tiene que ver con los derechos humanos, mismos que yo condensaría en dos de las “cuatro libertades” pronunciadas por el expresidente Franklin Roosevelt en 1941: “libertad de vivir sin penuria y libertad de vivir sin miedo”.

En conclusión, me atrevo a decir que esta situación sólo puede combatirse con la “apertura” de espacios geográficos alternativos que potencien el trabajo contra la desigualdad (en el caso hondureño por ejemplo, se acaba de implementar un programa gubernamental bilateral que permite contrataciones documentadas de trabajadores), pero también la idea de que el miedo genera exclusión y marginación como se ha podido observar con esta iniciativa de la iglesia norteamericana.  

P.D. En la su columna de opinión del 4 de enero de 2018 para El País, Milagros Pérez Oliva deja entrever que “para que el miedo se convierta en rechazo es preciso un proceso mental que anule la compasión y la empatía. Ese proceso lo proporciona la ideología y se activa cuando señala a los pobres como culpables de su pobreza”. De acuerdo a datos de la instancia cristiana, en los últimos tres años ha habido “mas de 5,500 niños separados de sus padres”.   

Trump a un paso de ser juzgado

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Abuso de poder y obstrucción del Congreso son las acusaciones en contra del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La misma semana que la administración de Donald Trump consigue en acuerdo con el congreso para ratificar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá el Comité Judicial de la Cámara de Representantes aprobó enjuiciar al mandatario bajo los cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso.

El órgano votó por separado cada uno de los dos cargos y aprobó ambos con idénticos votos: 23 a favor y 17 en contra. La votación de los dos artículos, que se realizaría la próxima semana en la Cámara de Representantes, puede llevar a Trump a convertirse en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en ser llevado a juicio.

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“El poder institucional del Congreso para salvaguardar nuestras libertades al proporcionar un control y equilibrio al Ejecutivo es crucial para el esquema de la Constitución y para proteger nuestras libertades”, dijo Jerrold Nadler, presidente del comité.

Ante las amplias probabilidades de que el proceso lleve a juicio al mandatario estadounidense el Senado se está preparando para su proceso de juicio político que probablemente comenzará en enero. Los ayudantes de la Casa Blanca, Eric Ueland y Pat Cipollone, se reunieron el jueves con el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, para discutir la estrategia para esa fase del juicio.

Los republicanos deben decidir cuántos testigos de defensa debe presentar el presidente. Varios senadores republicanos dijeron esta semana que existe un consenso cada vez mayor de que el juicio debería ser limitado y relativamente rápido, pasando a una votación de absolución sin escuchar a los testigos.

“Estamos teniendo muchas buenas conversaciones con los republicanos del Senado y continuaremos haciéndolo durante los próximos días y semanas mientras trabajamos en todos estos temas y prioridades”, dijo Ueland.

Con información de El Financiero.

China tiene la última palabra

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Fuentes afirman que Estados Unidos fijó términos para concluir la guerra arancelaria.

El enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China se encuentra, de nueva cuenta en un punto de inflexión, ya que este 15 de diciembre se tiene contemplado aplicar una nueva ronda de impuestos a los productos del gigante asiático importados hacia la nación gobernada por Donald Trump.

Pero antes de que esto suceda, la administración estadounidense envió un mensaje a sus pares chinos para que se consiga detener la guerra arancelaria siempre y cuando Pekín compre más productos agrícolas americanos.

Una fuente habló sobre el estado de las negociaciones bilaterales y dijo que Estados Unidos suspendería los aranceles de 160.000 millones de dólares en productos chinos que se espera entren en vigor el domingo y reducirá los aranceles existentes.

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A cambio, Pekín aceptaría comprar 50.000 millones de dólares en productos agrícolas estadounidenses en 2020, el doble de lo que compró en 2017, antes de que comenzara el conflicto comercial, dijeron dos fuentes en EEUU.

El yuan chino alcanzaba un máximo de 4 meses y medio frente al dólar estadounidense y las acciones chinas subían el viernes con la esperanza de que ambas partes eviten una nueva escalada de la guerra comercial. Sin embargo, ni Washington ni Pekín habían hecho declaraciones oficiales, lo que planteaba dudas sobre si los términos habían sido acordados por ambas partes.

Está previsto que el domingo a las 0401 GMT entren en vigor nuevos aranceles chinos sobre productos estadounidenses y a las 0501 GMT nuevos gravámenes estadounidenses sobre productos chinos. Ambos tendrían que hacer anuncios formales para posponer o cancelar estas tarifas.

Dos fuentes familiarizadas con las negociaciones habían dicho el jueves que Washington ofreció recortar los aranceles existentes sobre los productos chinos hasta en un 50% y suspender los nuevos aranceles programados para el domingo con el fin de asegurar el acuerdo de “fase uno”, anticipado por primera vez en octubre.

Con información de Reuters.

“Ellos necesitan más este acuerdo”, Trump

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A escasos días de que Estados Unidos aplique nuevos aranceles a productos chinos la esperanza del fin de la guerra comercial se diluye.

Mientras que China hace gala de su diplomacia para conseguir el fin de la guerra comercial el presidente de Estados Unidos usa Twitter para indicar la cercanía de un acuerdo comercial entre ambas naciones.

El vocero del Ministerio de Comercio chino, Gao Feng, aseguró hoy que su país “mantiene estrecha comunicación” con Estados Unidos pese a que Washington impondrá nuevos aranceles a finales de esta semana.

Durante una conferencia de prensa realizada en Beijing, Feng confirmó que trabajan para aplicar exenciones arancelarias para “empresas relevantes” importadoras de soja y carne de cerdo estadounidenses.

Trump se reunirá con sus principales asesores comerciales este jueves para decidir si continuará con el arancel o cancelarlo, de acuerdo con South China Morning Post.

Este 15 de diciembre, una nueva batería de aranceles entrará en vigor en Washington contra bienes chinos que hasta el momento no habían sido afectados, particularmente del sector electrónico e indumentaria deportiva.

Ante un inminente arancel estadunidense del 15 por ciento sobre exportaciones de chinas, Beijing implementará en respuesta 5 y 10 por ciento sobre los productos de ese país.

Trump twittea y renueva esperanzas

Aún cuando se acerca la fecha límite para evitar la entrada de nuevos aranceles entre Estados Unidos y el gigante asiático, Trump dijo, a través de su cuenta de Twitter, que estaban “muy cerca” de concretar un acuerdo comercial con China.

“Acercándonos MUCHO a un GRAN TRATO con China”, dijo Trump. “Ellos lo quieren y nosotros también”.

Negociadores comerciales de Estados Unidos ofrecieron cancelar una nueva ronda de aranceles sobre bienes importados chinos que entrarían en vigor el domingo, como parte de un esfuerzo para sellar un acuerdo de fase uno para reducir las tensiones comerciales entre ambos países, informó este jueves el Wall Street Journal.

Con información de La Jornada y Notimex.