Evo Morales

#CobardeMatoncito tendencia que confronta a Bolivia y México

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El incidente diplomático relacionado con la embajada mexicana en Bolivia continua creando enfrentamientos en las redes sociales.

A los pocos minutos de que Jorge Quiroga, expresidente y delegado delegado internacional del gobierno en transición, acusará al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador de “cobarde matoncito”, se creó una tendencia con estos adjetivos en donde los adversario de Evo Morales descargaron su resentimiento por el asilo político otorgado por México al expresidente andino.

“Este cínico sinvergüenza se pasó de bellaco con Bolivia porque ha confundido nuestro respeto con cobardía y es bueno que no se equivoqué”, indicó Quiroga en una conferencia de prensa.

Quiroga, quien gobernó Bolivia entre 2001 y 2002, fue nombrado el 2 de diciembre por el gobierno interino de Jeanine Áñez como delegado ante la comunidad internacional para explicar que no hubo golpe de Estado en el país y describir la situación de los derechos humanos que, en su criterio, fueron “violados” por el ex gobernante Evo Morales.

Durante su conferencia de este jueves, el ex presidente boliviano criticó al gobierno mexicano por haber otorgado asilo a Morales, así como contravenir las convenciones de asilo.

“¿Por qué estás protegiendo criminales en tu embajada? ¿Por qué eres tan cínico de pedir al gobierno que te dé más protección y después salir a quemarte a la Corte Penal? Y si quieres ir a quemarte a la Corte Internacional, muy bien, López Obrador, cobarde matoncito, ahí nos vamos a ver”.

Respuesta de México

Ante estos dicho el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, Marcelo Ebrard Casaubon, convocó a la unidad nacional “ante los adjetivos e insultos a México y su presidente”.

En el marco del diferendo diplomático con Bolivia, el canciller mexicano sostuvo que se imponen la unidad nacional “y aquella serenidad que dan la conciencia tranquila y la solidez de la posición mexicana en defensa del derecho internacional y el respeto entre los pueblos”.

De igual forma Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación, señaló que los insultos al presidente de México “agreden a nuestras instituciones y ofenden a nuestro país. Es momento de unidad de todas y todos los mexicanos en torno a nuestra nación y de confiar en el derecho internacional ante la tensión que se vive con Bolivia”.

Con información de Notimex.

México y Bolivia, la crisis diplomática

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El conflicto diplomático entre México y Bolivia tensa la relación bilateral desde que el expresidente Evo Morales recibió asilo político en el país.

El asedio en contra de la embajada de México en Bolivia se mantiene con la presencia de excesivo número de policías, lo que tensa la relación diplomática entre ambas naciones desde que el gobierno de López Obrador concediera el asilo político al expresidente boliviano Evo Morales.

La mañana del jueves 26 de diciembre cerca de 50 policías y militares arribaron a la embajada de México en Bolivia en diez vehículos.

Los hechos fueron señalados por Maximiliano Reyes, subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, en la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, destacó que México recurrirá ante la Corte Internacional de Justicia para denunciar el hostigamiento que realiza el gobierno de facto de Bolivia contra la representación diplomática mexicana y aclaró que con esta acción se busca poner alto a un posible asalto de las fuerzas armadas bolivianas a la Embajada, que es este momento brinda asilo político a nueve integrantes del gobierno del presidente Evo Morales.

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Se descarta cierre de Embajada

Mientras se mantiene el conflicto diplomático entre México y Bolivia, el titular de Relaciones Exteriores descartó el cierre de la Embajada de México en Bolivia, como medida de respuesta.

“No retiraríamos nuestra representación diplomática en Bolivia. Lo más sencillo es decir ‘cerramos la Embajada y el consulado’, pero lo haríamos como un último recurso”, dijo el canciller en la conferencia matutina presidencial.

“No estamos pensando en replegar a nuestro personal diplomático, no tenemos por qué. Hay 10 mil mexicanos en Bolivia y nueve personas que solicitaron asilo en nuestra Embajada, en apego al derecho internacional”, añadió.

No se permitirá violación a la soberanía nacional

El presidente López Obrador dijo que confía en que el conflicto diplomático entre México y Bolivia no derive en una violación a la soberanía nacional e hizo un llamado a respetar el derecho de asilo. “Esperemos que se recapacite y que se respete el derecho de asilo y que se aleje cualquier tentación de tomar o vulnerar nuestra soberanía al querer penetrar en nuestra embajada (…) Eso no lo hizo ni Pinochet. Yo espero que prevalezca la sensatez, que prevalezca por encima de todo la política.”

El gobierno mexicano espera que el recurso que presentará ante la Corte Internacional de Justicia marque un punto de inflexión en la actitud del gobierno boliviano y su asecho policial y militar a la representación diplomática.

Evo Morales regresa a Sudamérica

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El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, confirmó que el expresidente de Bolivia, Evo Morales, se refugiara en Sudamérica.

Asilado en México desde el pasado 12 de noviembre después de renunciar a la presidencia de Bolivia debido a los protestas en su contra por las irregularidades denunciadas en las pasadas elecciones, Evo Morales informó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que abandonaba el país.

Morales, quien fue nombrado visitante distinguido por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, estuvo en la República Mexicana durantes tres semanas durante las cuales denunció que su salida de Bolivia se debió a un golpe de estado perpetrado por conservadores neoliberales que buscan apropiarse de las materias primas del país andino.

De igual forma se reunió en nuestro país con el ex presidente de Uruguay, José Mujica, quien le externó su apoyo moral.

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A través de un comunicado el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, informó que el expresidente de Bolivia concluyó de manera oficial su asilo en México y decidió continuarlo a partir de ahora en Argentina.

“Sostuve ayer conversación con Evo Morales quien me informó su decisión de trasladarse a Buenos Aires. Agradeció cumplidamente la generosidad de pueblo y gobierno de México”, añadió el canciller mexicano.

La mañana de este jueves, Morales y varios de sus colaboradores llegaron a Argentina bajo la condición de refugiados, confirmó desde Buenos Aires el nuevo canciller argentino Felipe Solá.

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La Senadora Jeanine Áñez, 24 horas después de que Evo Morales renunciara a la presidencia, se autonombró presidenta interina de la nación sudamericana. en su primer mensaje la nueva presidenta declaró que tendrá como prioridad convocar a nuevos comicios y pacificar al país.

Con información de Notimex.

Expresidentes de AL se reúnen en México

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Dos ex presidentes sudamericanos se reencontraron en la Ciudad de México.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubon, fue el encargado de dar la bienvenida al país, el pasado 1° de diciembre, al expresidente de Uruguay, José Mujica, quien participó en varios eventos en la Ciudad de México, entre ellos la celebración del primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

“Bienvenido José Mujica a México. El expresidente de Uruguay se encuentra de visita para asistir al evento del primer año de gobierno del presidente @lopezobrador_”, señaló el canciller en la cuenta de Twitter @SRE_mx.

Agregó que durante su visita, el expresidente uruguayo inaugurará en la cancillería el Encuentro Latinoamericano “México ante los extremismos: el valor de la cultura ante el odio” además de que recibirá el título de doctor Honoris Causa que le otorgará la Universidad Iberoamericana.

https://twitter.com/SRE_mx/status/1201164293565079553

En declaraciones retomadas por Notimex, el ex presidente uruguayo, dijo que más que desearle suerte al presidente Andrés Manuel López Obrador, desea que le vaya bien a México.

“Yo estoy muy al sur, me siento amigo de México, porque muchísimos de mis compatriotas en años difíciles recargaron en México y tuvieron cama, comida y trabajo y pudieron muchos tener su familia y vivir aquí”, señaló Mujica, al preguntarle por su visión del gobierno de López Obrador.

Aclaró sin embargo que no le corresponde a él tomar partido en los dilemas de la sociedad mexicana. “Lo que tengo que desearle es buena suerte y ventura, porque tengo que agradecerle al pueblo mexicano en gran medida”, comentó.

“Ojalá que México supere los problemas que tiene”, señaló el considerado símbolo de los gobiernos de izquierda en América Latina.

https://twitter.com/Notimex/status/1201567264035749888
Reunión de Morales con Mujica

Durante la mañana de este 2 de diciembre el Evo Morales, ex presidente de Bolivia, y quien se encuentra exiliado en México desde el pasado mes de Noviembre.

Morales publicó en Twitter una imagen de ambos sentados en un sofá. Mujica toma mate y Morales una bebida en una taza.

“Recibí la visita del hermano Pepe Mujica, expresidente de #Uruguay y luchador social incansable por la dignidad de nuestros pueblos. Agradezco su solidaridad con nuestra querida #Bolivia en estos momentos”, escribió en su cuenta @evoespueblo.

¿Usted quiere ver muerto a Evo?

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La entrevista de Evo Morales con la BBC por poco se sale de control y con un expresidente confrontado y notoriamente molesto reclamó al periodista por haberlo cuestionado sobre su “huida” a México después de ser un crítico férreo de los que salen de Bolivia.

El expresidente boliviano aseguró haber sido “derrocado por la derecha, la policía, las Fuerzas Armadas y la OEA”, pero al ser cuestionado por Gerardo Lissardy sobre su salida de Bolivia y la aceptación de asilo político del gobierno mexicano, perdió la mesura.

“¿Usted quiere verme muerto? Le pregunto, ¿Quiere verme muerto? Dígame… respóndame, como periodista ¿quiere ver muerto a Evo?”, inquirió a Gerardo Lissardy e insistió mientras el periodista preguntaba por una publicación en Twitter en la que citó: “quien se va de Bolivia es un delincuente confeso”.

Morales calificó en encuentro con Gerardo Lissardy como un “debate político” y no una entrevista y calificó al periodista como enemigo ideológico y aseguró que volverá a Bolivia para combatir a los conservadores y defender a Bolivia.

No todas las declaraciones que hizo Evo Morales son verdad

Durante la entrevista otorgada desde México, Evo Morales incurrió en declaraciones falsas, según la verificación realizada el domingo por la Unidad de Análisis de la carrera de Ciencias de la Comunicación.

En su conversación con Gerardo Lissardy, Morales aseguró que antes de su renuncia, él iba a convocar a nuevas elecciones “sin Evo Morales”.

De acuerdo con Verificador, la conferencia de prensa a la que alude Morales fue ofrecida por él luego de que se conocieran los resultados preliminares de una auditoría realizada por la Organización de Estados Americanos (OEA). En el informe, este organismo halló serias irregularidades en el proceso electoral llevado a cabo el 20 de octubre. En los comicios, el expresidente logró, según resultados oficiales, la mayoría suficiente para evitar una segunda vuelta con su contendiente más cercano, Carlos Mesa. Sin embargo, a raíz de las protestas sociales que se desataron debido a la desconfianza en el trabajo del Tribunal Supremo Electoral, Morales accedió a solicitar una auditoría a la OEA para resolver el conflicto”.

El detallado informe muestra que la afirmación de Morales surgió a raíz de la consulta de la BBC sobre si él estaría de acuerdo con que sus partidarios negocien, en Bolivia, con el actual gobierno una salida a la crisis que vive el país. La refutación del periodista derivó en el siguiente intercambio verbal:

“Justamente para que no haya hecho de sangre. Domingo en la mañana dije: ‘Vamos al diálogo, que vayan nuevas elecciones, si quieren sin Evo Morales, y con nuevo Tribunal Supremo Electoral’. Ya dije eso; esa no es ninguna novedad.” Refutó Evo Morales al periodista.

Gerardo Lissardy refutó su declaración al recordar que eso se dijo después de irse de Bolivia, no cuando el expresidente estaba allí. “No dijo que usted no era candidato allí.”

El acalorado Evo Morales mantuvo su postura y añadió que el domingo en la mañana (10 de noviembre) hizo una conferencia de prensa y citó textual: “No hay ningún problema, nuevas elecciones, con nuevo Tribunal Supremo Electoral y sin Evo Morales”.

En la verificación se evidenció que “el expresidente no afirmó tal cosa en la mañana del 10 de noviembre”. 

“He decidido, primero, renovar la totalidad de vocales del Tribunal Supremo Electoral. En las siguientes horas, la Asamblea legislativa Plurinacional, en acuerdo con todas las fuerzas políticas, establecerá los procedimientos para ello. Segundo, convocar a nuevas elecciones nacionales que mediante el voto permitan al pueblo boliviano elegir democráticamente a sus nuevas autoridades incorporando a nuevos actores políticos”, dijo en esa declaración.

El informe concluye que  “Morales solo habla de incorporar a nuevos actores políticos, pero no de excluirse de los comicios. Así lo reiteró casi de inmediato en su cuenta de Twitter”.

Evo Morales: Lamento mucho, nunca en mi vida he tenido problemas con los periodistas… que en base a la mentira, mentira, mentira. Un ejemplo, para que sepan tus compañeros, un ejemplo. Domingo, en la mañana, conferencia de prensa; “vamos a nueva elección sin Evo Morales”. Y usted dice “después de que se escapó…”. Falso. 

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La crisis con Evo en el exilio

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La crisis se agudiza en una Bolivia sin Evo Morales. Mientras el expresidente se encuentra en México, los bolivianos hacen largas filas por alimento y gasolina

No, no es Venezuela, es La Paz. Filas enormes se ven en las calles con familias enteras en busca de alimento y combustible; es el escenario que se vive en una Bolivia en crisis sin su líder indígena, Evo Morales, que vive en México bajo asilo político.

Con nuevo mandamás al frente del gobierno boliviano alejado radicalmente del sendero izquierdista, un avión militar Hércules aterrizó el sábado 16 de noviembre para abastecer a los habitantes de la capital con productos cárnicos desde la influyente zona de El Alto.

La presidenta interina Jeanine Añez y el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano dijeron haber establecido un puente aéreo a La Paz, cercada por bloqueos carreteros y protestas.

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La nación andina estalló en crisis luego de las elecciones del 20 de octubre. El entonces presidente Morales, quien ganó las elecciones, renunció el domingo pasado después de que una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) revelara evidencia de fraude electoral.

Bolivia permanece en el limbo una semana después de que Morales, un carismático izquierdista y exagricultor de coca, renunciara ante las acusaciones de manipulación de votos. Los legisladores aún no han acordado una fecha para nuevas elecciones.

Los partidarios de Morales salieron a las calles poco después, a veces armados con bazucas caseras, pistolas y granadas, bloqueando carreteras y enfrentándose a las fuerzas de seguridad.

Algunos partidarios de Morales han exigido la renuncia de Añez, exlegisladora conservadora. Le han dado hasta la medianoche del lunes para retirarse, y han convocado elecciones en 90 días.

En la zona de El Alto, popular por rodear a La Paz, líderes comunitarios alineados con el exmandatario convocaron a una huelga general, aumentando el espectro de la escasez de suministros en la capital.

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La tormenta boliviana

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Bolivia enfrenta hoy una de sus más graves crisis habidas en los últimos años, cuyos perfiles se asemejan a los que vivió su vecino Chile en los años setenta, cuando el ejército dio un pérfido golpe de Estado al régimen del presidente Salvador Allende, electo democráticamente, para encumbrar al General Augusto Pinochet, con el apoyo del gobierno estadounidense y las fuerzas del poder económico y financiero nativo. La historia, aunque no se repite, parece entrar en una espiral de excitación que lesiona los procesos democráticos de los países latinoamericanos, donde se hace sentir el poder del intervencionismo norteamericano, cuyo presidente, el camaleónico Donald Trump, anuncia sus alegres intenciones de derribar también los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Apenas se celebraba el triunfo de la izquierda argentina con el presidente electo Alberto Fernández y la liberación de Luiz Inácio Lula da Silva, preso político del régimen brasileño de Jair Bolsonaro, y las manifestaciones populares en Ecuador y Chile, cuando estalló la rebelión en Bolivia alegando fraude electoral en la cuarta reelección del presidente Evo Morales, acreditado política y éticamente porque bajo su mandato se alcanzaron metas positivas en el crecimiento económico y de bienestar social.

La intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA) –bautizada por el líder cubano Fidel Castro como el Departamento de Colonias de los Estados Unidos– prendió la chispa al decidir que en el proceso electoral había inconsistencias e irregularidades y debía repetirse, lo que fue rechazado por el ejército y la policía, que “sugirieron” la renuncia al presidente, en medio de un clima de vandalismo y agresiones, incendios contra propiedades institucionales y amenazas y acciones personales a los gobernantes surgidos del partido Movimiento al Socialismo (MAS), fundado por el primer presidente indígena de aquella nación.

Crisis en Bolivia.
Fotografía: Reuters.

Con la renuncia del presidente Morales, así como de los miembros de su gabinete y algunos legisladores, se ha provocado un vacío de poder, que no permite encauzar por las vías legales la sucesión presidencial; se ha roto la cadena de mando institucional y los responsables como los miembros del equipo de la OEA, presidido por un mexicano de élite, Gerardo de Icaza, han hecho su tarea a favor de la impugnante derecha. No obstante, la autoproclamación de la ultraderechista Jeanine Áñez (una especie feminista del Juan Guaidó venezolano) ante un pleno vacío en la Cámara de Diputados, en virtud de que la mayoría pertenecen al MAS, apoyada por los escasos miembros de su bancada y sin que rindiera la debida protesta constitucional, fue inmediatamente apuntalada por la oligarquía nativa y las fuerzas militares y policiacas.

A todo lo anterior, hay que agregar que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dio asilo al todavía formalmente presidente de Bolivia, Evo Morales – y digo formalmente porque el Congreso de aquel país no ha resuelto nada sobre su renuncia–, alegando razones humanitarias y la tradición política de recibir a quienes así lo soliciten o acepten. Este hecho, mete de lleno a México en el conflicto y que divide a nuestra comentocracia mediática, que en su mayoría olvida que en tiempos de la hegemonía priista concedió asilo, lo mismo, al Sah de Irán, Mohammad Reza Pahlaví, depuesto de su reinado persa por el islámico Ayatola Jomeini, y muchos años antes a León Trotsky, ideólogo de la revolución bolchevique perseguido por la abyecta y criminal dictadura estalinista; por sólo citar dos casos extremos.

Seremos testigos de una enorme catarata de acontecimientos que sobrevendrán en los próximos meses o años, en torno a este dramático acontecimiento que oscurece los cielos de América, llamada algún día, no sé si irónicamente o de buena fe, “el continente de la esperanza”, que hoy se debate entre el capitalismo depredador de los todopoderosos y la expectativa de establecer gobiernos soberanos y democráticos que atiendan las necesidades prioritarias de sus pueblos. Bolivia vive hoy, indudablemente, un parto doloroso de resultado incierto que dividirá, aún más, estas extenuantes luchas por el poder.   

Evo Morales en La Herradura

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A través de Twitter, la Asociación de Colonos de La Herradura, una colonia de clase alta en el Estado de México, se opuso “rotundamente” a que el gobierno mexicano “traiga al dictador y delincuente @evoespueblo [Evo Morales] a nuestro país, nuestro municipio y nuestra colonia”. El mensaje se anticipa a un posible hospedaje de Morales, en el marco de su asilamiento, en la “Casa Grande”, mansión que mandara construir el expresidente Manuel Ávila Camacho en el corazón del fraccionamiento al terminar su gestión presidencial. Desde hace un par de años, la Presidencia de la República solicitó la “Casa Grande” para usarla como “residencia ocasional de mandatarios extranjeros en visita oficial”, así como para “funciones propias de la Presidencia de la República”. Según el portal La Silla Rota, el inmueble ha hospedado a personalidades como Dolores del Río, Carlos Pellicer, Juan Rulfo, Orson Wells, Eleanor Roosevelt, así como a los príncipes Felipe de Edimburgo y Bernardo de Holanda, entre otros.

La Herradura es una zona residencial enclavada en Huixquilucan, municipio del Estado de México que forma parte de la zona conurbada de la Ciudad de México. El fraccionamiento está construido sobre lo que antiguamente era el Rancho de la Herradura, nombrado así por la forma que tomaba desde una vista aérea. El rancho, que le pertenecía precisamente a Ávila Camacho, fue luego convertido en zona residencial que revalorizaba los suburbios de la Ciudad de México, muy al estilo de la primera mitad del siglo XX estadounidense. La idea urbanística subyacente sugería alejar a los inquilinos de los caóticos y relativamente marginados centros urbanos, y construir casas que sirvieran como refugios en los alrededores de la ciudad. Vivir ahí donde sólo se puede llegar con autos que atraviesen las lomas sobre las que se construyen esas casas. El paraíso de los autos, y el terror de los peatones.

La Herradura.
Fotografía: La Silla Rota.

Quienes habitan estos suburbios eligen (los que pueden y porque pueden) alejarse, separarse y distinguirse. A través del siglo pasado, así se ubicaron (y en algunos casos siguen haciéndolo) las élites de ciudades en Estados Unidos. Práctica y simbólicamente, distanciarse supone diferenciarse. Para ello se construyen caminos difíciles o terrenos costosos que, materialmente, crean barreras entre unos y otros. La Herradura replicó ese modelo con relativo éxito. En otro tuit de hace algunos meses, la misma asociación de colonos se queja de quienes, sin ser residentes, compran “quesitos” a los vendedores ambulantes que se instalan en el fraccionamiento: “El problema, es que muchos (la mayoría) de los que compran, son personas que sólo usan a nuestra colonia como paso y no les importa afectar nuestro estándar de vida, con tal de comprar sus quesitos desde el auto por conveniencia. Estamos como estamos, porque somos como somos”.

Romper ese estándar de vida supone, de hecho, romper con la distancia. Tanto la simbólica como la práctica. De ahí el temor de que ya no estén como estaban, y que eso implique que ya no sean lo que eran. De alguna manera, la hipotética (ni siquiera confirmada al momento de escribir este texto) llegada de Evo a La Herradura, representa el miedo de esa ruptura significativa. Ya no se trata del vendedor ni del comprador de “quesitos”, esos que se instalan temporalmente en alguna esquina del fraccionamiento. Ahora, el avecindado atemporal es un “indio”, “moreno”, extranjero y líder político de una nación. Además, llega como invitado de honor del gobierno en turno. En otras palabras, y más allá de las simpatías o aversiones, Evo encarna el tormento del México aspiracional. Quienes quieren y pueden distinguirse necesitan del otro para hacerlo, pero lo necesitan alejado, diferente, controlado. Para estos, no puede haber mayor pesadilla que avecindar a ese otro. ¿Le invitarán a Evo un quesito en La Herradura?

Agradezco los comentarios de Jovani Rivera y Saúl Espino que enriquecieron este texto.