La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR), no está atacando el problema de la contaminación por plástico en México como se debe.
Existe desde hace años y sólo ha logrado reciclar un 6.8% de los residuos que se producen en el país. La responsabilidad recae en el consumidor, pero se tiene que hacer responsable también al productor. Así lo explicaron Greenpeace México y la Alianza México Sin Plástico en una conferencia vía Zoom, donde detallaron que la nueva propuesta de dictamen, no toma en cuenta el verdadero problema: la producción masiva del los plásticos de un solo uso.
“Lo denunciamos porque no busca combatir efectivamente la contaminación por plásticos, ya que privilegia a la industria, a los productores y comercializadores de plásticos de un solo uso. En cambio, culpa a las personas, a la ciudadanía, por este problema”, explicó en el evento Ornela Garelli, especialista en Consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México. La Alianza presentó una propuesta, respaldada por senadores de diversas fuerzas políticas, el cinco de noviembre de 2019, sin embargo, no se consideró por la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático del Senado de la República en el dictamen que hoy les preocupa.
“La primera propuesta ciudadana que no está incluida en este dictamen preparado y que es muy importante mencionar, es la responsabilidad extendida del productor (REP), sin la cual no puede haber la economía circular que las y los legisladores dicen incluir en esta ley”, aseguró Garelli. “Este principio de la responsabilidad extendida del productor, implica el reconocimiento y el establecimiento de responsabilidades específicas para las empresas, las cuales deben asumir la responsabilidad que les corresponde, por ser ellas quienes ponen los productos plásticos en el mercado y hacen grandes ganancias con todo esto”.
Edgar Lugo, integrante del Comité Coordinador de la Alianza México sin Plásticos, comenta que el plástico de un solo uso se refiere a desechables, como unicel, bolsas y envases, en su mayoría producidos por empresas refresqueras o de comida chatarra. Son ellas quienes deben replantear su producción. “La economía circular tiene que ver con el rediseño de productos”, aseguró Lugo. “Cuando tú generas un producto, tienes que pensar que no vas a generar un residuo, sino que al momento de que termine su vida útil, ese producto va a ser materia prima para tu mismo producto. Pero esto lo tienes que pensar desde el momento de la fabricación”.
La naturaleza en peligro
Alessandra Rojo de la Vega, diputada del Congreso de la Ciudad de México, también intervino en la conversación, para hablar de los graves problemas de la contaminación.
Aseguró que cada año 100 mil mamíferos marinos y 1 millón de aves marinas mueren por la ingesta de plástico y para el 2050, habría cerca de 12 mil millones de toneladas de desechos de este tipo en la naturaleza si no se hace algo al respecto.
“Para quienes aseguran que la solución está en la regulación y no en la prohibición, les digo: la regulación tiene años de ser ley vigente, se intentó generar consciencia sobre la importancia de no generar basura, de prevenir y tratarla adecuadamente y falló”, dijo.
“Hoy estamos ahogados en plásticos, nuestros animales están desapareciendo, los ecosistemas están contaminados y lo más alarmante es que cada vez son más las evidencias que afirman que las personas estamos consumiendo a diario micropartículas de estos desechos”.
Izarelly Rosillo Pantoja, Académica de la Universidad Autónoma de Querétaro, explicó que la REP parte de la idea de que todos somos responsables del problema.
“Existe un nexo causal, jurídico, entre el producto que se produce, el que se consume y el que se desecha. Quiere decir que existe una obligación entre el que produce, entre el que consume y entre el que desecha”, dijo.
Agrega que existe una figura en la ley de México que habla de un reporte que tienen que entregar productores, distribuidores y comercializadores de productos que al consumirse se conviertan en residuos, sin embargo, no ha sido reglamentada. Este podría ser el primer paso para avanzar hacia el REP.
Además de la ausencia de REP en la nueva propuesta de dictamen de la LGPGIR, otros puntos negativos que señala Greenpeace son: la mala definición de plástico de un solo uso, que excluye algunos como bolsas, popotes y unicel, además de fomentar la incineración que también daña el medio ambiente, al hablar del poder calorífico de los materiales; no se considera el derecho a la salud dentro de esta ley; y se pone como prioridad al co-procesamiento, cuando debería haber una jerarquización, cuyo objetivo sea evitar que se generen residuos en primer lugar.
“No hay economía circular sin REP”, sentencia Pantoja. “Si no existe un mecanismo de REP, se debe de prohibir, porque los costos y la externalización de salud, los daños a las islas, a los océanos, a las áreas naturales protegidas, la pérdida de biodiversidad, se encuentra como un pasivo ambiental para México. Y, por supuesto, es un pasivo para todos. No podemos permitir que si nuestra riqueza natural está centrada en nuestros recursos naturales, sean estos los que se degraden”.