La que fuera la agencia de noticias mexicana más importante del país, con corresponsales en 20 de las ciudades más importantes del mundo, 18 en la República mexicana y una plantilla de 320 trabajadores, enfrenta la peor crisis en sus 52 años de vida.
Por supuesto hablo de Notimex, la Agencia de Noticias del Estado que, a un año de huelga, persiste en violar los derechos de sus trabajadores sindicalizados, de honorarios y de confianza.
Mientras los sindicalizados malviven apostados a las afueras de las instalaciones de la agencia, la autoridad, inflexible, persiste en desprestigiar, golpear y dividir el movimiento sindical.
Esta huelga, la más larga de la era de la 4T, ha corrido en paralelo de la irrupción de la pandemia en México.
Estalló el 21 de febrero de 2020, seis días antes de que llegara la pandemia y después de un año no hay ni intención de dialogar de la parte patronal, a menos que sea individualmente, para desgastar la movilización sindical.
Lo que sí hay es desesperación en las filas de los trabajadores que no les quedó más que declarar la huelga para frenar los despidos masivos injustificados y las violaciones a sus derechos que iban en aumento.
El 4 de enero pasado falleció contagiado de Covid-19 el reportero José Vera, quien fungió como editor de Espectáculos de la agencia –experto en temas cinematográficos– hasta que fue cesado impunemente por la directora de Notimex, Sanjuana Martínez.
Pepe Vera había pactado su liquidación con ella, pero nunca le cumplió el acuerdo.
Su deceso no conmovió a la autoridad ni apresuró la esperada liquidación a sus deudos, esposa e hija siguen en espera del pago para solventar los gastos funerarios del periodista.
El 80% de huelguistas son mujeres, la mayoría madres solteras y jefas de familia que dependen de sus ingresos para vivir y hoy sobreviven de préstamos de amigos y familiares.
La crisis en la agencia se agudizó con la llegada de su actual directora, Sanjuana Martínez Montemayor, en el marco de la 4T, en marzo de 2019.
Desde su arribo, Martínez anunció que acabaría con el sindicato corrupto para hacer de Notimex “la mejor agencia de noticias del mundo”, pronosticó.
Lo cierto es que casi dos años después ha despedido a unos 245 de 320 trabajadores y, durante los meses que funcionó a medias, la convirtió en instrumento de propaganda ideológica oficialista de defensa, a ultranza, de la llamada 4T.
Según Adriana Urrea, secretaria general del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (SutNotimex), Sanjuana corrió, hostigó y vulneró los derechos del personal administrativo, del equipo de corresponsales internacionales, nacionales y reporteros locales, mandos medios, editores y jefes de sección.
“Para ella todos eran corruptos, malos trabajadores y tenían que renunciar, aunque no documentó sus acusaciones”, lamenta la dirigente.
Desde el estallamiento de la huelga –agrega– Sanjuana ha violado ese derecho constitucional y ha incumplido el laudo de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), que la declara legalmente existente.
Incluso, relata la dirigente, sacó la operación de Notimex de su sede oficial y la trasladó arbitrariamente a una oficina ilegal.
De hecho, apunta, está acusada de crear una estructura laboral paralela a la que incorporó a colaboradores con promesas de salarios muy elevados, pero no pudo cumplirlas y abrió otro frente laboral.
En julio del año pasado, ya en huelga, se filtró en medios de comunicación que Sanjuana emprendió una campaña sucia en redes sociales que no escatimó en ataques personales contra varias comunicadoras y defensoras de derechos humanos que criticaron a la llamada 4T.
Se han interpuesto decenas de denuncias contra Sanjuana en la Secretaría de la Función Pública, pero todas fueron clasificadas como reservadas e improcedente.
“La agencia (Notimex) no fue creada para organizar campañas de desprestigio contra extrabajadores ni para violar su privacidad”, sostuvo en un despacho de prensa la organización Artículo 19.
La agencia y su titular enfrentan unas 95 demandas por despido injustificado, impago de prestaciones establecidas, suplantación de personal y formar un sindicato blanco.
Todo indica que entre la crisis laboral, administrativa y financiera la otrora agencia de noticias más importante de México está herida de muerte.
Veremos si de referente de información internacional, nacional y local Notimex no termina como un aparato ideológico del Estado al servicio del gobierno en turno.
El caso podría convertirse en el punto más negro en materia laboral de la 4T.
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