Harto de escuchar los temas nacionales, esta vez los invito a escaparnos a Irlanda, que tiene un atractivo romántico, casi melancólico, compartido muchas veces por los mexicanos: el fervor patriótico de la unidad nacional.
Irlanda, si bien distante físicamente, tiene mucho en común con México. Por ejemplo, la diáspora irlandesa incluye más de 20 millones de estadounidenses, y los mexico-americanos se aproximan a los 33 millones, mismos que mantienen su lengua, religión y cultura, cada vez más conscientes de su identidad, su fuerza política, económica y social, al interior de su poderoso país vecino.
La República de Irlanda, fuente de pubs, poetas, dramaturgos y demasiadas canciones, ha generado por años empatía en todo el mundo. Así, Irlanda ejerce un poder blando para contener al Reino Unido, su belicoso vecino imperial, muchas veces más grande. Durante muchos años, la unificación fue poco más que una fantasía republicana.
Sin embargo, algo ha cambiado. Esta semana, Sinn Fein, que hace campaña por la unificación nacional, obtuvo la mayoría de los votos de primera preferencia en las elecciones de la República. Y, aunque el Brexit ha sacado a Irlanda del Norte de la Unión Europea, pese a haber votado por quedarse, es probable que el censo de Irlanda del Norte en 2021 confirme, por primera vez, una mayoría de católicos, que tienden a mirar a Dublín, y superan en número a los protestantes, que miran hacia Londres.
La República también se ha vuelto más acogedora a medida que la influencia de la Iglesia Católica se ha desvanecido. Y el “Acuerdo del Viernes Santo”, que trajo la paz a Irlanda del Norte, establece un camino hacia la unificación. No cabe duda de que es tiempo de que Irlanda establezca un plan para su unificación nacional.
EN PERSPECTIVA, la prioridad para Irlanda debe ser averiguar cómo asimilar a los diferentes grupos en una nueva Irlanda. Se necesita trabajar en aspectos básicos como la unificación de dos sistemas de salud, las fuerzas armadas y los servicios de policía, y qué hacer con respecto a la asamblea descentralizada del norte. Si el pueblo del norte y la República eligen el camino de la unificación, los políticos irlandeses y británicos no pueden darse por sorprendidos.
También te puede interesar: Las Naciones Unidas, el cambio climático y Trump.