Londres

Loros expulsados de zoológico por malhablados

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Cinco loros grises africanos fueron expulsados de un zoológico de Londres por malhablados y ser considerados una mala influencia para el resto de los animales.

“Lo vimos muy rápido, estamos bastante acostumbrados a que los loros maldicen, pero nunca hemos tenido cinco al mismo tiempo”, dijo Steve Nichols, director ejecutivo del parque de vida silvestre, Lincolnshire Wildlife Park, en Londres, Inglaterra. “La mayoría de los loros se callan afuera, pero por alguna razón estos cinco lo disfrutan.”, añadió en declaraciones a medios locales.

Los loros llamados Billy, Elsie, Eric, Jade y Tyson, se unieron a la colonia de 200 loros grises del zoológico londinense en agosto de 2020, pero poco después empezaron a mostrar comportamientos indebidos con expresiones altisonantes sin control.

A pesar de que las autoridades del zoológico no recibieron queja alguna de los visitantes, la decisión de retirar a los loros malhablados fue por el bien de los niños y la influencia que pudieran llegar a tener en los otros loros de la comunidad.

“La gente ha venido a nosotros, pero les parece muy divertido, no hemos tenido una sola queja”, dijo Steve Nichols. “Cuando un loro te dice que te vayas a la mierda, divierte mucho a la gente. Ha traído una gran sonrisa a un año realmente difícil”.

Una vida en el karroo

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Olive Emilia Albertina Schreiner nació el 24 de marzo del Año del Señor 1855 en una pequeña estación agrícola de Wittenberg –hoy Lesoto– y fue la novena de los doce hijos de Gottlob y Rebeca, una pareja de predicadores calvinistas que escuchó el llamado divino y viajó de Inglaterra a Sudáfrica para evangelizar a los paganos. Tristemente, el matrimonio tuvo más éxito en echar hijos al mundo que en convertir a los idólatras en el vasto territorio del Cabo.

Gottlob quiso combinar el púlpito con el comercio y la alta clerecía imperial lo puso de patitas en la calle. Debió ser un personaje singular. Me lo imagino chaparro, terco, grueso y fuerte; un rubicundo teutón lleno de complejos y enojado con el mundo que lo arrumbó en el confín de la tierra entre salvajes ignorantes. Un paterfamilias que imponía con mano de hierro el temor a Dios en su casa y en la vida fue de fracaso en fracaso hasta su muerte en la bancarrota en 1876.

Fueron años difíciles para los Schreiner. A los 12 años Olive fue enviada con sus hermanos mayores para hacerse cargo de las labores de casa. Después se empleó como institutriz y en 1881 había ahorrado lo suficiente para viajar a Inglaterra con la ilusión de estudiar en la Escuela de Medicina para Mujeres de Elizabeth Garrett Anderson y Sophia Jex-Blake, proyecto frustrado por su mala salud y problemas emocionales. Pero sí consiguió que un editor leyera un manuscrito con el que había viajado desde su pueblo, con el relato amoroso y amargo de un territorio en donde la luna chorrea su luz y el karroo se extiende en su inmensidad salitrosa hasta donde la vista alcanza.

The Karoo of Olive Schreiner
“The Karoo of Olive Schreiner”, Jannie Van Heerden (2012).

Historia de una hacienda africana apareció bajo el sello de Chapman & Hall en 1883 con el seudónimo “Ralph lron” y fue aclamada como una de las grandes obras de la literatura universal. Se le considera la primera novela moderna sudafricana. Hoy, 137 años después, la historia de sus protagonistas, Em y Lyndall, en un rancho en donde nada hay más importante que la Biblia, puede conmover hasta las lágrimas por la fuerza vigente de las emociones y la tragedia de los personajes.

Es el año de 1860. Las primas Em y Lyndall viven y trabajan en un humilde rancho en la desértica llanura sudafricana llamada karroo. Em es adiposa, dulce y pasiva, un perfecto ejemplar destinado al matrimonio. Lyndall es inteligente, inquieta, bella… y condenada a la infelicidad. Su apacible vida se altera con la aparición de un bombástico irlandés, Bonaparte Blenkins, quien asegura tener parentesco con Wellington y con la reina Victoria y se apodera de la voluntad de la lerda y gorda madrastra de las muchachas. Así, conforme transcurre la vida de las dos mujeres hacia un trágico desenlace, el lector es llevado por los meandros de la condición humana no sólo de aquella retrasada colonia, sino del género mismo.

Olive Schreiner fue catapultada a la fama literaria de inmediato. De vivir en cuartuchos baratos de los barrios pobres de Londres, se le abrieron las puertas de los salones literarios y los círculos intelectuales de vanguardia. Pronto descubrió su segunda vocación, la de activista en favor de los derechos de las mujeres, y se integró a movimientos que en aquella época victoriana, de acuerdo a sus críticos, “no gozaban de la mejor reputación”.

Hoy se le considera una de las madres fundadoras del feminismo. Luchó por el sufragio universal, la educación, la liberación sexual y la igualdad de salarios y publicó un clásico del género, Las mujeres y el trabajo, en el que denuncia el “parasitismo sexual” del hombre sobre la mujer. También fue una activa pacifista durante la Primera Guerra Mundial.

Un estudio fotográfico hecho durante la primera de sus dos estancias en Londres nos muestra a una mujer gruesa, de facciones agradables y aura inteligente, en cuyo semblante nada hay que permita adivinar el alma atormentada y la vida sumida en la tristeza y la depresión.

La existencia de Olive Schreiner fue una de soledad y frustraciones amorosas y sexuales. Dan Jacobson, quien prologó en 1971 la edición de Penguin Classics de Historia de una granja africana, se pregunta si la vida de la escritora en pueblos sudafricanos como Kimberley, Cradock o De Aar habría sido más solitaria que en las casas de huéspedes londinenses que fueron durante tanto tiempo su hogar, “si la convivencia con rancheros bóer y con sudafricanos ignorantes pudo haber sido más dañina a su talento que, digamos, la que tuvo con la Sociedad de la Nueva Vida en Londres (cuya meta era ‘cultivar en todos y cada uno un carácter perfecto’).”

miss schreiner
Fotografía: Imagine Magazine.

Sigue: Havelock Ellis […] autor de estudios sobre la psicología de un acto sexual del que él era incapaz; Edward Carpenter, el delicado homosexual redactor de panfletos sobre los derechos de la mujer y del ‘sexo intermedio’; Leonora, la brillante y trágica hija de Karl Marx quien fue llevada al suicidio por su amante Edward Aveling –conspicuo socialista, revolucionario, estafador y mujeriego–; ésta era la clase de personas entre quienes [Olive] encontró a sus mejores amigos.
Ciertamente es más fácil ser irónico que justo respecto a esos victorianos seculares, progresistas, feministas, traductores de Ibsen e incansables fundadores de organizaciones y sociedades de debate. Que con tanta frecuencia fracasaran en vivir de acuerdo a sus ideales sería en sí algo que difícilmente se les podría echar en cara. ¿De cuántos de nosotros no se podría decir lo mismo?

Olive tenía 26 años cuando llegó a Inglaterra. Además del manuscrito de Historia de una granja africana llevaba en el equipaje otras dos novelas, que habrían de ser póstumas. Su vida entró en un remolino emocional agravado por el represivo ambiente victoriano de la época. Era una mujer fuerte, pues defendió con éxito la trama de su novela (los editores querían que Lyndall, quien muere en el parto, se casara con el padre de la criatura, “para no ofender el pudor de los lectores”) aunque debió utilizar un seudónimo masculino, “Ralph lron”: habían pasado sólo siete años de la muerte de la baronesa Dudevant, Amandina Aurora Lucía Dupin, quien firmara sus libros como “George Sand”.

Creo, por lo que he leído de ella, que nació en el siglo equivocado. La imagino una mujer fogosa, apasionada, poco convencional, que sufría atrapada en los corsés reales e ideológicos que aquella sociedad imponía a sus mujeres. Siempre en busca del amor y la felicidad, tuvo una serie de affaires que fueron el escándalo de las buenas conciencias. Entre ellos uno, al parecer nunca consumado, con Havelock Ellis. De aquella época sobreviven numerosas cartas. El 28 de julio de 1884 le escribió a Ellis una nota conmovedora que ofrezco en traducción libre mía:

Iba a romper el papelito que te mando [destruido] pero no lo haré porque tal vez te gustaría leerlo. No puedo explicar qué quiero decir con este miedo, ni siquiera a mí misma; tal vez tú puedas hacerlo por mí. Tengo mucho miedo de quererte demasiado. Me da una sensación amarga si siento que tal vez lo haga. Creo que eso es. Me siento como alguien que empuja una pequeña bola de nieve por la ladera de una montaña y sabe que en cualquier momento se le saldrá de control y crecerá más y más y se irá… no se sabe a dónde. Sin embargo cuando recibo una carta, incluso como tu indiferente nota de esta mañana, pienso: “Pero eres tú mismo”. En tanto eres mi misma persona, te amo y estoy cerca de ti; en tanto eres un hombre, te temo y me aparto de ti.

En 1899 Olive volvió a Sudáfrica y se casó con Samuel Cronwrigh, un ranchero y activista político que también era otra personalidad fascinante: añadió el apellido de Olive al suyo para quedar Cronwright-Schreiner. ¡Y si eso no fue una muestra de amor, no sé cómo podría calificarse! Fue madre de una niña que murió a las pocas horas de nacida. Su infelicidad se acentuó y regresó a Inglaterra sola. A principios de 1920 Samuel fue por ella para llevarla de regreso a su país. Dicen las crónicas que no la reconoció, tan enferma y consumida estaba, al llegar al miserable cuartucho en donde vivía.

Olive Emilia Albertina Schreiner murió el 10 de diciembre de ese mismo año y fue enterrada junto con los restos de su hija y de su perro favorito en Buffels Kop, en la desértica planicie karroo.

Juego de ojos.

La British Library: icono oculto de Londres

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La Biblioteca Británica, ubicada junto a la estación de tren St. Pancras en Londres, donde llegan y salen los trenes del Eurostar que comunican la ciudad con París, entre otras ciudades del continente, preserva la colección nacional de publicaciones de contenido escrito y digital del Reino Unido.

El edificio en el cual es resguardada la colección, fue edificado por el arquitecto Sir Colin St. John Wilson durante 37 años, se inauguró en 1997 y representó el proyecto público más grande del Reino Unido del siglo XX.

Londres Antonio Prida
Antonio M. Prida en The Sir John Ritblat Galleries.

Aunque para poder tener acceso a su acervo de más de 150 millones de piezas hay que ser un “Registered Reader”, para lo cual se tiene que contar con un domicilio en el Reino Unido y seguir un procedimiento de registro, el público en general puede visitar las “The Sir John Ritblat Galleries” en la que muestran algunos de los tesoros que se conservan allí, que incluyen desde el manuscrito de Paul McCartney en el que esbozó la canción más importante de todos los tiempos, “Yesterday”, hasta manuscritos de Shakespeare y la Biblia de Gutenberg.

En dichas galerías hay una sala dedicada a la “Magna Carta”, uno de los documentos más famosos del mundo, que este año 2020 habrá de cumplir 805 años. Se trata del documento firmado por el King John en Runnymede en 1215, forzado por sus barones, para sujetarlo al imperio de la Ley y limitar su comportamiento arbitrario. Es considerado la piedra angular de la Constitución Británica y uno de los pilares del Estado de Derecho a nivel mundial, símbolo de las libertades individuales y de los derechos humanos.

En relación con las grandes religiones, en los tesoros de la biblioteca se exhiben, por ejemplo, los “Lindisfarne Gospels” del año 700 que constituyen la más antigua traducción al inglés de los Evangelios del cristianismo. También se puede observar la primera impresión del Nuevo Testamento en inglés, llevada a cabo en 1539 por William Tyndale en Alemania, en los tiempos en que ello estaba prohibido en Inglaterra. Se muestra el Codex Sinaiticus del siglo IV, siendo el manuscrito más antiguo que existe en el mundo del Nuevo Testamento completo.

Del judaísmo se exhiben varias copias de la Biblia hebrea que contiene la Torah o los Cinco Libros de Moisés, del siglo VII, así como un libro de oraciones del siglo IX, y un Código Legal Judío con normas de la Torah y del Talmud del siglo XI.

Sobre el islam se exhiben ejemplares antiguos del Libro Sagrado “Qur’an”, la Palabra de Dios revelada por el profeta Muhammad en árabe a través de la intermediación del Arcángel Gabriel, codificados en 651 y caligrafiados e iluminados en el siglo XIV.

Quran
El Qur’an del Sultán Baybars.

Del hinduismo se exponen textos abstractos de filosofía como el “Brahmanas” y poemas épicos como el “Mahabharata” y el “Ramayana”, así como historias populares conocidas como “Puranas” que glorifican dioses individuales.

Muchas otras curiosidades pueden descubrirse en una visita a esta espléndida sala, como un volumen del “Leviathan” de Thomas Hobbes creado en 1651 para el Rey Carlos II; una carta de la Reina Victoria al Primer Ministro William Ewart Gladstone, de 1870, en la que coinciden en la necesidad de oponerse a la campaña en favor de los derechos de la mujer, así como la publicación de los poemas de William Shakespeare de 1640.

No se puede visitar Londres sin pasar por el icónico edificio de ladrillos rojos de St. Pancras para ver los tesoros de la British Library y al menos tomar una copa en el St. Pancras Renaissance London Hotel que queda al lado.

Alerta en el puente de #Londres

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En redes sociales comenzaron a difundirse las primeras imágenes de la alerta policial reportada en el puente de Londres.

Una persona fallecida y varios heridos en incidente violento en el puente de Londres, que cruza el río Támesis, reportó la Policía Metropolitana quien recibió una llamada a las 13:58 horas locales por “un apuñalamiento en un local cerca del Puente de Londres” y al llegar detuvieron a un hombre,  informó la policía en un comunicado divulgado por medios británicos.

Según el diario The Guardian, cinco personas resultaron heridas, algunas de gravedad, mientras que la cadena británica Sky News dio cuenta de un fallecido, el cual podría ser el atacante o alguna de sus víctimas.

Videos publicados en las redes sociales muestran a una multitud de personas corriendo para abandonar el puente y ponerse a resguardo, mientras en otras imágenes grabadas por testigos se aprecian varios policías armados que apuntan hacia una persona que parece tendida en el suelo.

La Policía Metropolitana o Scotland Yark aconsejó a través de sus redes sociales a las personas cercanas a la escena seguir las instrucciones de los agentes en el terreno.

En junio de 2017, el Puente de Londres fue escenario de otro ataque cuando tres extremistas a bordo de una camioneta, arremetieron contra los peatones, matando a ocho personas.

Con información de Notimex.