Medicina Nuclear

México y la Medicina Nuclear: el ciclotrón que podría combatir el cáncer con radiofármacos

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* El ININ distribuye material radiactivo para uso médico en todo el país, cubriendo el 80% de las necesidades del país, mientras que el otro 20% están destinados a producir medicamento, en su mayor parte dentro del sector privado.

En 2018, el ingeniero Juan García Aguilar, Especialista en Protección Radiológica y Seguridad Nuclear, junto con la doctora Guillermina Ferro Flores, propusieron ante la Cámara de Diputados, crear un Centro Nacional de Producción y Aplicación de Radiofármacos dentro de las instalaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), con el fin de ofrecer una mayor oferta de medicamentos para los pacientes con cáncer en México.

Un año después, tras escuchar la propuesta de los investigadores, el Legislador de Morena por el estado de Veracruz, Julio Carranza Aréas y la diputada María Eugenia Hernández Pérez realizaron un recorrido por las instalaciones del ININ, para conocer de cerca el lugar donde se requiere este Ciclotrón con el objetivo de hacer más accesible el estudio y control de enfermedades, que en este momento son difíciles de atender debido a la falta de centros especializados.

La Legisladora, quien además es Secretaria de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara, en la celebración del Foro sobre Ciencia y Tecnología Nuclear en la Cuarta Transformación que tuvo lugar a principios de año, hizo el exhorto ante la Cámara de Diputados para abrir a discusión la importancia de este Centro en las instalaciones del ININ: “Desde la Cámara, mi compromiso es invitar a más diputados para que se sumen a esta buena causa. Debido a los momentos de austeridad que estamos pasando, tenemos la convicción de sumar voluntades y atraer a la iniciativa privada para que este proyecto sea una realidad”.

En entrevista, el diputado Julio Carranza indicó que la bancada de Morena en esta Cámara impulsa esta medida con el objetivo de que más mexicanos puedan tener acceso a medicamentos efectivos para combatir el cáncer: “Después de saber que el gran desarrollo de este instituto ha logrado vender más de 7 patentes a otras naciones como Bélgica, confirmé que valdría la pena meter ante la Cámara el desarrollo de esta iniciativa, y aún más teniendo el dato que en México existe un número limitado de equipos tipo escáner PET para la detección de cáncer; mientras que en Estados Unidos cuentan con un promedio de 2 mil 500 escáneres, en nuestro país sólo tenemos 35 escáneres que delimitan qué tipo de radiofármaco podría usarse en los pacientes con esta enfermedad”.

¿Por qué necesitamos un ciclotrón?

La idea de instaurar un Centro Nacional de Producción y Aplicación de Radiofármacos conlleva la implementación de componentes tecnológicos muy importantes, en este sentido, el Ciclotrón es el núcleo de estos componentes, esencial para el adecuado desarrollo y producción de radiofármacos. México posee un total de siete ciclotrones, sin embargo, ninguno cuenta con las características necesarias para los efectos de esta iniciativa.

Para efectos de la medicina nuclear y producción de radioisótopos, estos aceleradores de partículas cargadas cuentan con dos grandes electromagnetos con cavidades que controlan estas partículas que bombardean los blancos. Para que se conforme un producto bombardeado, es necesario controlar el material del blanco junto con la energía de la partícula que se acelera en el ciclotrón.

Los ciclotrones existentes en el país trabajan hasta 18 MeV (mega-electrón voltio), la iniciativa que pretende instalar un nuevo ciclotrón en los terrenos del ININ tendría una mayor capacidad de aceleración que puede llegar hasta 30 MeV, lo que permitiría reproducir radioisótopos muy diferentes a los que se producen en menor escala.

“Además de producir los mismos radioisótopos que se producen en estos ciclotrones pequeños, produciríamos estos que se generan en energías más altas, que son los últimos que se están utilizando para hacer radiofármacos para tratar, entre otras enfermedades, el cáncer de próstata. En síntesis, es una diferencia muy grande, porque produciríamos radiofármacos para tratamientos médicos, que hoy día se importan”, explica el Ing. Juan García Aguilar en entrevista.

La dificultad en el acceso a los servicios de salud y la tecnología disponible para la detección y tratamiento oportuno, son unos de los factores que afectan la calidad de vida de los mexicanos que padecen de cáncer, añadiendo la falta de infraestructura hospitalaria cercana a comunidades marginadas, la falta de equipo técnico y de especialistas que lo operen, entre otros, que terminan por limitar el acceso a estos tratamientos.

Para el especialista, una de las razones por las cuales es necesario contar con un ciclotrón dentro de las instalaciones de un hospital, es debido a que el promedio de vida de estos fármacos es relativamente corto, por lo que si no se aplican de manera inmediata, el producto resulta inservible.

Los que pertenecen al sector privado –nos platica Juan García Aguilar respecto a los ciclotrones existentes en el país– algunos aceleradores están instalados fuera de los hospitales, en esta instancia, y debido a los traslados del laboratorio al hospital, es ineludible generar más cantidad de la necesaria para que en un traslado de 1 o 2 horas, puedan llegar los radiofármacos suficientes y sean aplicados a los pacientes de forma inmediata.

Es importante recalcar que tras la producción del medicamento el tiempo es fundamental, por ejemplo, después cinco minutos desaparece una cuarta parte de los componentes del radiofármaco, ocasionando un decrecimiento en su efectividad. Ante esto, la solución más viable es producir cuatro veces más de lo solicitado, siendo este uno de los factores que encarece tanto el medicamento –además del incremento de 10% cada año– siendo pocas las familias mexicanas que tienen acceso a los sistemas de salud y puedan costear el tratamiento para diversos tipos de cáncer.

“Esta propuesta del Centro Nacional de Producción y Aplicación de Radiofármacos brindaría una solución más efectiva a los pacientes que necesitan tratamiento. El ININ cuenta con una capacidad 4 o 5 veces mayor que las instalaciones del INCAN, y además, con el Centro Nacional de Producción y Aplicación podremos fabricar radiofármacos especiales para tratamientos del cáncer de mama y de próstata, que no tiene el INCAN”, puntualizó el especialista.

Aunque esta propuesta se encuentra en su etapa inicial, el cuerpo de investigadores del ININ contempla una serie de proyectos complementarios al Centro Nacional de Producción y Aplicación de Radiofármacos. Aunque el Instituto ya cuenta con un grupo especializado con reconocimiento internacional que ha generado diversas patentes de este tipo de medicamentos, proponen la contratación de médicos nucleares y de médicos radiólogos y técnicos, para operar el área clínica del Centro.

Invertir en ciencia para cerrar la brecha de salud

Federico Montes Morales, representante del ININ, detalló durante una conferencia de prensa que el presupuesto aproximado para implementar el Ciclotrón en las instalaciones del ININ, será una cantidad de 700 mdp, a fin de que con el equipo adecuado, se pueda ofrecer a la población radiofármacos novedosos de producción nacional, que permitan un manejo oportuno de estas enfermedades que de manera frecuente afectan el bienestar de los mexicanos.

“Esto nos da una idea de qué tanto estamos atendiendo a la sociedad con problemas de salud de este tipo. Con este proyecto se puede en 4 o 5 años, autofinanciar la inversión, que se recuperaría de forma inmediata”, puntualizó Montes Morales.

Por su parte, el diputado por Morena Julio Carranza Aréas, estima que una inversión de ese tamaño no es muy fuerte, lo interesante, afirma: “será incrustarlo en el Presupuesto Federal en donde acabamos de extinguir todos esos fideicomisos que no se usaban; y existían algunos que podrían haber sido implementados para impulsar este tipo de proyectos. Lo importante ahora, es tocar puertas de la iniciativa privada, para que en conjunto con instituciones de gobierno, se puedan desarrollar estas alternativas sin tener que impactar mucho en el presupuesto”.

Una de las ventajas que observa la diputada María Eugenia Hernández Pérez en el apoyo de construir el Ciclotrón en las inmediaciones del ININ, es que gracias a las investigaciones que realizan para gasoductos de Pemex, entre otras, permiten que el Instituto sea autosustentable en algunas áreas, suponiendo que no dependerán al 100% del apoyo del Presupuesto Federal.

Aunque la crisis generada por la pandemia alteró los planes, programas y recursos para la construcción del Ciclotrón, los investigadores líderes en la propuesta se mantienen positivos y firmes en no dejar de hablar con las autoridades, convenciéndolos de que, aunque se esté luchando por la vacuna contra el Sars Cov-2, no dejen de lado las enfermedades críticas como el Alzheimer, enfermedades cardíacas y de cáncer, que siguen cobrando muchas vidas mexicanas.

Un estudio de la OMS comprendido entre 2000 y 2010, menciona que en México ocurrieron un promedio de 66,000 muertes anuales por diversos tipos de cáncer, lo que equivale a 13% de la mortalidad nacional anual.

El mismo estudio hace referencia que hasta cuatro de cada 10 casos de cáncer pueden prevenirse y el 30% de los pacientes podrían alcanzar el control de la enfermedad si ésta se les detecta en forma temprana y ellos son referidos para recibir un tratamiento óptimo.

En México, los esfuerzos en prevención primaria y detección temprana están poco organizados y carecen de presupuesto adecuado para lograr un funcionamiento oportuno y de calidad. Esto explica, en gran medida, que más de 70% de los casos de cáncer sean diagnosticados en etapas avanzadas, lo que reduce sus posibilidades de curación al mismo tiempo que genera amplias necesidades de cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Actualmente, no existe una entidad única coordinada para la prevención y control del cáncer, y la creación de este Centro Nacional de Producción y Aplicación de Radiofármacos podría ser un punto clave del éxito en la estrategia nacional para el control de esta enfermedad.

Ventajas que van más allá de la salud

Además de cerrar la brecha de salud con la producción en masa de radiofármacos para elevar la calidad de vida de los mexicanos, Julio Carranza Aréas, militante activo por Morena, hace hincapié en la efectividad de los fármacos nacionales en comparación de los producidos en la Unión Europea.

Pero no es cuestión sólo de efectividad, bien se sabe que algunos de los medicamentos paliativos para enfermedades como el cáncer, se consigue mediante la compra internacional a través del Gobierno Federal, sin embargo, como señala la legisladora María Eugenia Hernández, este tipo de proyectos pueden ayudar a tener un mayor control de la venta de medicamentos y sumar, además, la intención de generar una soberanía tecnológica, donde México pueda ser productor a nivel nacional e internacional de medicamentos contra el cáncer:

“Es un buen momento para que se interactúa a nivel nacional e internacional, sobre todo por la fiscalización y transparencia que se pretende llevar a cabo. Las tecnologías e innovaciones que se lleven a cabo dentro del país, deben ser impulsadas y respaldadas para que ya no dependamos de tecnologías extranjeras”.