Merced

Incendios en la CDMX: una constante en la administración de Sheinbaum

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La mañana de este 2 de febrero, se registró  la explosión de una pipa de gas en las inmediaciones del mercado de Jamaica ubicado en la alcaldía Venustiano Carranza. Sin embargo, no es el primer accidente de este tipo en la administración de Claudia Sheinbaum Pardo.  Todo lo contrario, se han convertido en una constante y el de hoy se suma al del pasado 9 de enero en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y a la par de ocasiones en las que la Merced ardió en fuego. 

De acuerdo con un comunicado emitido por la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, el incendio se reportó en una pipa transportadora de gas denominada “Gas Flamamex S.A. de C.V”. El hecho tuvo lugar entre Guillermo Prieto y Avenida Congreso de la Unión, en la colonia Jamaica y provocó la evacuación de alrededor de 700 personas.

Aunque el siniestro no dejó pérdidas humanas, las autoridades reportaron ocho personas heridas, cuatro locales del mercado afectados, tres viviendas dañadas, tres puestos comerciales deteriorados y dos vehículos en mal estado. 

Durante la videoconferencia de prensa de este 2 de enero, la jefa de Gobierno confirmó que se instalará una mesa de trabajo para revisar la operación de las pipas de gas. Esto, en coordinación de Petróleos Mexicanos (Pemex), la Secretaría de Energía (Sener), la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE).  

Cabe señalar que aunque la mandataria resaltó que el evento compete a la Federación, lo cierto es que hechos de este tipo han marcado la administración morenista en la CDMX. Tal situación sobre todo por  la poca rapidez al momento de encontrar soluciones. 

Incendio en la colonia Jamaica. Fuente: Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil 

Incendio del Metro recorta servicio por semanas 

Alrededor de las 6:00 horas del 9 de enero del 2021, el Puesto Central de Control 1 del Metro sufrió un incendio que dejó una persona muerta, varios heridos, semanas sin las Líneas 1 (Pantitlán-Observatorio), 2 (Tasqueña-Cuatro Caminos) y 3 (Indios Verdes-Universidad), así como una gran incertidumbre sobre las causas del incidente.

Aunque la 1 reanudó sus labores el pasado 25 de enero y la 3 el 1 de febrero,  la ruta 2 sigue sin servicio hasta la siguiente semana. Incluso, frente a lo que representó la ausencia de tales caminos, la Secretaría de Movilidad (Semovi)  de la capital del país tuvo que hacer uso de unidades alternas de transporte, tales como Metrobús, RTP y Turibús.

Desde el incendio, la jefa de Gobierno informó que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México sería el organismo encargado de desarrollar las investigaciones correspondientes. No obstante, hasta el momento siguen sin rendir cuentas del asunto. 

Lo que sí argumentaron hasta el cansancio las autoridades capitalinas, fue que la causa del incendio no fue la falta de presupuesto y mantenimiento del Metro. La urgencia de dejar claro su trabajo fue tal que  dedicaron la videoconferencia de prensa del 21 de enero para alardear su empeño en modernizar las instalaciones del STC, incluso previo al siniestro de principios de año. 

Según  la información de Florencia Serranía Soto, directora general de la red de trenes, las averías en el transporte han bajado en un 28 por ciento durante la actual gestión. Pese a ello, choques como el ocurrido en marzo del 2020 en Tacubaya —con un saldo de una persona fallecida y más de 40 heridas— dicen todo lo contrario. 

Puesto Central de Control 1 del Metro. Fuente: Cuartoscuro.

Doble incendio en el mercado de la Merced 

Dos fallecimientos, ocho lesionados y centenas de locales afectados fue el saldo que dejó el incendio del mercado de la Merced, la pasada noche del 24 de diciembre del año 2019. La situación empeora si se toma en cuenta que al transcurrir de los meses, la reconstrucción del recinto comercial ha sido lenta y en perjuicio de muchas economías familiares. 

De cara a las fuertes afectaciones del siniestro, la Fiscalía Local abrió una carpeta de investigación por los delitos de daño a la propiedad y homicidio. Sin embargo, los resultados fueron opacos e, incluso, meses después hubo otro evento del mismo tipo. 

Reconstrucción del incendio en la Merced. Fotografía: Cuartoscuro.

Resulta que el 6 de agosto del 2020, el mercado de las flores de la Merced fue víctima de otro incendio. Según la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos  y Protección Civil, el accidente fue ocasionado por un corto circuito en el cableado eléctrico. 

Aunque en este segundo evento únicamente hubo afectaciones en la instalación eléctrica, las autoridades locales tuvieron que evacuar a 20 personas del mercado. Es importante mencionar que el hecho tuvo lugar en medio de la pandemia de COVID-19

Finalmente, cabe señalar que sumado a la contingencia sanitaria, Sheinbaum Pardo ha tenido que enfrentar crisis de otra índole. Tan grandes son los retos de la actual administración capitalina que viene arrastrando las labores de reconstrucción desde los sismos del 2017, mismos que parecen no tener fin.

Localizan en la CDMX barrio prehispánico

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Hallazgo en inmediaciones de La Merced el barrio prehispánico de Temazcaltitlan.

El registro de un temazcal permitió situar ese barrio del campan de Teopan; asimismo, fueron descubiertos vestigios de una vivienda de la nobleza indígena.

En el mismo predio de la calle Talavera también se hallaron estructuras arquitectónicas de una curtiduría, la cual funcionó en el último siglo novohispano.

Los restos de un temazcal prehispánico descubierto en un predio de las inmediaciones de La Merced, en el Centro Histórico de Ciudad de México, han permitido ubicar con precisión el lugar donde estuvo el barrio de Temazcaltitlan, uno de los más antiguos de Tenochtitlan, según consta en fuentes como el Mapa de Sigüenza, la Crónica Mexicáyotl y el Códice Aubin, los cuales relatan la historia de la peregrinación del pueblo mexica.

  El registro de este baño de vapor, que data del siglo XIV, por parte de la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), es uno de varios hallazgos realizados por un equipo de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), encabezado por Víctor Esperón Calleja, en la calle Talavera.

 Las excavaciones en este predio también permitieron liberar los vestigios de una vivienda que fue habitada, posiblemente, por una familia indígena de origen noble, poco tiempo después de haberse consumado la conquista española. Además, se hallaron diferentes estructuras arquitectónicas de una curtiduría, la cual funcionó en el último siglo del periodo novohispano, es decir, entre 1720 y 1820.

 Es de una insólita coincidencia que los orígenes del callejón afamado por los expendios donde “se visten Niños Dios”, estén vinculados con la maternidad en la época prehispánica. En su Crónica Mexicáyotl, Hernando Alvarado Tezozómoc señala que en este lugar se hizo un temazcal para bañar y purificar a la doncella Quetzalmoyahuatzin, noble mexica que había parido en Mixiuhca, “allá se bañó la madre de Contzallan, por eso se denomina Temazcaltitlan, allá se bañaron todos los mexicanos, allá se asentaron”.

Aunque excavaciones anteriores en la vecina Casa Talavera habían evidenciado estructuras arquitectónicas tenochcas, el arqueólogo refiere que es la primera vez que se tiene un testimonio plausible de la vocación de Temazcaltitlan, un barrio donde se veneraba a deidades femeninas como Tlazolteotl, Ayopechtli o Ixcuina (diosa del parto), Coatlicue, Toci, Chalchiuhtlicue y Mayahuel, advocaciones ligadas a la tierra, a la fertilidad, al agua y al pulque.

  Próximos a la entrada del predio donde se registró el hallazgo, en el área oeste, se observan los restos del temazcal, elaborado con bloques de adobe y fragmentos de tezontle recubiertos de estuco. En la parte central se ve la tina o pileta de agua para el baño de vapor, así como una de las banquetas que formaban parte del mismo. Con base en los restos encontrados, se infiere que sus dimensiones eran de 5 metros de largo por 2.98 de ancho.

  El responsable del salvamento arqueológico explica que el tlaxilacalli, o barrio de Temazcaltitlan, pertenecía a la parcialidad de Teopan (también llamado Zoquipan), primer territorio lacustre ocupado por los mexicas. La zona de Temazcaltitlan fue la sede primigenia del islote en la que se produjo el avistamiento de las señales pronosticadas por Huitzilopochtli, como lo recuerda el monumento de “La aguilita”, en la Plaza Juan José Baz, que le hace contraesquina.

Una casa indígena colonial

También en la parte oeste del terreno, sobre el temazcal prehispánico, se encontraron restos bien conservados de una casa que fue habitada por una familia de la nobleza indígena, una vez consumada la conquista de Tenochtitlan, durante el periodo Colonial Temprano (1521-1620).

  “Los hallazgos nos indican que, en el siglo XVI, esta zona del campan de Teopan estaba más poblada de lo que se creía. Debido a que el área era de chinampas, se pensaba que había pocas casas, pero en esta propiedad tenemos evidencia de los pilotes de maderas y piedras que sirvieron para la cimentación de los muros de dichas viviendas.

 “La mezcla de estos dos sistemas constructivos, por un lado, el pilotaje prehispánico y, por el otro, las columnas cuadradas que derivan de la arquitectura europea, nos ayudan a fechar de manera provisional esta edificación, a la espera de los resultados de análisis pormenorizados”, aclara el investigador de la DSA.

 De la vivienda colonial, cuyo acceso principal se encuentra al oeste, se han explorado 15 metros en sentido este-oeste, y 10 metros en sentido norte-sur. Un pasillo elaborado con piedra de río de 10 metros de largo y 2.70 de ancho, divide las cuatro habitaciones que conforman la antigua casa, dos de los cuartos se ubican al norte y un par más al sur.

 “La evidencia es relevante por el acabado de las paredes de las habitaciones, las cuales presentan un aplanado de estuco decorado con motivos en rojo y sus pisos son de bloques de adobe acomodados. Estos elementos nos indican que este espacio fue habitado por una familia indígena, posiblemente de origen noble”.

 Esperón Calleja detalla que las dimensiones de los cuartos varían según su función, por ejemplo, hay uno que abarca 4 por 2 metros, tiene un recubrimiento burdo y debió tener un uso privado. En tanto, las habitaciones 1 y 2, sobrepasan los 6 metros de longitud, sus aplanados combinan bandas rojas y blancas, acompañadas de una serie de pequeños triángulos invertidos, policromía que resalta estos espacios que debieron utilizarse para recepciones.

Casa de curtiduría

El predio en la calle Talavera ha supuesto una “caja de sorpresas”, pues en prácticamente todo el terreno se distribuyen restos arqueológicos de sus distintas temporalidades, como es el caso de un complejo industrial para curtir pieles, el cual debió funcionar en la última centuria del virreinato español (1720-1820). Esta casa de curtiduría ocupó además la contigua Casa Talavera, según los hallazgos registrados en el área este de ese centro cultural.

Si bien las primeras curtidurías de la Nueva España se hallaban próximas a la Calzada de Tacuba, las quejas de los vecinos españoles por los malos olores derivados del proceso de curtido, obligaron a su desplazamiento al barrio de indios de San Pablo Teopan (así bautizado en la Colonia), dada su cercanía con la acequia Real o de la Viga.

El arqueólogo Esperón Calleja relata que en el extremo este del predio se localizaba el “área húmeda” de la curtiduría, como lo indica un conjunto de ocho tinas en las que se procesaban las pieles de las reses, las cuales debían proceder del cercano rastro de San Lucas, ubicado en las inmediaciones de lo que hoy es la estación del Metro Pino Suárez.

 Cinco tinas son cuadradas (oscilan entre 2 metros por 1.80, y de 1.20 metros a 1.40 de profundidad), hechas de piedra de basalto pegada con argamasa; presentan un aplanado burdo, resultante de las partículas de cal diluidas que con el tiempo se fueron pegando a las paredes, efecto del proceso al que se sometían las pieles en estos receptáculos durante uno o tres meses.

 Los tres depósitos restantes son cónicos, con una profundidad de 1.20 metros y un diámetro de 2; presentan un aplanado más uniforme, indicativo de que aquí tenía lugar otra parte del proceso. En esta etapa, la piel se sumergía en agua mezclada con corteza de árbol (zumaque, tequesquite o cebada) para llevar a cabo el curtido. El arqueólogo infiere que se requería de mucha materia orgánica, según los residuos que se han encontrado.

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  Al centro del predio estaba el “área seca” de la curtiduría, donde, posiblemente, se manufacturaban los artículos, como dan cuenta algunos artefactos: regladores, punzones de hueso, fragmentos de piel de toro y cornamentas. Asimismo, concluye el arqueólogo, bajo una serie de lajas que servían de tapas, se detectó el sistema de ductos que abastecía de agua al espacio, un canal de 20 centímetros por 1.40 metros, del que se aprecia una base de columna y el piso que formó parte de la fábrica curtidora.

El equipo de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH ha concluido la liberación del predio, toda vez que ya se realizaron los registros gráficos y fotográficos de los restos arqueológicos, así como las tomas de muestras que servirán para afinar mayores datos sobre sus distintas ocupaciones.  

Fuente comunicado.