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Entendamos el riesgo

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El “riesgo” es una palabra que usamos frecuentemente, la mencionamos en muchas conversaciones con nuestros amigos, familia y comúnmente en el ámbito de trabajo; la usamos para señalar, prevenir o asustar a nuestros interlocutores. Es un término coloquial que nos da autoridad, conocimiento sobre las variables de la vida o las circunstancias y, en algunos casos, estatus. ¿Pero entendemos el riesgo? ¿Entendemos sus implicaciones y la forma de prevenirlo o al menos contenerlo?

Sin pretender dogmatizar, analicemos un poco el significado y contexto de lo que implica el riesgo.

¿Qué es el riesgo?

El término según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), nos dice que se deriva del italiano rischio, que a su vez lo tomó del árabe rizq, con el significado de “aquello que nos viene dado de modo providencial”. Joan Coromidas y Friedrich Diez señalan que al igual que “risco”, proviene del latín resecare que alude a un peligro.

Según Wikipedia, riesgo es una medida de la magnitud de los daños frente a una situación peligrosa. Según la RAE, riesgo es contingencia o proximidad de un daño. En términos generales, debemos entender que riesgo es la probabilidad de “que algo malo nos suceda” y como tal debemos tomarlo en serio.

Riesgos.
Ilustración: Alamy Stock.

¿Cuál es el principal problema del riesgo?

¡La incertidumbre por supuesto! Si supiéramos cómo, cuándo, dónde, por quién, cuánto, porqué y qué lo puede provocar, seguro haríamos algo para que no sucediera y todo sería mucho más cómodo y tranquilo, pero como no conocemos esas variables, nos inventamos una cantidad de cosas para evitar el riesgo, procuramos no salir en determinadas horas o a lugares peligrosos, estamos pendientes de todo aquello que no es común o conocido, no comemos aquello que sabemos nos puede hacer daño, etc., tomamos toda clase de providencias para no caer en condiciones de riesgo, nos llenamos de hábitos, formas y métodos para sentirnos seguros. Pero ¿sabemos cuál el factor de riesgo más importante?… Nosotros; todas las personas, empezando por nosotros mismos.

¿Por qué somos el factor de riesgo más importante?

Los seres humanos somos el factor de riesgo más importante por la forma en que elegimos. Al tomar una decisión sin darnos cuenta modificamos e interactuamos en forma importante con nuestro curso de vida, la de las personas que nos rodean y sucesivamente, en menor medida, a nuestro entorno.

La elección de cualquier evento en nuestra vida es un asunto serio e importante porque está sujeta a infinidad de variables que no pueden ser controladas o previstas, y siempre pensamos que las personas eligen en función de nuestra perspectiva o nuestra forma de resolver las cosas y, cuando algo no se ajusta a eso, se vuelve una tontería.

Caída.
Imagen: Squarespace.

El riesgo más allá de nosotros

Hasta el momento podemos entender que el riesgo es una condición permanente de vida en la cual estamos expuestos a posibles circunstancias desfavorables, podemos darnos cuenta de que el problema del riesgo es la incertidumbre, porque no sabemos qué lo determina o por qué nos puede acechar, y también que los seres humanos por nuestras elecciones somos los causantes naturales del riesgo. Pero veamos esto con una perspectiva más amplia, ¿qué sucede con las elecciones de los líderes cuando toman decisiones? En muchas ocasiones vemos o escuchamos las noticias como algo lejano, como algo que afecta a otras personas o como material para una charla de café, sin embargo, ¿qué sucede cuando líderes de diferentes ámbitos, empresa, gobierno, iglesia, fuerzas armadas, o inclusive la delincuencia, toman decisiones? Esos actos nos afectan. Modifican nuestro entorno y alteran nuestra forma de vida

Como partícipes de una sociedad debemos entender que las elecciones son actos naturales que se manifiestan de forma infinita, derivan en condiciones naturales de riesgo y  afectan nuestro entorno. Además, es necesario comprender que las elecciones de los demás tienen esos mismos efectos en nosotros y que entre mayor influencia tengan las personas que eligen, el impacto de riesgo es mayor. Por eso, como individuos, elegir tiene que ser un acto en el que debemos manifestar responsabilidad y procurar que deriven en acciones claras para ayudar a contribuir a la sociedad, y a atenuar las condiciones de riesgo naturales que se derivan y que construyan en beneficio de todos.

Elegir es un acto de responsabilidad, elijamos para el bien y que en forma responsable elijamos construir y crecer como individuos y sociedad.